La selección estadounidense femenina de waterpolo conquistó este sábado su séptimo título de campeona mundial, el cuarto de manera consecutiva, tras imponerse por 9-7 a la anfitriona, Hungría, en la final de los Mundiales de Budapest.
Un triunfo más ajustado que el que se preveía a falta de poco más de seis minutos para la conclusión cuando las de Adam Krikorian, verdugo del conjunto español en los cuartos de final, se situaron con una cómoda ventaja de cuatro tantos (8-4) en el marcador.
Pero las magiares espoleadas por el apoyo del público no se rindieron y con un parcial de 0-3 dejaron la renta de las estadounidense en su mínima expresión (8-7) con un minuto y treces segundos por jugar.
Un tiempo en el que el conjunto estadounidense, ganador del oro en los tres últimos Juegos Olímpicos, demostró su oficio forzando un penalti a 49 segundos para la conclusión que Madeline Musselman, máxima realizadora del encuentro con cinco dianas, no desaprovechó para establecer el 9-7 final.
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