Una funcionaria estadounidense acusó al régimen de Cuba de fomentar la controversia sobre su posible exclusión de la Cumbre de las Américas para distraer la atención de su historial de violación de derechos humanos.
La subsecretaria de Estado adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental, Kerri Hannan, dijo que los países que han amenazado con no participar en la Cumbre si Cuba, Venezuela y Nicaragua no son invitados, estarían perdiendo una «oportunidad increíblemente importante» de poder conversar asuntos cruciales para la región, como la inmigración en un foro de alto nivel.
«Es una oportunidad para atraer la atención sobre lo que creo que se pierde en la prensa que se está enfocando en quién irá y quién no, y tratando de tomar posiciones políticas», dijo Hannan durante la 7º Conferencia Anual sobre Seguridad Hemisférica de la Universidad Internacional de Florida (FIU) el 19 de mayo.
La Cumbre de las Américas, tiene previsto celebrarse en Los Ángeles, California del 6 al 10 de junio de 2022, sin embargo, en las últimas semanas se generaron ciertas divisiones entre algunos países que criticaron la lista de invitados al evento.
La postura de Estados Unidos sobre la invitación de Cuba, Venezuela, y Nicaragua a la Cumbre no ha sido clara aún, a pesar que algunos funcionarios de alto nivel señalaron que no serían invitados porque «no respetan» la democracia.
Ante esto, diferentes líderes latinoamericanos, como el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y el Luis Arce de Bolivia, han señalado que no participarán en la máxima cumbre si dichos regímenes hispanos no son invitados.
Hannan, por su parte, enfatizó que el régimen cubano utiliza esta controversia a su favor para distraer la atención frente a los verdaderos problemas de la isla.
[Al régimen] «le encanta esto, conseguir la atención que reciben por no asistir y seguir tocando ese tambor», dijo Hannan. «Cuanto más puedan [señalarnos] y llamarnos los malos, están eludiendo el hecho de la represión que han estado perpetrando activamente contra su pueblo», señaló, refiriendo la represión contra el pueblo cubano que se intensificó a raíz de las protestas masivas del pasado 11 de julio en la isla.
«La cantidad de represión y sufrimiento que el pueblo cubano tiene de los derechos humanos (…) Ellos no quieren que la prensa cubra eso, quieren que la prensa cubra el hecho de si los invitamos o no a la Cumbre», dijo la funcionaria.
«Bueno, ¡entonces dejen de reprimir a su pueblo!», agregó.
Tras las declaraciones de Hannan, el líder cubano Miguel Díaz-Canel criticó a Estados Unidos como anfitrión por ser «un país incapaz de acomodar a todos».
Entre las naciones latinoamericanas que no participarán está Guatemala, cuyo presidente Alejandro Giammattei dijo que no iría un día después de que Estados Unidos criticó la reelección de un fiscal general presuntamente vinculado a la corrupción. El presidente brasileño Jair Bolsonaro probablemente tampoco asista, aunque no se ha especificado el motivo.
Mientras que el líder del régimen nicaragüense, Daniel Ortega, dijo esta semana que «no estaba interesado» en asistir a la cumbre. La dictadura venezolana, por su parte, señaló que «no hay razón alguna» que justifique la exclusión de dichos países.
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