EE.UU. sancionó este miércoles a un hijo del líder de Siria, Bachar al Asad, y otras tres personas de su entorno, así como a una división del Ejército sirio y nueve compañías que «enriquecían al régimen sirio a través de negocios inmobiliarios de lujo», anunció el Departamento del Tesoro en un comunicado.
Las sanciones suponen un nuevo esfuerzo de Estados Unidos por aislar económicamente al régimen del país árabe.
El hijo del líder sirio que fue sancionado es Hafez Al Asad, llamado así en honor a su abuelo, que ocupó el poder durante tres décadas dejando un historial de violencia y represión.
Debido a las sanciones, a partir de ahora el hijo de Al Asad, de 18 años, no podrá viajar a EE.UU. ni mantener ningún tipo de propiedad en el país, indicó el Departamento de Estado en otro comunicado.
También fueron sancionados un primo del mandatario sirio, Zuhair Tawfiq al Asad, y el hijo de éste, Karam al Asad; así como el empresario Wassim Anwar Al Qattan, que tiene contratos con el régimen sirio para construir hoteles y centros comerciales en Damasco.
Además, fue sancionada la primera división del Ejército sirio y nueve empresas que supuestamente benefician económicamente al régimen de Al Asad, como el centro comercial Massa Plaza en Damasco.
«EE.UU. sigue comprometido en dar ayuda humanitaria al pueblo sirio, mientras que el régimen de Al Asad intenta beneficiarse de su sufrimiento», afirmó en un comunicado el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
Las sanciones se producen en el marco de Ley César -el seudónimo del fotógrafo de la policía militar siria que desertó con 55,000 imágenes digitales de 11,000 detenidos muertos-, que este año fue aprobada por el Congreso estadounidense.
Bajo esa ley, el Legislativo de EE.UU. autorizaba la imposición de sanciones para restringir el acceso de Al Asad y sus aliados internacionales al sistema financiero estadounidense.
Sin embargo, EE.UU. todavía no ha tomado ninguna acción contra Rusia, aliado clave del líder sirio.
Este mismo mes, al amparo de esta ley, EE.UU. sancionó a Al Asad, y a otras 38 personalidades de su entorno, como su esposa Asma o su hermano Maher.
Esta ola de sanciones viene cuando Siria vive una grave crisis económica y se prepara para entrar en una nueva fase del conflicto, la de la reconstrucción, tras controlar en los dos últimos años gran parte del territorio que perdió desde el inicio de la guerra, que aún continúa.
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