Estados Unidos ha comenzado a evacuar su embajada en la capital afgana, con más tropas en camino para ayudar a asegurar el aeropuerto de Kabul, que es ahora la única ruta de salida del país después de que el rápido avance de los talibanes pusiera todos los pasos fronterizos bajo su control.
«Tenemos un pequeño grupo de personas que se van ahora mientras hablamos, la mayoría del personal está listo para irse», dijo un funcionario de EE. UU. a Reuters el domingo. «La embajada sigue funcionando».
El grupo islamista tomó el control de la ciudad oriental clave de Jalalabad el sábado después de que el gobernador se rindiera para evitar «bajas y destrucción», dijo a Reuters un funcionario afgano con sede en Jalalabad. «Permitir el paso a los talibanes era la única manera de salvar vidas civiles».
De este modo, se cortó la principal carretera de salida del país hacia Pakistán desde la capital, que tiene una población de 5 millones de habitantes.
Un segundo funcionario de seguridad dijo que los talibanes habían acordado dar un paso seguro a los funcionarios del gobierno y a las fuerzas de seguridad para que salieran de Jalalabad.
A última hora del sábado, los talibanes también se apoderaron de la ciudad norteña de Mazar-i-Sharif con pocos combates.
Después de que las fuerzas lideradas por EE. UU. retiraran el grueso de sus tropas restantes en el último mes, la campaña de los talibanes hizo rápidos avances para reclamar territorio.
El presidente de EE. UU., Joe Biden, autorizó el sábado el despliegue de 5000 soldados para ayudar a garantizar una retirada «ordenada y segura» del personal estadounidense y de otros aliados, y evacuar a los ciudadanos afganos que ayudaron a la misión liderada por EE. UU., incluidos traductores, periodistas y activistas de derechos humanos. Un funcionario de defensa de EE. UU. dijo que eso incluía 1000 tropas recién aprobadas de la 82ª División Aerotransportada. Los países aliados también han enviado tropas para ayudar en la evacuación.
La Administración Biden también se comprometió a hacer frente a futuras amenazas terroristas desde Afganistán y a ayudar al presidente afgano Ashraf Ghani y a otros líderes afganos a buscar un acuerdo político.
Mientras tanto, Biden advirtió a los talibanes que Estados Unidos dará una respuesta militar contundente si el personal de EE. UU. está en peligro.
Equipos que caen en manos del enemigo
Los combatientes talibanes entraron el sábado en Mazar-i-Sharif prácticamente sin oposición, mientras las fuerzas de seguridad escapaban por la carretera hacia el vecino Uzbekistán, a unos 80 kilómetros al norte, dijeron funcionarios provinciales. Un video no verificado en las redes sociales mostraba vehículos del ejército afgano y hombres uniformados abarrotando el puente de hierro entre la ciudad afgana de Hairatan y Uzbekistán.
Dos influyentes líderes de las milicias que apoyan al gobierno y que están en contra de los talibanes —Atta Mohammad Noor y Abdul Rashid Dostum, que se encuentran entre los líderes regionales que han estado luchando contra los talibanes desde los días de los muyahidines antisoviéticos y el colapso del partido comunista afgano— también huyeron. Noor dijo en las redes sociales que los talibanes se habían hecho con el control de la provincia de Balkh, donde se encuentra Mazar-i-Sharif, debido a una «conspiración».
«A pesar de nuestra firme resistencia, tristemente, todo el gobierno y los equipos de la #ANDSF fueron entregados a los #Talibanes como resultado de un gran complot organizado y cobarde», escribió Noor en Twitter. «Habían orquestado el complot para atrapar al mariscal Dostum y a mí también, pero no lo consiguieron».
En un comunicado a última hora del sábado, los talibanes afirmaron que sus rápidos avances demostraban que eran aceptados popularmente por el pueblo afgano y tranquilizaron tanto a afganos como a extranjeros de que estarían a salvo.
Los talibanes «protegerán, como siempre, su vida, su propiedad y su honor y crearán un entorno pacífico y seguro para su amada nación», dijo, y añadió que los diplomáticos y los trabajadores humanitarios tampoco tendrían problemas.
Acercamiento a Kabul
Con la caída de las ciudades y provincias circundantes, muchos afganos han estado desplazándose a Kabul, temiendo un retorno al gobierno islamista de línea dura.
A primera hora del domingo, se veía a los refugiados de las provincias controladas por los talibanes descargando sus pertenencias de los taxis, las familias permanecían frente a las puertas de las embajadas, mientras que el centro de la ciudad estaba repleto de gente que se abastecía de provisiones.
Cientos de personas dormían acurrucadas en tiendas de campaña o a la intemperie en la ciudad, junto a las carreteras o en aparcamientos, dijo un residente el sábado por la noche. «Se puede ver el miedo en sus rostros», dijo.
Kabul tiene una superficie de unos 1000 kilómetros cuadrados y está rodeada de montañas. Hay cuatro carreteras principales para acceder a la ciudad: desde Maidan Shahr en el suroeste, Pul-e-Alam en el sur, Surobi en el este y Bagram en el norte.
Con la caída de Jalalabad, la carretera principal llevará a los talibanes al oeste directamente a Surobi.
Al sur de Kabul, un miembro del consejo provincial local dijo a Reuters que los talibanes también habían tomado Pul-e-Alam el sábado.
Biden se ha enfrentado a un aumento de las críticas internas a medida que los talibanes han ido tomando ciudad tras ciudad mucho más rápidamente de lo previsto. El presidente retrasó varios meses la fecha prevista de retirada, iniciada por el expresidente republicano Donald Trump, para poner fin a la misión militar de EE. UU. en Afganistán antes del 31 de agosto, rompiendo un acuerdo con los talibanes.
Biden dijo que corresponde a los militares afganos mantener su propio territorio. «Una presencia estadounidense interminable en medio del conflicto civil de otro país no es aceptable para mí», dijo Biden el sábado.
Ghani mantuvo el sábado conversaciones con líderes locales y socios internacionales, incluido el secretario de Estado de EE. UU. Antony Blinken. Ghani y Blinken discutieron planes urgentes para reducir la violencia en Afganistán, dijo el Departamento de Estado.
Catar, que ha acogido las conversaciones de paz, hasta ahora inconclusas, entre el gobierno afgano y los talibanes, dijo que había instado a los terroristas a cesar el fuego. Ghani no ha dado señales de responder a la demanda de los talibanes de que dimita como condición para cualquier alto el fuego.
Con información de Reuters.
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