Estados Unidos confía en que podría vencer en una guerra en defensa de Taiwán en caso de que China decidiera organizar una invasión, declaró el comandante de Estados Unidos en el Indo-Pacífico, almirante John C. Aquilino.
«Estados Unidos no opta por una escalada, no estamos siendo provocadores. Dicho esto, confío en que seríamos capaces de luchar y ganar dondequiera que fuera», declaró en un panel titulado «Preservar un legado de libertad y paz en el Indopacífico», el 23 de mayo.
Aquilino, durante el acto organizado por el Comité Nacional para las Relaciones entre Estados Unidos y China, dijo que el secretario de Estado Antony Blinken y el presidente Joe Biden le han encomendado dos misiones.
«La primera es prevenir este conflicto, y la segunda es, si fracaso en la primera misión, estar listo y preparado para luchar y ganar», dijo a los asistentes. «No importa cuándo ocurra», añadió, «el ejército de Estados Unidos está entrenado, equipado, preparado y listo para ejecutar ambas misiones».
Una posible invasión por parte de China de Taiwán, gobernada democráticamente y de la que el régimen chino lleva mucho tiempo queriendo apoderarse, por la fuerza o no, parece cada vez más posible desde el ataque de Rusia a Ucrania a principios de 2022.
Las tensiones en torno al estrecho de Taiwán han seguido aumentando a medida que Beijing intensifica su campaña de amenazas hacia la isla enviando misiles y aviones de guerra cerca del territorio.
El mes pasado, una cifra récord de 91 aviones chinos y 12 buques de guerra aparecieron alrededor de Taiwán cuando Beijing concluyó sus ejercicios militares de tres días en respuesta a la escala en Estados Unidos de la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen. Decenas de las aeronaves cruzaron la línea mediana del estrecho de Taiwán para adentrarse en la zona de identificación de defensa aérea de la isla, el espacio aéreo que sirve de amortiguador fuera de su espacio aéreo territorial.
Durante los ejercicios, el ejército chino simuló ataques conjuntos de precisión contra objetivos clave en Taiwán y sus alrededores, y el Mando del Teatro Oriental del Ejército Popular de Liberación (EPL) declaró que las tropas chinas están «dispuestas a luchar en cualquier momento» para «aplastar decididamente cualquier forma de independencia de Taiwán y de injerencia externa».
El «ataque ilegal e ilegítimo y no provocado de Rusia contra Ucrania» ha dado al resto del mundo una nueva visión de cómo funcionan los regímenes autoritarios, declaró Aquilino el martes.
«El mundo se ha despertado», afirmó. «Creo que el resto de la comunidad mundial tiene la opinión de que las naciones autoritarias y la decisión de un hombre —si él o ella, hombre o mujer, tomara esa decisión— no importa lo que piensen los demás».
Advirtió que la agresión militar a Taiwán le costaría al dirigente chino «sangre y tesoros», y «la comunidad mundial puede unirse rápidamente cuando no esté de acuerdo con las acciones emprendidas de ese modo», sometiendo a Beijing a una condena mundial.
En marzo, Paul Freisthler, científico jefe de la Dirección de Análisis de la Agencia de Inteligencia de Defensa, declaró ante el Comité de Fuerzas Armadad de la Cámara de Representantes que China va por delante de Rusia en el desarrollo de misiles hipersónicos y que podría haber probado un arsenal capaz de alcanzar bases militares estadounidenses en el Pacífico Occidental.
En respuesta a las preocupaciones sobre la agresiva acumulación militar china, Aquilino señaló que Estados Unidos utiliza toda la fuerza conjunta para disuadir las amenazas militares.
«Si, por desgracia, tuviéramos algún tipo de conflicto, para Estados Unidos se trata de la sincronización de los esfuerzos integrados de toda la fuerza conjunta bajo el mar, en el mar, sobre el mar, en el espacio y en el ciberespacio. Así que si alguien decidiera enfrentarse a Estados Unidos, se llevaría todo el peso de la ley».
Aunque subrayó que el conflicto con China «no es inevitable», Aquilino señaló que las opciones para comunicarse con Beijing siguen siendo limitadas por el momento.
«Para mí, una de las más importantes es la de la comunicación, y precisamente por eso he solicitado en repetidas ocasiones hablar con mis homólogos del EPL», declaró. «Aún no se ha aprobado».
«Hay una conexión técnica en la línea telefónica de defensa que podría utilizarse. Si se produjera un suceso, te aseguro que tomarías el teléfono y marcaría. No estoy seguro de que alguien contestara al otro lado».
Aquilino dijo que lleva dos años pidiendo comunicación sin que haya habido avances.
«Creo que establecer una comunicación rutinaria entre nuestros dos ejércitos es fundamental para gestionar responsablemente la competencia, mitigar los riesgos y evitar errores de cálculo», declaró. «No creo que entablar un debate abierto y sincero deba utilizarse como moneda de cambio».
«Lo que está en juego hoy es demasiado importante, y los costes del conflicto serían demasiado grandes».
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