El Gobierno de Estados Unidos anunció este miércoles la imposición de sanciones económicas contra tres ciudadanos búlgaros y su entramado empresarial por sus supuestos vínculos con la corrupción.
Entre los sancionados destaca el oligarca Vasil Bozhkov, una de las personas más ricas de Bulgaria y al que el Departamento del Tesoro de EE.UU. acusa de intentar crear un canal para que líderes políticos de Rusia influyeran en el Gobierno búlgaro.
En la actualidad Bozhkov vive en Dubái y se encuentra huido de Bulgaria, donde está acusado de delitos fiscales y corrupción.
Las otras dos personas sancionadas por el Departamento del Tesoro son el empresario y exparlamentario Delyan Peevski y el funcionario Ilko Zhelyazkov, que según Estados Unidos son responsables de sobornos.
El Tesoro, asimismo, sancionó a 64 empresas pertenecientes a Bozhkov y a Peevski.
Según Estados Unidos, la de este miércoles es «la mayor acción dirigida contra la corrupción hasta la fecha» y sostuvo que «demuestra el esfuerzo continuo del Departamento del Tesoro para responsabilizar a los involucrados en la corrupción».
Las sanciones económicas del Tesoro prohíben el acceso al sistema financiero estadounidense de las personas y empresas afectadas, congelan los activos que puedan tener en Estados Unidos y prohíben a estadounidenses a hacer negocios con ellos.
En paralelo a las sanciones del Tesoro, el Departamento de Estado puso en su lista negra a Peevski y Zhelyazkov, así como a los también funcionarios Alexander Manolev, Petar Haralampiev y Krasimir Tomov, también por actos de corrupción.
Estas personas, así como sus familiares directos, tienen a partir de ahora prohibida la entrada a Estados Unidos.
Aunque es habitual que EE.UU. imponga sanciones contra individuos, funcionarios, empresas y entidades extranjeras por todo el mundo, no lo es que el afectado sea un miembro de la Unión Europea, aliado clave de Washington.
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