El gobierno de Estados Unidos está «fuertemente enfocado» en la posibilidad de un ataque terrorista en Afganistán por parte de un grupo como ISIS-K, un enemigo declarado de los talibanes, dijo un alto funcionario del gobierno.
El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo el 19 de agosto a NBC Nightly News que el gobierno continuará en sus esfuerzos para supervisar una evacuación en el aeropuerto de Kabal, pero es consciente de las posibles amenazas de ataques terroristas de grupos como ISIS Khorasan, también conocido como ISIS-K.
Sullivan añadió que sacar a los estadounidenses de Afganistán era «una operación arriesgada» debido a las dudas sobre si los talibanes seguirían permitiendo el tránsito seguro de personas al aeropuerto.
«Una de las contingencias en las que estamos muy centrados, fuertemente enfocados, es la posibilidad de un ataque terrorista por parte de un grupo como el ISIS-K, que por supuesto es un enemigo declarado de los talibanes, por lo que seguiremos trabajando para minimizar los riesgos y ampliar el número de personas en los aviones», dijo Sullivan.
El ISIS-K sigue activo luego de tres años de su creación, según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), un think tank de Washington D.C., que dijo que el grupo recibió apoyo del grupo terrorista ISIS en Irak y Siria.
La filial del ISIS se encuentra en el este de Afganistán y ha llevado a cabo varios ataques devastadores, en su mayoría dirigidos a la minoría musulmana chií del país.
El CSIS dijo que el grupo fue responsable de casi 100 ataques contra civiles en Afganistán y Pakistán, así como de unos 250 enfrentamientos con las fuerzas estadounidenses, afganas y pakistaníes desde enero de 2017.
Se cree que los terroristas del ISIS-K están detrás de un atentado de 2018 en el que murieron al menos 68 personas, entre ellas decenas de jóvenes estudiantes que presentaban exámenes de acceso a la universidad en el barrio Dasht-e-Barchi de Kabul.
En mayo de 2020, el enviado de Paz, Zalmay Khalilzad, dijo que el gobierno de Estados Unidos creía que el ISIS-K era también responsable de un atentado contra un hospital de maternidad en un barrio de mayoría musulmana chiíta de Kabul en el que murieron 24 personas, entre ellas recién nacidos y madres.
El mismo día, la filial terrorista atacó el funeral de un jefe militar progubernamental, matando a 34 personas, tuiteó Khalilzad.
El ISIS-K no ha reivindicado la autoría del ataque al hospital de maternidad.
Funcionarios estadounidenses afirman que están trabajando sin descanso para evacuar fuera de Kabul a los estadounidenses y a quienes ayudaron a las fuerzas estadounidenses, pero que la situación de seguridad sobre el terreno es difícil.
El miércoles, la embajada de Estados Unidos en Kabul dijo que el gobierno federal y el ejército no pueden garantizar un paso seguro al aeropuerto de Kabul después de que los extremistas talibanes tomaran la capital el 15 de agosto.
«El gobierno de Estados Unidos no puede garantizar la circulación segura al aeropuerto internacional Hamid Karzai», escribió la embajada estadounidense en una alerta de seguridad emitida el miércoles, añadiendo que «la situación de seguridad en Kabul sigue cambiando rápidamente, incluso en el aeropuerto».
Sullivan dijo a la NBC que no se sabía el número exacto de estadounidenses que seguían en el país, pero que el gobierno de Biden se había comprometido a subir a un avión a cualquier estadounidense que quisiera salir y que se pusiera en contacto con funcionarios estadounidenses.
«Ahora mismo hemos establecido contacto con los talibanes para hacer posible el tránsito seguro de la gente al aeropuerto y en este momento eso está funcionando para llevar a los estadounidenses y afganos en riesgo al aeropuerto», dijo. «Dicho esto, no podemos dar nada por hecho».
Sullivan añadió que Washington «seguirá trabajando para minimizar los riesgos y ampliar el número de personas en los aviones».
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