La Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) ha concedido exclusiones arancelarias para mascarillas y otros suministros médicos importados de China.
Se aprobaron las solicitudes de 27 empresas, informó The Wall Street Journal.
Los datos de la USTR muestran que el alivio se concedió a productos como paños quirúrgicos, guantes para exámenes, productos de higienización, batas de aislamiento y algunos otros productos.
Industrias Medline Inc., uno de los solicitantes, dijo en el formulario de solicitud que actualmente hay una escasez crítica de mascarillas debido al brote de coronavirus.
Al mismo tiempo, hay un número muy limitado de fabricantes de mascarillas en Estados Unidos que pueden producir mascarillas aprobadas por la FDA, y los suministros de otros países no son suficientes para sustituir las importaciones de China.
Cambiar el suministro de mascarillas faciales tomará al menos 28 meses, dijo la compañía.
Un documento del USTR (pdf) muestra que la solicitud de Medline para mascarillas fue concedida por el USTR el 5 de marzo.
El USTR no respondió a un correo electrónico solicitando un comentario al momento de la publicación.
El senador estadounidense Cory Gardner (R-Colo.) instó al USTR a eliminar los aranceles de los suministros médicos críticos para la respuesta al coronavirus el 28 de febrero.
«Para asegurar que Estados Unidos esté preparado para contener y combatir la propagación de este brote, es crucial que haya un suministro robusto de productos médicos críticos como guantes, termómetros y gorros médicos», dijo Gardner en una declaración el 6 de marzo. «Aplaudo a la USTR por cumplir con mi solicitud de eliminar los aranceles sobre estos artículos para atender las preocupaciones de la cadena de suministro médico y las demandas de salud pública».
Sin embargo, una empresa a la que se le concedió una reducción de aranceles dijo que la medida solo tiene implicaciones económicas, pero que no cambiará la presión en la cadena de suministro tras el brote de coronavirus.
«Esta pieza arancelaria es más bien una pieza económica dentro de la cadena de suministro», dijo Ron Prybella, portavoz de Medegen Medical Products of Hauppauge en Nueva York al Wall Street Journal. A Medegen se le concedieron 16 exclusiones arancelarias por parte de la USTR.
La administración Trump aplicó varias medidas para aumentar los suministros médicos a los trabajadores de la salud y para fomentar la producción de dispositivos de protección respiratoria.
El 2 de marzo, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) aprobó una solicitud de autorización de uso de emergencia (EUA) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades para permitir que el personal de atención médica utilice ciertos respiradores aprobados por el National Institute for Occupational Safety and Health, que actualmente no están regulados por la FDA, durante el brote de coronavirus.
Dos días después de la decisión de la FDA, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS) anunció su intención de comprar 500 millones de respiradores N95 en los próximos 18 meses para la Reserva Estratégica Nacional.
«A través de pedidos garantizados, esta adquisición anima a los fabricantes a aumentar inmediatamente la producción de N95 para uso de los profesionales de la salud. Estos pedidos garantizados ofrecen a los fabricantes la seguridad de que no se quedarán con un exceso de suministros si se cancelan los pedidos del sector privado una vez que disminuya la respuesta del COVID-19. Los fabricantes normalmente evitan aumentar la producción sin esa garantía», dijo el HHS en un comunicado.
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