La economía de Estados Unidos ya está en proceso de entrar en recesión, según un economista especializado en cómo el sentimiento afecta a los mercados.
De acuerdo a su previsión, una gran cantidad de capital mal invertido será eliminado y áreas de la economía que históricamente han sido resistentes a las crisis podrían no serlo esta vez.
La economía está bajo la influencia de «ciclos de confianza» y cuando el sentimiento de los consumidores se desplaza hacia la expectativa de una recesión, el mercado entra en ella, indica su investigación.
«Creo que el pastel se ha horneado desde la perspectiva del sentimiento, donde la gente está actuando ahora, asumiendo que se avecina una recesión y recuerden que es esa acción la que realmente provoca la llegada de una recesión», dijo Peter Atwater, exinversionista de fondos de cobertura y ahora profesor del College of William & Mary en Virginia, durante una reciente entrevista en Wealthion.
En opinión de Atwater, miles de empresas falsearon sus beneficios con dinero fácil gracias a las tasas de interés ultrabajas fijadas por la Reserva Federal.
«Con el dinero gratis, la capacidad de manipular financieramente los resultados de las ganancias es ilimitada», dijo a continuación.
Ahora que las tasas de interés suben, esas empresas empezarán a tener problemas para refinanciar sus préstamos.
«Esto está consumiendo el aire de la habitación», dijo el economista anticipando que «miles» de tales empresas podrían quebrar.
A medida que el crédito se va estrechando, muchas empresas «de ensueño» resultarán inviables y fracasarán, predijo, señalando que el exceso de confianza en el mercado ha hecho que los inversionistas «compren promesas incluso de las cosas más ridículas».
«Hubo tanto capital desplegado irresponsablemente para captar sueños que el volumen de destrucción de capital va a ser masivo», indicó el economista.
Arwater supone que la élite financiera, hasta ahora, no está apreciando la gravedad de la situación porque su estilo de vida se ha aislado extraordinariamente de la realidad del común, lo que llamó «ceguera del trabajo desde la casa».
«La élite financiera pasa tanto tiempo aislada del mundo real que creo que ha perdido de vista el hecho de que la gente que les entrega cosas, que vive en el mundo real, tiene que comprar gasolina», añadió.
Durante las recesiones anteriores, algunas partes de la economía solían librarse de grandes pérdidas y podían servir de refugio para los inversionistas. Entre ellos se encuentran los bonos del Estado y las empresas que atienden a una clientela de alto nivel, como los fabricantes de artículos de lujo. En los últimos años, las grandes empresas tecnológicas también han sido tratadas como apuestas seguras.
Sin embargo, según Atwater, es posible que todas ellas también se vean afectadas esta vez.
«Lo que no creo que los inversores aprecien del todo es que estamos sufriendo un retroceso tanto en la renta fija como en la renta variable de forma simultánea y no va a haber ningún lugar donde esconderse en eso», dijo el economista.
Las empresas que prestan servicios a los ricos, por su parte, pueden encontrarse con que su clientela está en peor forma financiera de lo esperado.
En los últimos años, hay indicadores de que los ricos se han endeudado mucho, siguiendo el mantra de «no lo vendas, pide prestado», para evitar los impuestos, explicó Atwater.
«Es una estrategia fiscal magistral, pero carece por completo de conexión con la realidad», añadió.
Como resultado,»nadie ha contemplado que las mayores pérdidas potenciales podrían estar entre los clientes que hasta ahora han sido los más seguros», dijo a continuación.
También ha estado observando un fenómeno inusual en el que los agentes del mercado se están desgastando por la prolongada inestabilidad del mercado sin llegar a tocar fondo.
«Todo el mundo, en cierto modo, se siente como: ‘¿Ya llegamos? ¿Se acabó?’ La gente está cansada. No es miedo, es fatiga, y no viendo que un mercado toque fondo, en el sentido de que todos estemos cansados», dijo Atwatter.
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