Estados Unidos aceptó con satisfacción una tregua humanitaria de dos semanas en el este de la República Democrática del Congo (RDC) en medio de los enfrentamientos entre las tropas gubernamentales y los rebeldes del M23, según informó la Casa Blanca en un comunicado emitido el 4 de julio.
La tregua —acordada por ambas partes en el conflicto— comenzará a medianoche del 5 de julio y durará hasta el 19 de julio, declaró la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de la Casa Blanca, Adrienne Watson.
Ambas partes se comprometieron a dejar de utilizar las armas y permitir el regreso voluntario de los desplazados, añadió.
Las tropas gubernamentales y los rebeldes del M23 también se comprometieron a dar a los trabajadores de ayuda humanitaria «acceso sin restricciones» a las poblaciones vulnerables.
La tregua abarca las zonas de hostilidades que más afectan a la población civil, según la Casa Blanca.
La pausa en los combates se produce en un momento en que la situación humanitaria en Kivu Norte —una provincia fronteriza con el lago Kivu en el este de la RDC que lleva más de dos años asolada por la insurgencia del M23 y la violencia de otras milicias— es cada vez más grave.
Según Naciones Unidas, los combates desplazaron a 2.8 millones de personas en Kivu Norte, 150 mil de ellas sólo en la última semana, después de que los rebeldes del M23 tomaran la ciudad de Kanyabayonga, de importancia estratégica.
La amenaza constante de catástrofes, como lluvias torrenciales, desplazamientos de tierras e inundaciones, complica aún más la situación, según la ONU.
«La reciente expansión de los combates en Kivu Norte impide que los trabajadores humanitarios lleguen a cientos de miles de desplazados internos en la zona alrededor de Kanyabayonga y desplazó a más de 100 mil personas de sus hogares», dijo la portavoz del NSC, la Sra. Watson.
La tregua «aliviará el sufrimiento de las poblaciones vulnerables
Ruanda acusa sistemáticamente al Congo de financiar y combatir junto a un grupo rebelde armado de la etnia hutu, las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR). Ese grupo ataca a la etnia tutsi en ambos países.
El M23 afirma que lucha para proteger a los tutsis de rivales como las FDLR.
Los gobiernos de la RDC y Ruanda expresaron su apoyo a la tregua «para aliviar el sufrimiento de las poblaciones vulnerables y establecer las condiciones para una mayor disminución de las tensiones en el este de la RDC», dijo Watson.
Señaló que Estados Unidos, que ya había instado anteriormente tanto a la RDC como a Ruanda a rebajar las tensiones en medio de una crisis humanitaria cada vez más grave, pide ahora a todas las partes que «respeten el espíritu de la tregua antes de que entre en vigor».
«El Gobierno de Estados Unidos seguirá utilizando sus recursos diplomáticos y de inteligencia para vigilar las actividades de las fuerzas armadas y los grupos armados no estatales durante la tregua humanitaria», concluyó el portavoz del NSC de la Casa Blanca.
En una declaración separada el 4 de julio, el Departamento de Estado también acogió con satisfacción la tregua entre todas las partes que luchan en el conflicto de la RDC.
«Reafirmamos nuestro apoyo a los esfuerzos diplomáticos regionales para encontrar el camino hacia soluciones permanentes y una paz duradera para las sufridas comunidades del este de la RDC», afirmó el departamento.
Con información de Reuters.
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