Estados Unidos y Corea del Sur se comprometieron a organizar una «respuesta abrumadora» que pondría fin al régimen de Kim Jong-un si Corea del Norte lanza un ataque nuclear.
Las dos naciones aliadas emitieron un comunicado conjunto el jueves después de una reunión entre el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, y su homólogo surcoreano, Lee Jong-sup, en el Pentágono.
Austin reafirmó el compromiso de EE. UU. de proporcionar a Corea del Sur «toda la gama de capacidades de defensa dl país, incluidas las capacidades nucleares, convencionales y de defensa contra misiles y las capacidades avanzadas no nucleares».
«Cualquier ataque nuclear contra Estados Unidos o sus aliados y socios, incluido el uso de armas nucleares no estratégicas, es inaceptable y tendrá como resultado el fin del régimen de Kim», dijo el secretario, según la declaración.
Austin dijo en una conferencia de prensa conjunta que las actividades de Corea del Norte están desestabilizando la región. «Así que hacemos un llamado [a Corea del Norte] para que cese ese tipo de actividades y comience a entablar un diálogo serio».
EE. UU. y Corea del Sur extienden sus ejercicios aéreos
La declaración conjunta se produjo tras una serie de lanzamientos de misiles norcoreanos esta semana. Las fuerzas armadas de Corea del Sur dijeron que el jueves, entre ellos, Corea del Norte disparó un misil balístico intercontinental (ICBM), pero el lanzamiento podría haber sido infructuoso.
El presunto lanzamiento de un misil balístico intercontinental (ICBM) hizo que Estados Unidos y Corea del Sur ampliaran sus ejercicios aéreos conjuntos hasta el 5 de noviembre. Los ejercicios denominados Vigilant Storm (Tormenta Vigilante) involucraron 240 aviones militares de ambas partes, además de un avión cisterna de reabastecimiento aéreo de la Real Fuerza Aérea Australiana.
«He consultado con el ministro Lee, y hemos decidido ampliar Vigilant Storm, que es nuestro ejercicio de entrenamiento combinado programado desde hace tiempo, para reforzar aún más nuestra preparación e interoperabilidad», dijo Austin.
Corea del Norte denunció la decisión como una «opción peligrosa y falsa». Pak Jong-chon, secretario del gobernante Partido de los Trabajadores, advirtió que la prolongación de los ejercicios aéreos daría lugar a «una fase incontrolable», informó la Agencia Central de Noticias de Corea, de ámbito estatal.
El régimen de Kim considera los ejercicios conjuntos de Estados Unidos y Corea del Sur como un «ensayo de invasión» y ha respondido con una serie de lanzamientos de misiles. Corea del Norte disparó el jueves tres misiles balísticos, uno de los cuales se cree que es el citado misil balístico intercontinental (ICBM), después de haber lanzado más de 20 misiles el día anterior.
Las fuerzas armadas de Corea del Sur respondieron a los lanzamientos del miércoles con tres misiles aire-tierra, que, según las autoridades, cayeron a una distancia similar más allá de la Línea Límite Norte (NLL), la disputada frontera marítima entre las dos Coreas.
El presidente surcoreano Yoon Suk-yeol celebró el miércoles una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional y ordenó que se tomen «medidas estrictas» para que Corea del Norte «pague un precio claro por su provocación».
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