El gobierno de Donald Trump anunció el 15 de mayo planes para impedir que Huawei obtenga semiconductores de fabricantes globales de chips hechos con tecnología estadounidense, como su última medida para tomar represalias contra las empresas de tecnología chinas que representan riesgos para la seguridad de Estados Unidos.
El Departamento de Comercio comunicó que estaba modificando una regla de exportación conocida como la regla de producto directo extranjero— para «apuntar estratégicamente a la adquisición por parte de Huawei de semiconductores, de productos derivados directamente de ciertos programas de tecnología e informática de Estados Unidos».
El año pasado la administración puso a Huawei y a 114 filiales en una «lista de entidades», citando preocupaciones de seguridad nacional, lo que impidió que la empresa hiciera negocios con empresas estadounidenses.
Sin embargo, la compañía fue capaz de encontrar una solución a esta lista negra, comprando chips a las empresas de fabricación extranjeras que utilizan tecnología o software estadounidense, dijeron los funcionarios del departamento.
«Ha habido una laguna muy técnica a través de la cual Huawei ha sido capaz, en efecto, de utilizar la tecnología de EE.UU. a través de los productores de fabricación extranjeros», dijo el secretario de Comercio Wilbur Ross a Fox Business el 15 de mayo. Al cambio de reglas, lo llamó «algo muy hecho a la medida para tratar de corregir esa laguna».
El Departamento de Comercio destacó que su decisión «corta los esfuerzos de Huawei para socavar el control de las exportaciones de EE.UU.».
Huawei, el mayor fabricante de equipos de telecomunicaciones del mundo y el segundo mayor fabricante de teléfonos inteligentes, ha sido objeto de un escrutinio intenso en Estados Unidos, por la preocupación de que sus productos puedan ser utilizados por el régimen comunista chino para espiar o perturbar las redes de comunicación. Los funcionarios estadounidenses citan los estrechos vínculos de la empresa con el régimen, así como la ley china que obliga a las empresas a cooperar con los organismos de inteligencia cuando se les pide.
La empresa china, que depende de semiconductores para sus teléfonos inteligentes y sus equipos de telecomunicaciones, no hizo comentarios inmediatos este viernes. Huawei sugirió previamente que el régimen chino podría tomar represalias contra Estados Unidos si se imponían más restricciones a la empresa.
«El gobierno chino no se quedará esperando y viendo cómo sacrifican a Huawei en la tabla de cortar», dijo el 31 de marzo el presidente de la compañía, Eric Xu, frente a los periodistas.
En respuesta al anuncio, el medio estatal chino Global Times escribió este viernes que Beijing estaba listo para colocar a las empresas estadounidenses en una «lista de entidades no fiables», como parte de contramedidas en respuesta a los nuevos límites a Huawei.
Las contramedidas incluyen el inicio de investigaciones y la imposición de restricciones a las empresas estadounidenses como Apple Cisco Systems, y Qualcomm, así como la suspensión de las compras de aviones Boeing, según el informe, citando una fuente.
Beijing anunció por primera vez el año pasado los planes para redactar una «lista de entidades no fiables» de empresas extranjeras, en represalia a la lista negra de Estados Unidos sobre Huawei. Sin embargo, desde entonces no reveló más detalles.
De acuerdo al cambio de reglas, las empresas extranjeras que utilicen la tecnología estadounidense de fabricación de chips deberán obtener una licencia estadounidense antes de suministrar los chips a Huawei, o a una filial como HiSilicon, un fabricante de semiconductores propiedad de Huawei. La norma se refiere a los chips diseñados o hechos a medida para Huawei.
Para que Huawei continúe recibiendo algunos chips o usando algunos diseños de semiconductores ligados a cierto software y tecnología de EE.UU., necesitaría recibir licencias del Departamento de Comercio.
Por otra parte, el Departamento de Comercio extendió una licencia temporal que expiraba el viernes para permitir a las empresas de EE.UU., muchas de las cuales operan redes inalámbricas en las zonas rurales de América, seguir haciendo negocios con Huawei hasta el 13 de agosto. Además advirtió que esperaba que esta fuera la última extensión.
Acción en aumento
Las nuevas restricciones a Huawei se producen en medio de las crecientes tensiones entre Washington y Beijing, provocadas por el mal manejo de la pandemia, de parte del régimen. Esto aceleró los planes del gobierno de Estados Unidos para reducir su dependencia a la cadena de suministro de China.
En las últimas semanas, el gobierno ha adoptado una serie de medidas destinadas a contrarrestar las amenazas de seguridad que plantean las empresas de telecomunicaciones chinas y a impedir la transferencia de tecnología sensible de Estados Unidos a China.
El Departamento de Comercio recientemente publicó reglas para hacer más difícil para las empresas estadounidenses exporten ciertos tipos de tecnología avanzada que podrían ayudar a sus militares.
Ahora se exige que las empresas estadounidenses obtengan licencias para vender ciertos artículos a empresas chinas que apoyen a su ejército, incluso si los artículos son de uso civil. Entre estos, se incluyen equipos de producción de semiconductores y sensores.
La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) el mes pasado comenzó a tomar medidas para prohibir a tres compañías de telecomunicaciones controladas por el estado chino operar en Estados Unidos, citando los riesgos de seguridad derivados de la preocupación de que están sujetos a la influencia del Partido Comunista Chino.
Reuters contribuyó a este informe.
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