El gobierno de Biden anunció que reimpondrá las sanciones a Bielorrusia el 3 de junio y aconsejó a los estadounidenses a no viajar a la nación europea sin litoral, en respuesta al desvío de un avión para detener a un activista de la oposición.
Las medidas forman parte de un conjunto de medidas anunciadas por la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, el viernes por la noche. Las sanciones se dirigen a nueve empresas estatales bielorrusas que anteriormente habían recibido un alivio de las sanciones. Los estadounidenses tendrán prohibido tratar con estas entidades a partir del jueves.
Psaki dijo que Estados Unidos está trabajando con sus aliados europeos para desarrollar más sanciones «asociadas a los continuos abusos de los derechos humanos y la corrupción, la falsificación de las elecciones de 2020 y los acontecimientos del 23 de mayo».
Además, el Departamento del Tesoro está elaborando una orden ejecutiva que permitiría a Estados Unidos un mayor margen de maniobra para imponer sanciones a los componentes del régimen autoritario de Alexander Lukashenko, cuyo férreo gobierno le ha valido el título de «último dictador de Europa».
La política interior, económica y exterior de Lukashenko es similar a la de las dictaduras socialistas y comunistas. El antiguo director de una granja colectiva y miembro del Partido Comunista de la Unión Soviética, Lukashenko, apoyó la propiedad estatal de industrias clave. Fue el único miembro del Parlamento bielorruso que votó en contra de la disolución de la Unión Soviética en 1991.
Psaki dijo que la Administración Federal de Aviación aconsejó a los aviadores que extremen la precaución cuando consideren viajar sobre Bielorrusia y que Estados Unidos suspenderá el Acuerdo de Servicios Aéreos entre Estados Unidos y Bielorrusia de 2019.
El Departamento de Justicia y el FBI están investigando el desvío del avión, dijo Psaki.
«Nosotros tomamos estas medidas, junto con nuestros socios y aliados, para que el régimen rinda cuentas de sus acciones y para demostrar nuestro compromiso con las aspiraciones del pueblo de Bielorrusia», dijo Psaki en una declaración.
«Hacemos un llamado a Lukashenko para que permita una investigación internacional creíble sobre los acontecimientos del 23 de mayo, libere inmediatamente a todos los presos políticos y entable un diálogo político amplio y genuino con los líderes de la oposición democrática y los grupos de la sociedad civil que conduzca a la celebración de elecciones presidenciales libres y justas bajo los auspicios y la supervisión de la OSCE».
Según Ryanair, la operadora del vuelo desviado, los controladores de vuelo bielorrusos comunicaron a la tripulación el 23 de mayo que había una amenaza de bomba contra el avión cuando atravesaba el espacio aéreo bielorruso y le ordenaron aterrizar. Un caza MiG-29 bielorruso fue enviado para escoltar el avión.
Las autoridades bielorrusas detuvieron entonces a Raman Pratasevich, activista de 26 años, periodista y destacado crítico de Lukashenko.
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