Estados Unidos y su principal aliado, Filipinas, celebran el 11 de abril sus mayores maniobras bélicas en décadas. Más de 17,600 militares de ambos países participarán en el evento bilateral anual en la isla y sus alrededores.
Las maniobras conjuntas, conocidas como «Balikatan», se prolongarán hasta el 28 de abril, según un comunicado de prensa de la Embajada de Estados Unidos en Filipinas.
Durante los ejercicios, aproximadamente, 5400 miembros de las Fuerzas Armadas de Filipinas (AFP) y 12,200 militares estadounidenses entrenarán «hombro con hombro, desarrollando la interoperabilidad y una capacidad mejorada en las áreas de seguridad marítima, operaciones anfibias, entrenamiento con fuego real, operaciones urbanas y de aviación, ciberdefensa, contraterrorismo y asistencia humanitaria y preparación para el socorro en caso de catástrofe», dijeron las autoridades.
Específicamente, el ejercicio de este año —la 38ª iteración del evento— incluirá un post-ejercicio de comando bilateral que «reforzará la capacidad de los Aliados para planificar, coordinar y proporcionar mando y control de fuerzas conjuntas contra una serie de escenarios y desafíos simulados».
Según la embajada, el adiestramiento también ayudará a las Fuerzas Armadas de Filipinas y a las de Estados Unidos a «refinar tácticas, técnicas y procedimientos relacionados con la seguridad marítima, y a desconfigurar ataques y maniobras en un espacio de batalla compartido y disputado».
El personal militar de ambas naciones también llevará a cabo diversos proyectos de Asistencia Cívica Humanitaria (HCA) destinados a mejorar las infraestructuras, potenciar la respuesta médica y estrechar los lazos entre las comunidades locales y las fuerzas militares filipinas y estadounidenses.
Tales actividades como parte de los proyectos HCA incluyen la construcción o renovación de tres centros de salud comunitarios y salas polivalentes, así como la formación en técnicas avanzadas de rescate de emergencia y salvamento, dijo la embajada.
Advertencia de China
Los simulacros se producen en un momento en que el gobierno de Biden intenta reforzar las alianzas en toda la región del Indo-Pacífico para contrarrestar mejor la creciente amenaza de China, que se ha vuelto cada vez más agresiva en sus acciones contra Taiwán, una isla autogobernada a la que considera parte de su territorio, que según Beijing debe unirse al continente.
Las maniobras del martes se iniciaron justo después de que Beijing pusiera fin a tres días de ejercicios militares en torno a Taiwán, los que incluyeron pruebas de capacidades militares integradas en condiciones de combate real, la práctica de ataques de precisión y el bloqueo de la isla.
Estas maniobras militares se produjeron después de que la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, se reuniera en Los Ángeles con el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano Kevin McCarthy, lo que provocó la indignación de Beijing.
Los últimos ejercicios de combate entre Estados Unidos y Filipinas —que se encuentra muy cerca de Taiwán— corren el riesgo de exacerbar aún más las tensiones entre Washington y Beijing.
Los ejercicios conjuntos «no deben interferir en las disputas del Mar de China Meridional, y menos aún dañar la soberanía territorial, los derechos e intereses marítimos y los intereses de seguridad de China», dijo el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin, en una declaración del lunes.
«No es una provocación»
En marzo, el portavoz de Balikatan, el coronel Michael Logico, dijo a los periodistas que los ejercicios «no son una provocación». A la vez, señaló que el ejército tiene el poder de llevar a cabo tales ejercicios dentro de su propio territorio, incluyendo sus aguas territoriales.
«Todo lo que estamos haciendo aquí es solo dentro de nuestro territorio. Nuestros ejercicios no son de agresión. Nosotros denominamos nuestros ejercicios como de defensa, así que estamos haciendo defensa marítima, defensa territorial, defensa costera», dijo Logico.
En otra declaración de principios de mes, el portavoz de las Fuerzas Armadas de Filipinas, coronel Medel Aguilar, subrayó que las maniobras conjuntas sirven para mejorar «las tácticas, técnicas y procedimientos de Estados Unidos y Filipinas en una amplia gama de operaciones militares», a la vez que aumentan su capacidad de «trabajar juntos con eficacia y eficiencia en respuesta a diversas situaciones de crisis».
El presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr.., se ha esforzado por mejorar los lazos en materia de defensa con Estados Unidos desde que asumió el cargo, después de que su predecesor redujera los ejercicios para estrechar lazos con Beijing.
En febrero, concedió a Washington un mayor acceso a cuatro bases militares de su país, tres de ellas en el norte de la isla de Luzón, la más cercana a Taiwán, aparte de China.
Marcos tiene previsto asistir en directo a los últimos ejercicios, declaró a los reporteros el coronel Logico.
Por otra parte, los ministros de Defensa y Asuntos Exteriores de Estados Unidos y Filipinas se reunirán esta semana en Washington por primera vez en siete años.
Con información de Reuters
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