Estados Unidos y Polonia pusieron en marcha el 10 de junio en la capital polaca una operación internacional destinada a ayudar a Ucrania a contrarrestar la desinformación rusa.
El enviado especial del Departamento de Estado de Estados Unidos, James Rubin, responsable de contrarrestar la desinformación, y el plenipotenciario del ministro de Asuntos Exteriores polaco, Tomasz Chłoń, encargado del mismo mandato, establecieron un nuevo Grupo de Comunicaciones de Ucrania para contrarrestar la desinformación rusa sobre Ucrania, dice una declaración del ministerio de Asuntos Exteriores polaco.
El grupo, que comenzó a trabajar el martes, incluye a representantes de 12 países, entre ellos miembros de la OTAN como Canadá, Francia, Alemania, Finlandia, Suecia, Italia, Lituania, Letonia, Polonia, Eslovenia y Estados Unidos, así como Ucrania, dijo el ministerio.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y el servicio diplomático de la Unión Europea también participan en el grupo, según la declaración.
El Sr. Chłoń dijo que alrededor de una docena de expertos tendrán su base en el recién creado centro de Varsovia, para vigilar y responder a la desinformación rusa sobre Ucrania, de acuerdo a PolskieRadio, una emisora de radio polaca.
Los miembros del grupo tienen como objetivo «coordinar los mensajes, promover la información precisa sobre la invasión a gran escala de Rusia, amplificar las voces ucranianas y exponer la manipulación informativa del Kremlin», dijo el Departamento de Estado de Estados Unidos en una declaración.
El Departamento de Estado acusó al Kremlin de utilizar mentiras y manipular la información para justificar su invasión de Ucrania, «ocultar sus objetivos bélicos» y socavar la solidaridad con Ucrania.
El Sr. Rubin también subrayó la importancia de la guerra de la información, ya que la desinformación rusa cuenta con el apoyo de China, según PolskieRadio24.pl.
También indicó que China repite cada argumento de la diplomacia rusa relacionado con la guerra en Ucrania en el espacio de la información, según la radioemisora.
«El desafío en la guerra de la información no es solo saber lo que los rusos están haciendo, sino también averiguar cuáles son las mejores maneras de combatirlo», dijo el lunes el Sr. Rubin a los periodistas en la Embajada de Estados Unidos en Varsovia.
La idea de la iniciativa partió de Estados Unidos, pero fue acogida con entusiasmo por Polonia, cuyo gobierno está preocupado por el daño que la desinformación puede suponer para las democracias.
Cada vez más, las autoridades polacas afirman que Polonia, en la frontera con Ucrania, es también objetivo de sabotajes y otras medidas perturbadoras por parte de los servicios secretos rusos.
El Sr. Rubin, que dirige el Centro de Compromiso Global del Departamento de Estado de EE. UU., dijo que Varsovia era una ubicación lógica para el Grupo de Comunicaciones de Ucrania, dado el gran número de funcionarios que pasan por la capital polaca para entrar y salir de Ucrania durante la guerra.
El Global Engagement Center es una agencia encargada de exponer y contrarrestar la propaganda y la desinformación extranjera, estatal y no estatal, destinada a socavar o influir en Estados Unidos, sus aliados y las naciones asociadas, según el sitio web de la agencia.
Polonia, miembro de la OTAN, ha sido el centro de distribución de armas occidentales enviadas a Ucrania. También acoge a muchos ucranianos que han huido de la invasión rusa iniciada en febrero de 2022.
Acuerdo sobre desinformación
El 10 de junio, el Sr. Rubin y el Sr. Chłoń también firmaron un memorando de entendimiento sobre cooperación entre Estados Unidos y Polonia para contrarrestar la manipulación informativa por parte de países extranjeros, según una declaración del Departamento de Estado estadounidense.
La cooperación se basará en un equema esbozado por el Departamento de Estado en enero y ya respaldado por otros 17 países de Europa, Asia, África y Norteamérica, según el comunicado.
Según el Departamento de Estado, contrarrestar la manipulación extranjera de la información requiere que sus signatarios adopten un enfoque más activo que la táctica de «vigilar e informar». Los países que lo suscriban deben adoptar medidas para salvaguardar la libertad de expresión, proteger a los «grupos marginados», garantizar la transparencia en la propiedad de los medios de comunicación y proteger las elecciones de la influencia extranjera, señaló el departamento.
Los países también deberían dedicar una institución gubernamental a coordinar la lucha contra la desinformación a nivel nacional y participar en los esfuerzos internacionales, aconsejó el departamento.
La sociedad civil, los medios de comunicación independientes y el mundo académico deberían participar en las iniciativas dirigidas por el gobierno para combatir la manipulación de la información, dijo el departamento.
Con información de The Associated Press.
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