Estados Unidos llevó a cabo una segunda ronda de ataques a primera hora del sábado, hora local, contra objetivos de rebeldes hutíes respaldados por Irán en Yemen, justo un día después de lanzar ataques aéreos coordinados con aliados internacionales contra 28 posiciones del grupo armado.
Los nuevos ataques se producen después de que los rebeldes hutíes dispararan el viernes al menos un misil balístico contra buques de la crucial ruta marítima internacional del Mar Rojo, según un alto cargo militar.
Alrededor de las 3:45 de la madrugada del sábado, hora local, el USS Carney, un buque de guerra estadounidense, utilizó misiles Tomahawk en un ataque de seguimiento contra un sitio de radar hutí en Yemen, con el objetivo de degradar su capacidad para atacar buques marítimos, declaró el Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM).
El teniente general del Ejército Douglas Sims, director de operaciones del Estado Mayor Conjunto, dijo a los periodistas en una rueda de prensa a primera hora del viernes que el misil disparado «en represalia» por los rebeldes hutíes ese día no alcanzó a ningún buque.
«Mi conjetura es que los hutíes están tratando de resolver las cosas sobre el terreno y tratando de determinar qué capacidades todavía existen para ellos», dijo el teniente general Sims, añadiendo que esperaba que intentaran «algún tipo de represalia».
El teniente general Sims indicó su esperanza de que Irán ejerza su «influencia con los hutíes» para desalentar nuevas acciones de represalia.
«Hay una serie de actores aquí que tienen la capacidad y tienen influencia con los hutíes, que reconocen que el conflicto continuo (…) no es ventajoso para ellos. Irán sería uno de ellos», dijo el general Sims.
«Como saben, los iraníes están directamente conectados con esto, ellos han estado conectados con los hutíes durante bastante tiempo, y sabemos que los hutíes les escuchan. Así que la esperanza sería que cualquier pensamiento real de represalia se base en un claro entendimiento de que, ya saben, simplemente no se van a meter con nosotros aquí».
El ataque se produjo después de que Estados Unidos y el Reino Unido atacaran el jueves 28 posiciones diferentes de los hutíes en Yemen en lo que, según las autoridades del país, era un intento de interrumpir y degradar su capacidad de llevar a cabo ataques similares a los que llevan a cabo desde mediados de noviembre contra las rutas marítimas internacionales en el Mar Rojo.
La respuesta de EE.UU. y el Reino Unido el jueves, apoyada por una serie de otros países, utilizó «algo más de 150 municiones diversas» disparadas desde el aire y el mar contra misiles, radares y capacidades de vehículos aéreos no tripulados de los Hutíes, dijo el teniente general Sims durante una sesión informativa telefónica el 12 de enero.
El teniente general indicó que los objetivos del ataque estaban ubicados en áreas escasamente pobladas y que no se esperaba un gran número de víctimas. “No se trataba necesariamente de víctimas, sino de la degradación de su capacidad” en términos de atacar “el transporte marítimo internacional en el Mar Rojo, en Bab-al-Mandeb”.
Los dos países también contaron con el respaldo de Canadá, Australia, Bahréin y los Países Bajos en capacidad no operativa el jueves.
Los hutíes han atacado barcos comerciales en el Mar Rojo desde mediados de noviembre, alegando una venganza contra Israel por su campaña en Gaza. Un alto funcionario de la administración rechazó esta justificación de los ataques a los buques de carga el jueves, afirmando que el objetivo de los hutíes es alterar el comercio mundial.
«Se trata de una cuestión de comercio global, libertad de navegación y amenazas a los buques comerciales y las vías navegables internacionales», dijo el alto funcionario de la administración.
CENTCOM señaló que los dos ataques llevados a cabo esta semana “no tienen asociación y son independientes de la Operación Guardián de la Prosperidad, una coalición defensiva de más de 20 países que operan en el Mar Rojo, el Estrecho de Bab al-Mandeb y el Golfo de Adén”.
El presidente Joe Biden emitió una advertencia el viernes de que Estados Unidos emprendería nuevas acciones militares en respuesta a los continuos ataques con aviones no tripulados y misiles hutíes contra buques comerciales en el Mar Rojo, y calificó su comportamiento de escandaloso.
“Nos aseguraremos de responder a los hutíes si continúan con este comportamiento escandaloso junto con nuestros aliados”, dijo el presidente Biden mientras estaba en Pensilvania.
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