El gobierno de Joe Biden está considerando la posibilidad de ofrecer vacunas contra el COVID-19 a los refugiados afganos, dijo el lunes la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
Psaki también dijo a los periodistas que los refugiados de Afganistán que llegan a Estados Unidos están siendo sometidos a test de detección de COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
«Se les está haciendo la prueba, y estamos considerando ofrecerles vacunas y en cómo será ese proceso», añadió.
Psaki indicó que en los próximos días proporcionará una actualización sobre un posible procedimiento de vacunación contra el COVID-19 para los refugiados afganos.
El presidente Joe Biden fijó el 31 de agosto como fecha límite para evacuar a los ciudadanos estadounidenses y a los aliados afganos de Kabul, después de casi dos décadas de presencia militar en el país, la que comenzó tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
El lunes, la organización terrorista Talibán, que tomó el control de Kabul el 15 de agosto, advirtió de las consecuencias en caso de que Biden no retire todas las tropas estadounidenses restantes antes de la fecha límite.
Estados Unidos autorizó 34,500 visas, de las cuales 8000 fueron para solicitantes de Visas Especiales para Inmigrantes Afganos (SIV). El programa de visas SIV se creó para proteger a los aliados afganos que arriesgan su vida ayudando a las tropas estadounidenses en el país.
El portavoz del Pentágono, John Kirby, dijo a los periodistas el lunes que solo aquellos que son «débiles o sintomáticos» son examinados por el personal médico especializado en COVID-19 en el aeropuerto internacional Hamid Karzai, de Kabul.
Kirby añadió que los evacuados afganos son sometidos a pruebas de COVID-19 a su llegada a Estados Unidos.
Los funcionarios están tomando «las precauciones adecuadas», pero «dadas las circunstancias extraordinarias, se emitió una exención humanitaria general para las pruebas de COVID-19 de todos los individuos que el gobierno de Estados Unidos está transportando por avión desde Afganistán», dijo el portavoz.
La «exención humanitaria general» fue anunciada por primera vez por el Departamento de Estado el 19 de agosto.
Dado que Afganistán había sido un foco de la pandemia del virus del PCCh, antes de la toma de Kabul por parte de los talibanes se exigían exámenes médicos a los evacuados, incluidos los test de detección de COVID-19, lo que añadió una presión adicional a los esfuerzos por sacar a los afganos en riesgo.
El asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, dijo durante una rueda de prensa el lunes que Estados Unidos evacuó a más de 37,000 personas de Afganistán desde el 14 de agosto.
«Solo en las últimas 24 horas, 28 vuelos militares estadounidenses evacuaron a aproximadamente 10,400 personas de Kabul», dijo Sullivan.
Los solicitantes de la visa SIV, sus familias y otras personas en riesgo comenzaron a llegar el domingo a la base del Ejército de Estados Unidos en Fort McCoy, en el oeste de Wisconsin, indicó Fort McCoy en una declaración. Esto se suma a los afganos que actualmente están siendo gestionados en la base Fort Lee, en Virginia. Se esperan más llegadas en los próximos días.
La portavoz de Fort McCoy, Cheryl Phillips, dijo que los refugiados están viajando a la base de la Guardia Nacional Aérea de Volk Field y de ahí son transportados a Fort McCoy, que está situado entre Tomah y Sparta, a unas 100 millas al noroeste de Madison.
No está claro cuántos refugiados recibirá Fort McCoy. Sin embargo, 1000 soldados del Ejército de Estados Unidos y de la Reserva del Ejército se están reuniendo en dicha base para prestar apoyo.
Fort McCoy es una de las tres instalaciones militares de Estados Unidos aprobadas por el Departamento de Defensa para el alojamiento temporal de los refugiados. El Comando Norte de Estados Unidos está trabajando para crear capacidad adicional en la base de Wisconsin, así como en Fort Lee; en Fort Bliss, de Texas; y potencialmente en otras bases.
Con información en The Associated Press
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