Estados Unidos debe liberar a los misioneros en Haití sin pagar rescate, dijo el domingo el representante Adam Kinzinger (R-Ill.), poco después de que una organización de ayuda cristiana de EE. UU. dijera que un grupo de sus misioneros había sido secuestrado en la nación caribeña.
El republicano de Illinois dijo a la CNN que Estados Unidos debe encontrar al grupo y ver si puede negociar su liberación sin pagar un rescate, o si debe utilizar al ejército o a la policía para asegurar su libertad.
«Tenemos que rastrear dónde están y ver si es posible negociar (sin pagar rescate). O hacer lo que sea necesario, en un frente militar o policial», dijo Kinzinger, que forma parte de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.
La noticia se produce después de que Christian Aid Ministries, con sede en Ohio, dijera en un mensaje enviado a varias misiones religiosas que hasta 17 misioneros estadounidenses, entre ellos mujeres y niños, habían sido secuestrados en la comuna de Ganthier durante el fin de semana mientras volvían a casa tras ayudar en la construcción de un orfanato.
«Esta es una alerta especial de oración», decía un mensaje en WhatsApp, cuya captura de pantalla fue vista por The Epoch Times. «Recen para que los miembros de la banda se arrepientan». El mensaje también decía que entre los secuestrados había mujeres, niños y algunos ancianos.
El inspector de la policía haitiana Frantz Champagne dijo a The Associated Press que el grupo fue secuestrado por la banda 400 Mawozo, que se traduce como 400 «hombres sin experiencia». Según las autoridades, la banda controla la zona de Croix-des-Bouquets y lleva a cabo secuestros y robos de coches.
Según relatos de otros misioneros, el autobús del grupo fue secuestrado.
El Departamento de Estado de EE. UU. dijo a varios medios de comunicación en una declaración que estaba al tanto de las noticias sobre los secuestros.
«El bienestar y la seguridad de los ciudadanos de EE. UU. en el extranjero es una de las más altas prioridades del Departamento de Estado», dijo el portavoz en una declaración, sin ofrecer comentarios adicionales.
«Estamos buscando la dirección de Dios para una resolución, y las autoridades están buscando formas de ayudar», dijo Christian Aid Ministries en una declaración.
Los secuestros han aumentado durante meses en Haití a medida que la economía del empobrecido país empeora, aunque los secuestros de extranjeros son relativamente raros. Las víctimas proceden generalmente de la clase media haitiana —maestros, sacerdotes, funcionarios, pequeños empresarios— que no pueden permitirse guardaespaldas pero sí reunir un rescate.
El Departamento de Estado incluye actualmente a Haití en la lista de «no viajar», señalando la alta criminalidad, los secuestros, los disturbios civiles y la COVID-19.
«Los secuestros están muy extendidos y entre las víctimas se encuentran regularmente ciudadanos de EE. UU.», advierte la agencia en su página web. «Los secuestradores pueden utilizar una planificación sofisticada o aprovechar oportunidades imprevistas, e incluso se han atacado convoyes».
«Los casos de secuestro suelen implicar la negociación de un rescate y las víctimas, ciudadanos de EE. UU., han sufrido daños físicos durante los secuestros. Las familias de las víctimas han pagado miles de dólares para rescatar a sus familiares».
Con información de Jack Phillips y Reuters.
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