Un exgeneral estadounidense ha alertado sobre los lazos que unen al régimen comunista chino con las palancas del poder estadounidense.
El general de brigada Robert Spalding, retirado de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, afirmó que el Partido Comunista Chino (PCCh), que rige China como un Estado de partido único, pretende socavar y, en última instancia, desplazar a Estados Unidos.
Para lograrlo, dijo, el régimen necesita permanecer unido a Estados Unidos para poder comprar o robar las tecnologías estadounidenses necesarias para obtener una ventaja militar sobre Estados Unidos. Por ello, dijo, Estados Unidos tendría que desvincular totalmente los sectores industriales estratégicos de la economía china.
«Lo único que nos ayudará en el conflicto con China es la completa eliminación del PCCh de nuestra sociedad», afirmó Spalding, que también es colaborador de The Epoch Times.
«Dado que hoy estamos totalmente acoplados a China, ellos tienen pleno acceso a nuestra tecnología, talento y capital», añadió Spalding. «Como resultado, cualquier cosa que se nos ocurra, diseñemos, construyamos o en la que invirtamos, ellos tienen la capacidad de tener acceso a ella, influir en ella y adquirirla».
Estados Unidos debe «desvincularse totalmente» de China
Dado que el PCCh se adhiere a una doctrina de guerra sin restricciones en la que busca derrotar militarmente a Estados Unidos por medios no militares, dijo Spalding, Estados Unidos tendría que romper lazos con China en áreas de importante investigación, tecnología y talento relacionadas con tecnologías críticas y emergentes como la inteligencia artificial y la computación cuántica.
Spalding reconoció que la Administración Biden había realizado varios esfuerzos para frenar el flujo de tecnologías estadounidenses hacia el PCCh. La Ley CHIPS, una posible prohibición gubernamental de TikTok y los esfuerzos para frenar el flujo de exportaciones de semiconductores a China fueron buenos comienzos, dijo.
En última instancia, sin embargo, no serían suficientes para impedir que China derrote a Estados Unidos y usurpe su posición de líder mundial, afirmó Spalding.
«Tenemos que cambiar a fondo nuestra forma de hacer negocios», afirmó Spalding. «Estos pequeños esfuerzos son una buena noticia, pero el alcance y la escala del PCCh en todos los elementos de una sociedad son abrumadores para cualquier agencia federal».
Con ese fin, Spalding dijo que la Administración Biden debería seguir un camino similar al trazado por Robert Lighthizer, quien se desempeñó como representante comercial de Estados Unidos durante la Administración Trump.
Spalding hizo referencia a un artículo de opinión publicado el 18 de diciembre en The New York Times, en el que Lighthizer abogaba por una «desvinculación estratégica» de la China comunista.
El desacoplamiento estratégico en este caso implicaría imponer sistemáticamente aranceles severos a China, aumentar los controles para limitar los tipos de tecnología que podrían exportarse a China y limitar la cantidad de inversión de las corporaciones estadounidenses en China y de las corporaciones chinas en las industrias estadounidenses.
«Ha quedado claro que China no es un amigo ni un socio en el desarrollo, sino más bien un adversario empeñado en dominar el mundo», escribió Lighthizer.
«El propósito de la desvinculación estratégica sería beneficiar a Estados Unidos, no castigar a China ni frenarla».
Solo a través de una separación total de los sectores tecnológicos del PCCh y de Estados Unidos, dijo Spalding, se podría frenar el ascenso militar del régimen y frustrar su misión de desestabilizar a Estados Unidos.
Dado que el PCCh está comprometido en un intento sistemático de socavar y desplazar a Estados Unidos, dijo Spalding, y dado que el fácil acceso de China a la investigación avanzada estadounidense está alimentando el esfuerzo, es necesario desarraigar los tentáculos del régimen dondequiera que se encuentren.
«El PCCh comprendió que necesitaba a Occidente para avanzar y sigue aprovechándose de ello», afirmó Spalding. «Así pues, la única opción es desvincularnos por completo y evitar que nuestros ciudadanos se relacionen con China».
«La única opción es desvincularnos por completo. Si no lo hacemos, el PCCh seguirá teniendo acceso a nuestra tecnología, talento y capital».
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