Estados Unidos anunció el 29 de septiembre una reducción de hasta 567 millones de dólares en apoyo a la defensa de Taiwán.
En un comunicado, la Casa Blanca dijo que el presidente Joe Biden ha autorizado la reducción para proporcionar a Taiwán «artículos y servicios de defensa del Departamento de Defensa, y educación y entrenamiento militar».
La declaración se produce después de que se detectaran múltiples oleadas de disparos de misiles de prueba en el interior de China durante el fin de semana.
La Casa Blanca no explicó qué artículos y servicios de defensa se proporcionarán a Taiwán, que se autogobierna y que Beijing pretende reclamar como su territorio.
Taiwán estuvo en alerta máxima durante el fin de semana debido a los disparos de la Fuerza de Cohetes y el ejército del Partido Comunista Chino (PCCh) en provincias y regiones situadas a unos 1200 millas de Taiwán.
El Ministerio de Defensa de Taiwán declaró haber detectado múltiples oleadas de disparos de prueba en las provincias y regiones de Mongolia Interior, Gansu, Qinghai y Xinjiang a partir de las 6.50 hora local del 28 de septiembre.
Las fuerzas de Taiwán desplegaron medios conjuntos de inteligencia y reconocimiento para vigilar los acontecimientos relevantes en la región, mantuvieron «un alto grado de vigilancia» y reforzaron su alerta, dijo en un comunicado.
El ministerio se comprometió a reforzar las capacidades de defensa de Taiwán ante las «graves amenazas enemigas», pero subrayó que la isla autogobernada no busca ningún conflicto.
«Cualquier acción amenazadora y provocadora socavará gravemente la estabilidad regional», declaró, advirtiendo de que cualquier amenaza a la seguridad y prosperidad de la región Indo-Pacífica repercutirá en el desarrollo global.
El 25 de septiembre, Beijing probó un misil balístico intercontinental (ICBM) en el océano Pacífico, su primera prueba de este tipo desde 1980, durante la reunión de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
China es uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y pretende ganar influencia en departamentos clave, como el de derechos humanos.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán condenó el lanzamiento del ICBM y dijo que «ponía en peligro el pacífico statu quo regional». Instó al PCCh a actuar con moderación y cesar todas las actividades que perturben la estabilidad regional.
Yoshimasa Hayashi, secretario jefe del gabinete japonés, declaró a la prensa el 25 de septiembre que China no había notificado previamente el lanzamiento al gobierno japonés. Hayashi dijo que el misil no pasó sobre Japón y no dañó ningún barco japonés, según los medios de comunicación locales.
Taiwán ha intentado aumentar sus compras de equipamiento militar en medio de las repetidas incursiones del ejército chino en el espacio aéreo de la isla. En un reciente informe presupuestario, el Ministerio de Defensa de Taiwán declaró que pretende adquirir 1985 misiles Stringer de Estados Unidos, además de los 500 misiles ya encargados para su armada y ejército.
El 26 de septiembre, el ejército de Taiwán avistó 43 aviones y ocho barcos chinos alrededor de la isla, 34 de los cuales cruzaron la línea divisoria y entraron en la zona de identificación de defensa aérea (ADIZ) suroccidental y oriental de Taiwán. Taiwán respondió desplegando aviones, buques de guerra y sistemas de misiles costeros para vigilar sus actividades.
Un día antes, el ejército de Taiwán declaró haber detectado 23 aviones militares chinos alrededor de la isla, 22 de los cuales cruzaron la línea mediana del estrecho de Taiwán y entraron en la ADIZ suroccidental y oriental para realizar «maniobras en aguas lejanas».
Los analistas afirman que las incursiones chinas forman parte de la estrategia del PCCh de guerra en la zona gris.
Con información de Chris Summers
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