México y Estados Unidos aumentarán el intercambio de datos para frenar mejor el flujo de drogas sintéticas, incluido el fentanilo.
Las dos naciones también se comprometieron a emprender una serie de acciones que mejorarán su capacidad para rastrear y combatir conjuntamente el tráfico de drogas, armas de fuego y seres humanos, según altos funcionarios de la administración Biden.
Los acuerdos son parte de un esfuerzo más amplio «para facilitar la acción contra las organizaciones criminales que trafican con personas, armas y drogas ilícitas, incluido el fentanilo, hacia nuestras comunidades», dijeron los funcionarios durante una conferencia de prensa el 8 de febrero.
«Todos estuvimos de acuerdo en que se trata de una amenaza compartida no sólo para nosotros, los países de América del Norte, sino para todo el mundo», dijo un funcionario.
El compromiso bilateral se produjo de forma paralela a la cuarta reunión del Comité Trilateral sobre el Fentanilo, un foro creado por Canadá, México y Estados Unidos para dirigir las medidas prioritarias para combatir al comercio ilícito de fentanilo en Norteamérica.
Allí, la asesora de Seguridad Nacional, Liz Sherwood-Randall, encabezó una delegación de seguridad que se reunió con el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y miembros del gabinete de seguridad mexicano.
«Ha sido un debate largo y sustantivo sobre una variedad de temas, e increíblemente productivo y constructivo desde nuestra perspectiva», dijo un funcionario.
«Acordamos dos pasos concretos para aumentar el intercambio de información y datos entre Estados Unidos y México».
Por otro lado, en la tercera reunión del Comité Trilateral de Fentanilo realizado el 7 de febrero en México en el Palacio Nacional, la delegación mexicana encabezada por la canciller, Alicia Bárcena, destacó los siguientes temas:
El combate permanente de drogas sintéticas, en especial, del fentanilo; la petición de México para profundizar la colaboración en el combate a las armas procedentes principalmente de EE. UU.; la estrategia mexicana de decomiso de 8 toneladas de fentanilo, 569 toneladas de metanfetaminas, 2528 toneladas de precursores químicos y 48,000 armas de fuego en los últimos cinco años; la detención de 83,553 integrantes de bandas delictivas, incluidos 5514 objetivos prioritarios de todos los grupos delincuenciales; y los esfuerzos conjuntos entre los tres países de América del Norte para atender los asuntos prioritarios para el bienestar de la región.
Cada año mueren más de 100,000 estadounidenses a causa de la epidemia de opioides que hace estragos en Estados Unidos desde hace años.
Las muertes por sobredosis relacionadas con opioides se han disparado durante la última década.
Mientras que las muertes por opioides sintéticos como el fentanilo han experimentado el mayor aumento, incrementándose en más del 580 por ciento anualmente entre 2012 y 2017, y siguen siendo elevadas, según el Centro Nacional de Estadísticas sobre el Abuso de Drogas.
México y Estados Unidos son los más presionados para combatir el flujo ilícito de fentanilo, un opioide sintético fabricado principalmente en América Latina con precursores químicos importados de la China comunista.
Un funcionario reconoció que alrededor de 110,000 estadounidenses murieron por sobredosis de drogas el año pasado, y alrededor del 70 por ciento de esas muertes se debieron a drogas sintéticas, incluyendo el fentanilo.
Esas cifras parecen haber alcanzado su punto máximo, dijo el funcionario, pero aún no han bajado.
«Hemos visto que las cifras se han nivelado, diría yo, así que esperamos que eso lleve a un descenso», dijo el funcionario.
«Sigue siendo demasiado alto».
La relación entre Estados Unidos y México se ha vuelto tensa
Para ello, el funcionario destacó la importancia del intercambio internacional de datos, lo que ha llevado al reciente descubrimiento de que los cárteles de la droga están lanzando al mercado fentanilo líquido de grado médico.
Un funcionario dijo que esta versión más nueva de la droga, igualmente adictiva pero menos letal, «se está introduciendo en el mercado ilícito con la esperanza de intentar enganchar a más gente».
En este sentido, dijeron los funcionarios, Canadá, Estados Unidos y México se comprometieron a «desarrollar y aplicar un protocolo común de análisis de síntesis de drogas, que permitirá a los toxicólogos de los tres países conocer mejor las tendencias regionales en materia de drogas».
Las naciones también se comprometieron a aumentar la cooperación en una serie de problemas interrelacionados, como la producción de drogas ilícitas, la migración en el hemisferio, el tráfico de armas de fuego y el aumento de las investigaciones conjuntas.
En particular, se enviarán agentes de Canadá y México a Estados Unidos para ayudar a las operaciones fronterizas estadounidenses a rastrear y comprender mejor las tendencias delictivas.
«Tanto México como Canadá se comprometieron a incorporar personal al Centro Nacional de Identificación de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos para aumentar y agilizar el intercambio de información sobre delincuentes y actividades ilícitas relacionadas con el tráfico de fentanilo y armas de fuego», dijo un funcionario.
México y Estados Unidos han desarrollado una relación tensa en los últimos años por innumerables temas relacionados con la migración, la delincuencia y la política.
Los líderes estadounidenses están particularmente preocupados por las drogas que circulan a través de México procedentes de América del Sur, mientras que México está ocupado luchando contra el flujo ilegal de armas de fuego procedentes de Estados Unidos.
El declive de las normas democráticas en México, así como las acusaciones no comprobadas de vínculos entre el narcotráfico y miembros del gabinete del Sr. López Obrador, también han aportado momentos de tensión a la relación bilateral.
A principios de este mes, el presidente de México dio a entender que la cooperación continua en materia de migración y tráfico de drogas podría verse afectada debido a reportajes de los medios estadounidenses que señalaban que su primera campaña presidencial recibió contribuciones procedentes del dinero del narcotráfico.
«¿¡Cómo vamos a estar sentados en la mesa hablando del combate a la droga, si ellos o una institución de ellos está filtrando información y dañándome!? No a mí, a lo que represento”, dijo el Sr. López Obrador, el 1° de febrero en su conferencia matutina.
“¿¡Cómo vamos a estar hablando de migración y vamos a estar hablando de combate a la droga y del fentanilo si un periodista dice que tiene pruebas de la DEA!?”, agregó.
También se quejó de las acciones de los agentes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) en México y trabajó para limitar sus visas tras el arresto de un exsecretario de defensa mexicano por la DEA el año pasado. Estados Unidos finalmente retiró los cargos y liberó al exfuncionario de regreso a México.
La administración Biden depende en gran medida del gabinete de López Obrador para impedir el paso a los inmigrantes que se dirigen a la frontera con Estados Unidos.
Si México pusiera fin a tales esfuerzos, el flujo de drogas y de inmigración ilegal hacia Estados Unidos podría aumentar drásticamente.
Los funcionarios de la administración Biden dijeron que la cuestión de la democracia en México “no fue el tema de la reunión” y “nunca se planteó”.
También subrayaron que las dos naciones mantenían una “base muy sólida de cooperación” y participaban en un “diálogo consistente, constructivo y sincero”.
“Sabemos que nuestros colegas mexicanos trabajan muy duro contra esta amenaza a diario, que hacen grandes sacrificios en esta lucha, ya saben, la pérdida de sus soldados y policías en esta lucha. Y lo reconocemos y lo apreciamos”, dijo un funcionario.
Con información de Alicia Márquez.
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