Estados Unidos y Corea del Sur advirtieron que cualquier ataque nuclear por parte de Corea del Norte sería respondido de forma «abrumadora y decisiva» luego que la semana pasada Corea del Norte adoptara una doctrina nuclear de primer uso.
Los dos aliados emitieron una declaración conjunta tras una reunión a nivel viceministerial del Grupo de Estrategia y Consulta de la Disuasión Extendida (EDSCG, por sus siglas en inglés) celebrada el viernes, en la que expresaron su «grave preocupación» por la ley nuclear de Corea del Norte.
Estados Unidos y Corea del Sur afirmaron que utilizarán «todas las palancas disponibles», incluidos los instrumentos diplomáticos, informativos, militares y económicos, para reforzar la disuasión contra la amenaza nuclear que supone Corea del Norte.
«Estados Unidos se comprometió a reforzar la coordinación con [Corea del Sur] para seguir desplegando y ejercitando los activos estratégicos en la región de manera oportuna y eficaz para disuadir y responder a [Corea del Norte] y mejorar la seguridad regional», señaló.
Se refirieron al entrenamiento combinado de aviones de combate F-35A en julio y al próximo despliegue del USS Ronald Reagan Carrier Strike Group en la región como «una clara demostración de dicho compromiso estadounidense».
«Estados Unidos y [Corea del Sur] reafirmaron que un ensayo nuclear [de Corea del Norte] se enfrentaría a una respuesta fuerte y decidida de todo el gobierno», declaró.
Los dos aliados acordaron mejorar la preparación estratégica de la alianza mediante la mejora del intercambio de información, el entrenamiento y los ejercicios. Se comprometieron a cooperar estrechamente y a «estar preparados para todos los escenarios posibles».
Ley nuclear de Corea del Norte
Corea del Norte aprobó la semana pasada una nueva ley que le permite llevar a cabo un ataque nuclear «automáticamente» contra cualquier «fuerza hostil» que suponga una amenaza inminente para la nación, según el portavoz estatal Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA).
La ley establece que Corea del Norte empleará las armas nucleares solo como último recurso, pero que las fuerzas nucleares serán la principal política de defensa nacional para proteger la soberanía, la integridad territorial y el pueblo del país.
El líder norcoreano, Kim Jong Un, dijo que la ley hará que el estatus de Corea del Norte como estado con armas nucleares sea «irreversible», según la KCNA.
En su discurso, Kim se refirió a Estados Unidos como el «estado enemigo nuclear» de Corea del Norte y culpó a Corea del Sur de agravar las tensiones militares en la región con su postura de defensa conjunta con Washington.
El 9 de septiembre, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, reiteró que Washington no tiene «ninguna intención hostil» hacia Corea del Norte y que sigue buscando la diplomacia.
Afirmó que Washington está dispuesto a reunirse sin condiciones previas, pero que Corea del Norte ha ignorado los esfuerzos.
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, había ofrecido a Corea del Norte lo que denominó un «plan audaz» que «mejoraría significativamente la economía del país y los medios de subsistencia de su pueblo por etapas» a cambio de la desnuclearización completa.
Pero Corea del Norte rechazó la oferta de Yoon. Kim dijo que no habrá conversaciones de desnuclearización, ni negociaciones, ni «piezas de negociación» en ese proceso.
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