A medida que el brote de coronavirus acelera su propagación mundial, Estados Unidos ha reiterado su apoyo a Taiwán, que participa en la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Durante años, a Taiwán se le prohibió obtener la condición de observador en la OMS debido a las objeciones del régimen chino. Desde el comienzo del brote de COVID-19, la isla autónoma ha protestado aún más por su exclusión de la agencia de salud de la ONU, diciendo que esto estaba obstaculizando los esfuerzos mundiales para contener la enfermedad.
«Este brote de COVID-19 solo subraya aún más la inaceptabilidad de que Taiwán sea excluido de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asamblea Mundial de la Salud porque la República Popular de China bloquea cada intento de hacerlo», dijo Jonathan Fritz, subsecretario adjunto en el La Oficina de Asuntos del Este de Asia y el Pacífico del Departamento de Estado de EE.UU., durante una audiencia del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara el 27 de febrero.
«Continuamos retrocediendo muy, muy duro en contra de eso con la mayor cantidad posible de socios con ideas afines, y creo que nuestro argumento solo se ve reforzado ahora por el brote», agregó Fritz.
El régimen chino considera a Taiwán como parte de su territorio y ha trabajado para bloquear la membresía de la isla en muchos organismos internacionales. Taiwán, gobernado democráticamente, dice que está separado del régimen comunista y, por lo tanto, debería tener una representación separada en foros internacionales.
Taiwán, que tiene 34 casos confirmados del virus, ha sido excluido de participar en reuniones sobre el brote celebrado por el Comité de Emergencia de la OMS. Pero en un pequeño avance diplomático reciente, se le permitió participar en una reunión técnica online sobre el virus.
La OMS también agrupa los casos de virus de Taiwán con los de China, por lo que la isla clasifica a la isla como de «muy alto riesgo». Como resultado, algunos países han impuesto restricciones de viaje para las llegadas que han visitado la isla, lo cual provocó protestas desde Taiwán.
La presidente de Taiwán, Tsai Ing-wen, también criticó previamente al régimen chino por dar información incorrecta a la OMS sobre el número de casos en la isla.
Fritz dijo que el aislamiento del régimen chino de Taiwán ha impedido los esfuerzos internacionales para detener la propagación del brote.
«Al punto en que no puedan obtener información oportuna de la OMS que afecta la salud pública en Taiwán», dijo.
«Por otro lado, Taiwán tiene mucha experiencia (…) tienen su propio historial epidemiológico que ahora se ocupa de COVID-19, y en la medida en que eso no se comparte de manera completa y oportuna con otros miembros de la OMS, claramente, eso no hace nada por la salud pública del resto de la comunidad internacional», agregó Fritz.
El representante Steve Chabot (R-Ohio) en la misma audiencia instó al régimen chino a «hacer lo correcto» y permitir que Taiwán se convierta en miembro de pleno derecho de la OMS.
«Es una pena que la República Popular China (…) permita que su intransigencia con respecto a Taiwán ponga no solo al pueblo de Taiwán y su propia gente, sino al resto del mundo más en riesgo de lo que deberíamos estar».
Andrew Bremberg, embajador de Estados Unidos ante la ONU en Ginebra, instó a la Junta Ejecutiva de la OMS en Ginebra el 6 de febrero a permitir la participación de Taiwán en reuniones relacionadas con el brote de coronavirus.
«Para el coronavirus que evoluciona rápidamente, es un imperativo técnico que la OMS presente datos visibles de salud pública sobre Taiwán como un área afectada, y se involucre directamente con las autoridades de salud pública de Taiwán en acciones», dijo Bremberg.
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