El gobierno de Biden presentó más de 500 nuevas sanciones contra Rusia y las entidades que apoyan sus violaciones de los derechos humanos y sus acciones bélicas en Ucrania.
La serie de sanciones es la mayor presentada desde la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia hace casi dos años, y pretende responsabilizar a Moscú de la guerra y de la muerte del líder opositor ruso Alexei Navalni, dijo el presidente Joe Biden en una declaración preparada previamente.
«Hoy anuncio más de 500 nuevas sanciones contra Rusia por su actual guerra de conquista de Ucrania y por la muerte de Aleksey Navalni, que fue un valiente activista contra la corrupción y el líder opositor más feroz de [el presidente ruso Vladimir] Putin», dijo el presidente Biden.
«Nosotros también estamos imponiendo nuevas restricciones a la exportación a casi 100 entidades por proporcionar apoyo encubierto a la maquinaria bélica de Rusia».
Los Departamentos del Tesoro y de Estado impondrán las sanciones, y el Departamento de Comercio también añadirá más de 90 empresas a la Lista de Entidades.
Las sanciones van dirigidas a personas y empresas que operan en 11 países, así como a tres funcionarios del Gobierno ruso a los que la Casa Blanca ha vinculado con la muerte de Navalni en una prisión del Ártico la semana pasada.
El Departamento del Tesoro dijo en una declaración que las sanciones fueron diseñadas «para imponer costos adicionales por la represión de Rusia, los abusos de los derechos humanos, y la agresión contra Ucrania».
La secretaria de Comercio, Janet Yellen, añadió que el líder ruso Vladimir Putin había sacrificado el bienestar del pueblo ruso en su esfuerzo por desmilitarizar Ucrania.
«Putin ha hipotecado el presente y el futuro del pueblo ruso por sus propios objetivos de subyugar a Ucrania», dijo la Sra. Yellen.
«El Kremlin elige reorientar su economía para construir armas para matar a sus vecinos a expensas del futuro económico de su propio pueblo».
La economía rusa resiste el aumento de las sanciones
Las sanciones siguen de cerca un esfuerzo similar liderado por funcionarios europeos a principios de esta semana, en la que los Estados miembros de la UE prohibieron casi 200 entidades y personas acusadas de ayudar a Moscú a adquirir ilegalmente armas y de secuestrar niños en Ucrania.
El ministerio de Asuntos Exteriores ruso respondió ampliando la lista de funcionarios y políticos de la Unión Europea a los que se prohíbe la entrada en Rusia.
Las sanciones también siguen a una serie de detenciones e imputaciones de cargos en Estados Unidos, en las que el Departamento de Justicia ha acusado a oligarcas rusos, incluido el director del segundo mayor banco de Rusia, de incumplimiento de sanciones y blanqueo de dinero.
En consecuencia, las nuevas sanciones afectan a varias entidades de alto perfil, entre ellas la National Payment Card System Joint Stock Company, propiedad del Banco Central de Rusia y que desempeña un papel clave en la facilitación de las transacciones financieras en ese país.
Asimismo, ahora se sancionó a 26 entidades y personas de otros 11 países, entre ellas varias empresas de la China comunista y una empresa pantalla iraní que opera en los Emiratos Árabes Unidos.
Estados Unidos ha sancionado a más de 4000 entidades y personas desde que Putin ordenó la invasión a gran escala de Ucrania. Sin embargo, los resultados de esas sanciones han sido desiguales.
La economía rusa se contrajo más de un dos por ciento en 2022 como consecuencia de las sanciones internacionales, pero volvió a crecer en 2023 alrededor de un tres por ciento, en gran parte debido al aumento de los acuerdos energéticos con China y a los esfuerzos por eludir las sanciones.
Con ese fin, la subsecretaria de Estado, Victoria Nuland, dijo el jueves que los «nuevos paquetes masivos de sanciones [están] diseñados, entre otras cosas, para aplastar el esfuerzo de Rusia en la evasión de sanciones.»
«Esto está muy centrado en la evasión, en los nodos y redes y países que ayudan a evadir, voluntariamente o no, y sobre los bancos que apoyan y permiten ese tipo de evasión”, dijo Nuland durante una charla en el centro de estudios del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
Clamor internacional por la muerte de Navalni
Los esfuerzos de la UE y Estados Unidos para reprimir finalmente la capacidad de Rusia de continuar su esfuerzo bélico se producen cuando la comunidad internacional está una vez más galvanizada contra Moscú tras la muerte de Navalni la semana pasada.
El servicio penitenciario de Rusia afirmó que Navalni, un activista de la oposición rusa y el crítico más destacado de Putin durante casi dos décadas, murió repentinamente después de un paseo por la colonia penal «Lobo Polar», donde estaba recluido.
Sin embargo, no se ha presentado ninguna prueba que respalde la afirmación. Muchos, incluido el presidente Biden, han acusado al Kremlin de juego sucio.
El trabajo anticorrupción de Navalni lo puso frecuentemente en desacuerdo con la administración Putin a lo largo de los años.
A principios de la década de 2000, Navalni fue arrestado varias veces por liderar protestas contra la centralización del poder estatal por parte de Putin en la oficina ejecutiva.
Las tensiones entre los dos aumentaron y Navalni fue acusado en varios momentos de malversación de fondos, fraude y difamación, lo que permitió a Putin prohibirle postularse en las elecciones presidenciales de 2018.
En 2020, Navalni fue envenenado con Novichok, un agente nervioso comúnmente utilizado por las fuerzas de seguridad rusas, y fue trasladado en avión a Alemania para recibir tratamiento de emergencia.
La UE y el Reino Unido impusieron sanciones a los servicios de seguridad rusos tras el envenenamiento, que según funcionarios europeos “solo fue posible con el consentimiento de la Oficina Ejecutiva Presidencial [rusa]”.
Los fiscales rusos se negaron a abrir una investigación penal sobre el envenenamiento, diciendo que no había pruebas de que se hubiera cometido un delito.
En cambio, cuando Navalni regresó a Rusia después de su estadía en el hospital en Alemania, fue arrestado por violar su libertad condicional al ir a Alemania.
Poco después de ese último arresto, las organizaciones anticorrupción de Navalni fueron declaradas operaciones extremistas y él fue sentenciado a 19 años adicionales de prisión por organizarlas y financiarlas.
El presidente Biden culpó al Kremlin de la muerte de Navalni la semana pasada, diciendo que Putin era directamente responsable.
«No se equivoquen, Putin es responsable de la muerte de Alexei Navalni», dijo el presidente Biden a los periodistas.
“Aquí no hay duda de que la muerte de Navalni fue consecuencia de algo que hicieron Putin y sus matones”.
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