Estados Unidos está mal preparado para otra pandemia mundial, según la directora saliente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la Dra. Rochelle Walensky.
Walensky hizo esta advertencia como invitada del New York Times, para un ensayo que fue publicado el 27 de junio, pocos días antes de dejar su cargo.
El presidente Joe Biden reveló a principios de este mes que Walensky, de 54 años, sería reemplazada por la Dra. Mandy Cohen, exfuncionaria de salud de alto rango de Carolina del Norte, quien ha apoyado agresivamente las órdenes de vacunación contra COVID-19 y el uso generalizado de las mascarillas.
En su ensayo, Walensky citó múltiples retos de la salud pública que han tenido lugar en todo el mundo en los últimos años, como la pandemia de COVID-19, que continúa en constante evolución, el brote de viruela del mono y el mayor brote de enfermedad de ébola en Uganda, causado por el ebolavirus de Sudán.
También señaló el primer caso de poliomielitis paralítica identificado en Estados Unidos en casi una década. El poliovirus de tipo 2 derivado de la vacuna se notificó en un residente del condado de Rockland, situado a una hora de la ciudad de Nueva York, en septiembre de 2022. El individuo se infectó después de recibir una vacuna oral contra la poliomielitis que ya no se administra en Estados Unidos, según los CDC.
Walensky dijo a continuación que en los últimos años más de 80,000 inmigrantes procedentes de Afganistán llegaron y se asentaron en Estados Unidos, algunos de los cuales, según ella, tienen casos de sarampión activo y otras enfermedades que antes estaban contenidas en el país. Por otra parte, agregó que el «mayor y más prolongado» brote de gripe aviar altamente patógeno entre las bandadas de aves continúa en todo el mundo.
«La labor de salud pública seguirá siendo de vital importancia y los retos igual de complejos», escribió Walensky. «Sin embargo, me temo que la desesperación de la pandemia se está desvaneciendo demasiado rápido de nuestra memoria, tal vez porque es demasiado doloroso recordar a una nación devastada, puesta de rodillas».
Los CDC, «golpeados por un escrutinio persistente»
Walensky afirmó que los CDC han sido «marginados» y «golpeados por un escrutinio persistente» por los errores que cometieron al principio de la pandemia de COVID-19.
Ella ha sido muy criticada por la respuesta de su agencia a la pandemia, e hizo declaraciones falsas sobre la eficacia de las vacunas y la mortalidad infantil. Funcionarios de los CDC admitieron anteriormente que la agencia sanitaria había cometido «errores bastante dramáticos y bastante públicos».
Sin embargo, la directora saliente subrayó que la respuesta de Estados Unidos a la pandemia se vio obstaculizada en parte por «décadas de falta de inversión en salud pública», lo que, en su opinión, hizo que la nación estuviera «mal preparada para una pandemia mundial».
Ella indicó que esto también podría repercutir gravemente en futuras respuestas a pandemias.
«Algunas estimaciones sugieren que faltan 80,000 trabajadores de salud pública en todo Estados Unidos para cubrir las necesidades básicas de salud pública. A día de hoy, algunos de nuestros sistemas de datos de salud pública dependen de viejas máquinas de fax», escribió Walensky. «Los laboratorios nacionales carecen tanto de equipos de última generación como de científicos cualificados para trabajar con ellos. Durante la pandemia, la respuesta a estos problemas imperantes fue una rápida inyección de dinero, recursos que fueron rápidamente retirados».
Se necesita invertir más en salud pública
«No basta con apoyar la salud pública cuando hay una emergencia. La montaña rusa de la afluencia de recursos durante una crisis, seguida de una financiación insuficiente una vez que se ha abordado la amenaza, expone un sistema destrozado y pone en riesgo vidas futuras», continuó Walensky.
«Se necesitan inversiones duraderas y sostenibles en salud pública, a lo largo del tiempo y de las administraciones, para que Estados Unidos esté mejor preparado para el próximo brote de enfermedades infecciosas a gran escala u otra amenaza sanitaria».
«Yo quiero recordar a Estados Unidos: La cuestión no es si habrá otra amenaza para la salud pública, sino cuándo», concluyó la directora saliente de los CDC. «Los CDC necesitan el apoyo del público y del Congreso si este va a ser preparado para protegerlos a ustedes de futuras amenazas».
Walensky se unió a un puñado de otros responsables sanitarios que han advertido de la necesidad de una mayor preparación ante otra posible pandemia.
En mayo, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, subrayó que el fin de la emergencia sanitaria mundial por el COVID-19 «no es el fin del COVID-19 como amenaza sanitaria mundial».
«Sigue existiendo la amenaza de que surja otra variante que cause nuevas oleadas de enfermedad y muerte, y sigue existiendo la amenaza de que surja otro patógeno con un potencial aún más mortífero», afirmó el director de la OMS, añadiendo que se necesitan «mecanismos mundiales más eficaces» para abordar y responder mejor a futuras emergencias.
«Cuando la próxima pandemia llame a la puerta – y lo hará– debemos estar preparados para responder de forma decisiva, colectiva y equitativa», declaró Tedros.
Aunque el número de nuevos casos de COVID-19 y de víctimas mortales ha seguido disminuyendo en todo el mundo, China está experimentando actualmente un resurgimiento, impulsado principalmente por las cepas mutantes de la variante ómicron.
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