Estados Unidos desplegó aviones de combate en Alemania, anunció este miércoles el Comando de la Reserva de la Fuerza Aérea de Estados Unidos a través de una declaración.
Varios aviones de combate F-35A Lightning II llegaron el miércoles a la base aérea alemana de Spangdahlem, junto con pilotos, mantención y personal de apoyo del ala de combate en servicio activo número 388 y del grupo de reserva 419 —la primera unidad F-35A Lightning II con capacidad de combate en servicio activo en la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
«Nuestros aviadores y aviones estaban listos para salir. Estoy agradecido por su arduo trabajo y por todo el apoyo que recibimos de la Base Aérea de Hill para partir al exterior», dijo en una declaración el coronel Craig Andrle, comandante del Ala de Caza 388. «Este despliegue demuestra que podemos proporcionar a nuestra Fuerza Aérea las capacidades del F-35A en cualquier parte del mundo rápidamente».
El despliegue cuenta con la «plena cooperación del gobierno alemán» y está destinado a «reforzar la preparación, mejorar la postura de defensa colectiva de la OTAN y aumentar aún más las capacidades de integración aérea con las naciones aliadas y asociadas», según el Comando de la Reserva de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (AFRC). «Los aviones están equipados para una variedad de misiones para disuadir la agresión y defender a los Aliados en caso de que falle la disuasión».
«Nos enfrentamos a un entorno dinámico y este despliegue mejora significativamente nuestro apoyo a las defensas de la OTAN», dijo en una declaración el general Jeff Harrigian, comandante de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en Europa y de la Fuerza Aérea de África y comandante del Comando Aéreo Aliado.
Además del despliegue del F-35A, Estados Unidos también desplegó ocho aviones de combate F-15E en Lask, así como seis aviones de reabastecimiento de combustible-KC-135 Stratotankers en la base aérea de Ramstein, Alemania.
«Estos despliegues se llevaron a cabo con plena coordinación con las naciones anfitrionas y las autoridades militares de la OTAN, y aunque son de naturaleza temporal, son medidas prudentes para aumentar la preparación y mejorar la defensa colectiva de la OTAN durante este período de incertidumbre», dice la declaración del AFRC.
A principios de este mes, el Pentágono anunció que iba a enviar 3000 soldados a los países aliados de Europa del Este —Alemania, Polonia y Rumanía— para reforzar las fuerzas aliadas en medio de las acusaciones de los líderes occidentales de una inminente invasión de Rusia en la vecina Ucrania.
El 15 de febrero, el portavoz del ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, dijo en una declaración que el país estaba retirando algunas tropas cerca de la frontera ucraniana. Las unidades rusas habían estado participando en ejercicios militares en la región. No quedó claro el número de soldados que Rusia pretendía retirar.
El mismo día, el presidente Joe Biden advirtió en un discurso que más de 150,000 soldados rusos estaban concentrados a lo largo de las fronteras de Ucrania, que Estados Unidos «aún no ha verificado» que ninguno de los soldados se esté retirando y que una invasión rusa es «todavía una gran posibilidad».
El 16 de febrero, funcionarios de la OTAN dijeron que Moscú seguía añadiendo tropas en la frontera con Ucrania.
«No hemos visto ningún retiro de las fuerzas armadas rusas, y por supuesto, eso contradice el mensaje de los intentos diplomáticos», dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, a los periodistas. «Lo que vemos es que aumentaron el número de soldados y que vienen más soldados en camino. Así que, de momento, no hay desescalada».
A última hora del 16 de febrero, un alto funcionario de la administración Biden habló con los periodistas. «Ahora hemos confirmado que en los últimos días Rusia aumentó su presencia de soldados a lo largo de la frontera ucraniana hasta en 7000 soldados y algunos llegaron incluso hoy». El funcionario añadió que el anuncio del gobierno ruso del retiro de los soldados de Ucrania es falso.
La portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, dijo el 16 de febrero que los medios de comunicación occidentales estaban tratando de desencadenar una guerra en Europa del Este. «Para desgracia de muchos medios de comunicación occidentales, una vez más la guerra no comenzó. Ellos han hecho todo lo posible por hacerla realidad», dijo Zakharova, según la agencia de noticias rusa TASS.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo el 14 de febrero que Estados Unidos trasladó su embajada de la ciudad ucraniana de Kiev a Lviv «debido a la dramática velocidad en que se acumularon fuerzas armadas rusas». En los días anteriores, los funcionarios de la administración Biden dijeron que Rusia tenía planes de atacar a Ucrania pronto, posiblemente antes de que concluyan los Juegos Olímpicos de Invierno el 20 de febrero. Sin embargo, no proporcionaron detalles ni pruebas.
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