La Séptima Flota de la Armada estadounidense informó que el destructor de misiles guiados USS Ralph Johnson, de la clase Arleigh Burke, atravesó el Estrecho de Taiwán el 22 de agosto, lo que provocó una advertencia de China.
El estrecho es una vía fluvial angosta de agua que separa China de Taiwán por unas 80 millas, donde el ejército chino ha estado realizando regularmente ejercicios, al tiempo que aumenta la retórica sobre la toma de Taiwán.
La Séptima Flota declaró que se trataba de un tránsito rutinario conforme al derecho internacional.
“El buque transitó por un corredor del Estrecho que está más allá del mar territorial de cualquier Estado costero”, reza el comunicado. “Ningún miembro de la comunidad internacional debe ser intimidado o coaccionado para que renuncie a sus derechos y libertades. El ejército de Estados Unidos vuela, navega y opera dondequiera que lo permita el derecho internacional”.
Durante las tres últimas décadas, el Partido Comunista Chino (PCCh) ha venido realizando reivindicaciones territoriales en el Mar de China Meridional, que dice justificar con leyes nacionales.
Estas reivindicaciones son contrarias al derecho internacional, que designa varias vías fluviales como aguas internacionales libres y otras como territorio costero de otras naciones soberanas.
El PCCh ha seguido ignorando estas leyes internacionales, a pesar de las protestas diplomáticas y la condena internacional.
La Séptima Flota de la Armada estadounidense declaró que el paso por el estrecho de Taiwán “demuestra el compromiso de Estados Unidos con la defensa de la libertad de navegación para todas las naciones como principio”.
La respuesta del PCCh al tránsito del USS Ralph Johnson adoptó el tono de sus respuestas anteriores a los buques internacionales que atraviesan el Mar de China Meridional, con el régimen afirmando que las naciones están socavando la paz y provocando a China.
El ejército del PCCh calificó el hecho como una “exageración pública”. Dijo que envió fuerzas navales y aéreas para vigilar y advertir a la nave de EE.UU. y que “trataría con él de acuerdo con la ley y los reglamentos”.
“Las tropas del teatro de operaciones permanecen en alerta máxima en todo momento y salvaguardarán resueltamente la soberanía y la seguridad nacionales, así como la paz y la estabilidad regionales”, declaró el Ejército Popular de Liberación chino.
En mayo, el Departamento de Estado de Estados Unidos hizo un llamado a la distensión tras lo que calificó como provocaciones militares por parte del ejército chino, que realizó dos días de ejercicios de ataque frente a las costas de Taiwán.
Estados Unidos envió otros buques a través del estrecho a principios de este año, al igual que Canadá. Alemania tiene previsto enviar dos buques de guerra el mes que viene. Estados Unidos, Francia, Alemania, Indonesia, Italia, Japón, Malasia, Singapur y Filipinas han realizado maniobras militares en el Mar de China Meridional con fines disuasorios.
Al menos un tercio del comercio mundial pasa por el Mar de China Meridional, y el estrecho de Taiwán es una ruta clave, por la que transita el 44 por ciento de la flota mundial de contenedores y más del 80 por ciento de los buques más grandes. Taiwán también fabrica cerca del 90 por ciento de los microchips más avanzados del mundo.
Mientras el PCCh intenta ganar territorio y control sobre partes del Mar de China Meridional, también aprobó nuevas leyes nacionales que, según afirma, otorgan al ejército chino la autoridad para vigilar las aguas. El año pasado, el PCCh promulgó nuevas normas que permiten a sus guardacostas detener a extranjeros a los que el régimen acuse de invadir las aguas en disputa.
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