Estados Unidos sancionó este miércoles al ministro iraní del Interior, Abdolreza Rahmaní Fazlí, por haber dado supuestamente «carta blanca» a la represión letal de las protestas de noviembre en Irán, e impuso también castigos financieros al jefe de la Policía iraní y otros seis funcionarios.
«Tenemos razones para creer que el ministro Rahmaní Fazlí dio órdenes de carta blanca que autorizaron que las fuerzas policiales iraníes usaran la fuerza letal contra los manifestantes pacíficos y los transeúntes» en las protestas de finales del año pasado, dijo en un comunicado el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo.
«Sus órdenes llevaron al asesinato de muchos manifestantes, incluidos al menos 23 menores», agregó Pompeo.
Las sanciones, impuestas por los Departamentos del Estado y del Tesoro, impiden la entrada en Estados Unidos del ministro iraní y de sus familiares inmediatos por «violaciones graves de derechos humanos», y bloquean cualquier activo financiero, propiedad o intereses que puedan tener bajo jurisdicción estadounidense.
En un comunicado, el Departamento del Tesoro explicó que las sanciones a Rahmaní Fazlí también tienen que ver con su gestión del Ministerio de Interior desde 2013, durante la cual las fuerzas de seguridad de Irán (LEF, en inglés) han cometido «graves abusos de derechos humanos», incluidos «cientos de asesinatos de iraníes».
«Bajo el mando de Fazlí, el ministerio ha negado de forma rutinaria los permisos para manifestaciones pacíficas, o los concedía pero luego les negaba la seguridad. Esas protestas luego recibían ataques de individuos vestidos de civil pero que se cree que forman parte del aparato de inteligencia y seguridad» estatal, indica la nota del Tesoro.
Además, el Tesoro destacó el papel clave que tuvo Rahmaní Fazlí en la decisión del Gobierno iraní de bloquear temporalmente el acceso a internet durante las protestas de 2019.
La nueva ronda de sanciones afecta además a seis altos cargos de las LEF, por su presunto papel en la represión de protestas y a que esas fuerzas de seguridad «operan centros de detención asociados con abusos físicos y psicológicos», según el Tesoro.
De acuerdo con la nota, las LEF han enviado a «migrantes afganos en Irán» a centros de deportación, donde los Guardianes de la Revolución iraní (IRGC, en inglés), han «coaccionado supuestamente a muchos de ellos para que luchen en milicias iraníes en Siria».
Entre los sancionados se encuentran el jefe de la Policía iraní, general Hosein Ashtarí, que dirige las LEF, y a su número dos, Ayoub Soleimaní; además de otros cuatro dirigentes de esas fuerzas de seguridad y un comandante regional de la IRGC, Hasán Shahvarpur Najafabadi, por su supuesta implicación en el «asesinato de al menos 100 manifestantes» el año pasado en la ciudad de Mahshahr.
Las sanciones afectan por último a un consorcio cooperativo propiedad de las LEF y a su director, Habil Darvish.
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