Intermediarios estadounidenses, qataríes y egipcios han ofrecido un plan para salvar las últimas lagunas de un acuerdo de alto el fuego que podría poner fin pronto a la guerra en la Franja de Gaza tras más de 10 meses de enfrentamientos.
El presidente Joe Biden anunció el marco del acuerdo el 31 de mayo. En las semanas transcurridas desde entonces, los negociadores han estado trabajando para que Israel y el grupo terrorista Hamás resuelvan las lagunas que quedan para poner fin a los combates y permitir el intercambio de rehenes en poder de Hamás y prisioneros en poder de Israel. Representantes de Estados Unidos, Qatar y Egipto, que actuaron como principales intermediarios, concluyeron el 16 de agosto tres días de conversaciones en Doha, la capital qatarí, dando a entender que el acuerdo final está cerca.
«Esta propuesta se basa en las áreas de acuerdo durante la semana pasada, y salva las brechas restantes de la manera que permite una rápida implementación del acuerdo», dijo la Casa Blanca el 16 de agosto, en una declaración conjunta compartida por el presidente egipcio Abdel Fattah el-Sisi y el emir de Qatar, jeque Tamim bin Hamad Al Thani.
Los tres intermediarios dijeron que tienen la intención de reunirse en la capital egipcia de El Cairo antes del final de esta semana «con el objetivo de concluir el acuerdo en los términos planteados hoy».
El Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, tenía previsto viajar a Israel y Egipto del 17 al 20 de agosto para trabajar en las negociaciones.
El marco presentado por Biden el 31 de mayo incluía un plan en tres fases. La primera fase supondría una pausa de al menos seis semanas en los combates, en la que Hamás liberaría a algunos de los rehenes que tomó de Israel el 7 de octubre e Israel retiraría sus tropas de los principales centros de población. En esta primera fase, Israel también liberaría a los palestinos detenidos y permitiría la llegada de suministros humanitarios a la asediada Franja de Gaza.
La segunda fase se basaría en la continuación de las negociaciones. El alto el fuego inicial de seis semanas establecido en la primera fase podría prorrogarse siempre que todas las partes sigan comprometidas con las conversaciones. Si las conversaciones resultan fructíferas, Hamás liberará a los cautivos vivos que le quedan y las fuerzas israelíes se retirarán por completo de la Franja de Gaza. El alto el fuego temporal se convertiría en permanente.
En la tercera y última fase, Hamás devolvería los restos de los rehenes asesinados durante la guerra e Israel permitiría que comenzara la reconstrucción de la Franja de Gaza.
Biden compartió una breve nota de optimismo sobre las últimas negociaciones cuando fue anfitrión de un acto de firma no relacionado en la Casa Blanca el 16 de agosto.
«Una de las razones por las que llegué tarde para todos ustedes es que estaba tratando el alto el fuego en Medio Oriente», dijo Biden.
El presidente añadió que no quiere «malograr» el proceso, pero «está mucho, mucho más cerca de lo que estaba hace tres días».
El acuerdo tiene elementos «incómodos»: Biden
La declaración conjunta estadounidense-egipcio-qatarí ofreció pocas pistas sobre las lagunas existentes en el marco de paz y sobre cómo la última propuesta puente cubriría estas lagunas.
Un alto funcionario de la administración Biden dijo a los periodistas en una llamada de fondo que las partes tienen que ultimar la lista de cautivos que se intercambiarán y la secuencia en la que se liberaría a cada cautivo.
El alto funcionario de la administración dijo que las discusiones sobre el alto el fuego en Doha también se habían centrado en el aumento de la ayuda humanitaria y en los esfuerzos iniciales para reconstruir Gaza tras meses de combates urbanos y bombardeos israelíes.
«Hay elementos del acuerdo que son incómodos, como en cualquier acuerdo de este tipo», dijo el alto funcionario de la administración.
Aún así, el funcionario dijo que esta última propuesta de puente se alinea con el marco de paz que Biden estableció en mayo, y que el Consejo de Seguridad de la ONU ha afirmado.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, reprendió recientemente al ministro israelí de Finanzas, Bezalel Smotrich —miembro de la coalición política del gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu— por menospreciar las negociaciones.
Smotrich, en un post publicado el 9 de agosto en las redes sociales, se refirió al marco de paz como una «rendición» y criticó la idea de que Hamás pudiera intercambiar rehenes civiles por palestinos que las autoridades israelíes habían detenido a lo largo de los años, incluidos individuos que Smotrich consideraba terroristas.
«Algunos críticos, como el Sr. Smotrich, por ejemplo, han afirmado que el acuerdo sobre los rehenes es una rendición ante Hamás o que los rehenes no deberían intercambiarse por prisioneros», dijo Kirby a los periodistas en una respuesta el 9 de agosto. «El Sr. Smotrich sugiere esencialmente que la guerra debe continuar indefinidamente, sin pausa, y sin que las vidas de los rehenes sean una preocupación real en absoluto. Sus argumentos son totalmente erróneos».
Kirby insistió en que mientras Smotrich se opone al plan de paz, Netanyahu sigue comprometido con el marco.
Queda por ver si Hamás aceptará la última propuesta para finalizar el acuerdo. Estados Unidos, Qatar y Egipto habían animado a ambas partes a participar en las conversaciones de Doha, pero los representantes de Hamás no asistieron a las negociaciones de la semana pasada.
«Acudir a nuevas negociaciones permite a la ocupación imponer nuevas condiciones y emplear el laberinto de la negociación para llevar a cabo más masacres», declaró a Reuters la semana pasada Sami Abu Zuhri, alto cargo de Hamás.
El control de una franja de territorio que atraviesa toda la Franja de Gaza, conocida como el Corredor Filadelfia, podría ser otro punto conflictivo en las negociaciones. El gobierno israelí ha indicado que podría mantener el control del corredor incluso después de la guerra, pero los negociadores de Hamás han insistido en que una retirada completa de Israel de la Franja de Gaza implica renunciar también al corredor.
El alto cargo de la administración Biden no respondió directamente a la pregunta de un periodista sobre quién controlaría el corredor tras el alto el fuego, pero dijo: «Creo que esa cuestión va por buen camino».
Con información de Reuters.
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