En una maratónica serie de audiencias y mesas redondas en el Congreso la semana del 12 de febrero, líderes del Congreso, un almirante comandante y una amplia gama de expertos señalaron a China como el rival estratégico más importante y una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos. Está surgiendo un consenso por el cuál Estados Unidos debe rechazar la agresión del régimen chino con un enfoque que engloba a “toda la nación”.
El Presidente Trump comentó en su reciente discurso sobre el Estado de la Unión que China es ahora un “rival” estratégico de los Estados Unidos. Mientras los diplomáticos del régimen chino y los de EE.UU. que están a favor del mantenimiento del status quo en las relaciones entre Estados Unidos y China, criticaron el uso de la palabra “rival”, el Congreso aclaró durante la semana de audiencias que la perspectiva realista del Presidente sobre el régimen comunista unipartidista tiene mucho respaldo.
Durante la semana pasada en el Senado y la Cámara de Representantes se realizaron tres diferentes audiencias en el Congreso y una mesa redonda con un panel de expertos, comenzando con la audiencia de la Comisión Selectiva de Inteligencia del Senado el 13 de febrero, en la que el director del FBI Christopher Wray describió que China representaba para Estados Unidos no sólo una amenaza para “todo el gobierno”, sino también una amenaza para “toda la sociedad”.
Wray señaló que el régimen chino manipuló a espías no tradicionales, especialmente a los que se encontraban en entornos académicos, como profesores, científicos y estudiantes, para robar tecnología y secretos estadounidenses.
Prepararse para la guerra
Los pedidos de rechazo contra la agresión de China se intensificaron el 14 de Febrero, cuando el comandante del Comando del Pacífico de EE.UU, almirante de la armada Harry Harris testificó ante el Comité de las Servicios Armados de la Cámara de Representantes sobre la postura militar de Estados Unidos y los desafíos de seguridad en la región Asia Indo-Pacífico.
“Algunos consideran como oportunistas las acciones de China en los mares del este y sur de China. Yo no”, enfatizó Harris. “Beijing está usando su poder militar y económico para coaccionar a sus vecinos y erosionar el orden internacional libre y abierto”.
Harris, que fue designado para convertirse en el nuevo embajador de Estados Unidos en Australia, es un conocido partidario de la línea dura cuando se trata de contrarrestar la agresión militar china en el Pacífico.
“La impresionante acumulación militar de China podría desafiar a Estados Unidos en casi todos los dominios”, afirmó Harris a los legisladores. “La modernización militar en curso de China es un elemento central de la estrategia declarada de China para suplantar a Estados Unidos como el socio de seguridad preferido por los países asiáticos del Indo-Pacífico”.
Soldados chinos se desplazan en tanques mientras pasan frente a la plaza de Tiananmen y la Ciudad Prohibida durante un desfile militar en Beijing, China, el 3 de septiembre de 2015. (Kevin Frayer/Getty Images)
Harris también enfatizó que Estados Unidos debe estar preparado para ganar una guerra contra China.
“En cuanto a la idea de disuasión y ganar guerras, soy militar. Y creo que es importante planificar y disponer de recursos para ganar una guerra al mismo tiempo que se trabaja para prevenirla”.
Las opiniones de Harris resonaron en muchos de los comentarios hechos por miembros del Senado y la Cámara de Representantes, como el del republicano Joe Wilson de Carolina del Sur diciendo: “No es suficiente que el Departamento de Estado o el Departamento de Defensa consideren a China como un rival. Creo que necesitamos ver a China, por ejemplo, como rival por todo el gobierno”.
Beijing ya considera “a Estados Unidos como un rival a través de toda la nación”, expresó Wilson, señalando que Estados Unidos “se está poniendo al día en todo el aspecto gubernamental, pero tenemos más cosas que hacer al respecto”.
Un nuevo consenso
En otra audiencia del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes celebrada el 15 de febrero, titulada Competencia Estratégica con China, el republicano de Texas Mac Thornberry, presidente del comité, informó que Estados Unidos debe tener un enfoque de “todo el gobierno” para contrarrestar la agresión china.
“China está aprovechando la modernización militar, las operaciones de influencia y la economía depredadora para obligar a los países vecinos a reordenar la región Indo-Pacífica en su beneficio”, enfatizó Thornberry, citando el documento de estrategia de defensa nacional del Pentágono. “China continúa su ascenso económico y militar, afirmando su poder a todos los países a través de una estrategia a largo plazo”.
“Contrarrestar la estrategia nacional de China a todos los países es un verdadero desafío para nosotros”, recalcó Thornberry. En los últimos años leímos y escuchamos con frecuencia advertencias para integrar todos los elementos del poder nacional de Estados Unidos -político, económico y militar- pero aún no lo implementamos.
También el 15 de febrero, la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad de Estados Unidos-China realizó una mesa redonda sobre las reformas y la modernización militar de China, en la que James Holmes, profesor de estrategia marítima en EE.UU. en el Naval War College, dijo que “para el año 2020, China tendrá la armada más grande del mundo y la segunda armada de ultramar más capaz del mundo”.
Esta foto tomada el 14 de julio de 2016, muestra a una mujer caminando junto a un cartel del Mar del Sur de China, con el eslogan en la parte inferior “Territorio de China, nunca se cederá ni un centímetro de nuestra tierra” en una calle de Weifang, en la oriental provincia Shandong de China. (STR/AFP/Getty Images)
Los estadounidenses y sus aliados deben enfrentarse a un multifacético desafío chino… o entregar sus derechos y privilegios náuticos a China por defecto. Deben unirse y aprovechar todos los recursos de que disponen «, dijo Holmes.
Las opiniones expresadas durante la semana de audiencias por miembros del Congreso, líderes militares estadounidenses, jefes de inteligencia y observadores militares expertos sobre la amenaza que representa el régimen chino sugieren que se está formando un amplio consenso. Después de décadas de una estrategia fallida, la situación de Estados Unidos con respecto a China llegó a un punto de crisis. Este consenso emergente se ve reflejada en la estrategia de seguridad nacional del presidente Trump, publicada en diciembre, y de la estrategia de defensa nacional del Pentágono, publicada en enero. La política estadounidense anterior se basaba en la creencia de que el apoyo estadounidense al ascenso de China y su integración en el orden internacional liberalizaría a China, según la estrategia de seguridad nacional. Contrariamente a tales esperanzas, los documentos alegan que China expandió su poder a expensas de la soberanía de otros y que está buscando activamente desplazar a los Estados Unidos de la región de Asia Indo-Pacífico.
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