La Fuerza Aérea de Estados Unidos se está preparando para desplegar seis bombarderos B-52 en el norte de Australia, en medio de un continuo aumento de la fuerza militar estadounidense en la región en respuesta a la constante agresión de Beijing.
Los trabajos se están realizando en las instalaciones de la base aérea de Tindal, situada a tres horas y media al sur de Darwin, la ciudad más septentrional de Australia.
Los funcionarios estadounidenses están elaborando planes para una «instalación de operaciones de escuadrón» y un centro de mantenimiento y aparcamiento para seis bombarderos B-52, de acuerdo a la Australian Broadcasting Corporation. Se espera que el costo alcance los 100 millones de dólares.
El B-52 Stratofortress sigue siendo una parte formidable del ejército estadounidense desde la década de 1950. El avión es capaz de volar distancias extremadamente largas sin repostar (8800 millas o 14,080 kilómetros) mientras transporta una enorme carga útil (70,000 libras o 31,500 kilogramos), incluyendo armas nucleares.
Las continuas agresiones en el Mar de China Meridional y el Estrecho de Taiwán impulsaron a los planificadores militares australianos y estadounidenses a reforzar la región de Darwin (el Top End), incluyendo la puesta en marcha de ejercicios marítimos regulares y mejoras en las instalaciones militares existentes. Estados Unidos y Australia operan conjuntamente una base de vigilancia por satélite llamada Pine Gap, situada en los alrededores del centro de Australia.
Los funcionarios de defensa australianos también se han encargado de adquirir nuevo material militar, e incluso contemplan la posibilidad de comprar el B-21 Raider, que aún no se ha estrenado, de acuerdo a los informes.
Todo es parte del plan, dice experto
En respuesta a los informes, la embajadora de Estados Unidos en Australia, Caroline Kennedy, dijo que la región se enfrenta a «tensiones crecientes».
«Yo se de esto desde que serví en Japón, pero Estados Unidos ha trabajado durante los últimos 75 años muy duro para apoyar el orden basado en reglas», dijo Kennedy a la Australian Broadcasting Corporation el 31 de octubre.
Mientras tanto, Michael Shoebridge, director de Strategic Analysis Australia, dijo que los informes de la mayor concentración no son nada nuevo, señalando que los preparativos habían estado en curso desde 2012 bajo la era Obama-Gillard.
«Se está implementando esa gran idea de 2012, pero el gran desarrollo nuevo, por supuesto, es (por) una necesidad mucho mayor para disuadir a Beijing de un conflicto», declaró el estratega a The Epoch Times.
Shoebridge dijo que los informes de los medios de comunicación y los comentaristas pueden retratar la medida como una incitación al conflicto con Beijing, pero señaló que Australia era solo una parte para «dispersar» de manera más amplia de la capacidad de Estados Unidos en toda la región contra el Partido Comunista Chino, en particular en Taiwán, Japón, Corea del Sur, Filipinas y Guam.
«[Esto está] complicando la planificación bélica de Beijing. Así que es un movimiento estratégico y no es una iniciativa realmente agresiva como transmiten algunos informes [de los medios de comunicación] —es más bien sabia que agresiva».
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