CAMP DAVID, Maryland —El presidente Joe Biden y los dirigentes de Corea del Sur y Japón acordaron estrechar los lazos trilaterales en materia de seguridad y economía en una cumbre histórica celebrada en Camp David el 18 de agosto. También emitieron una enérgica condena del «comportamiento peligroso y agresivo» del régimen chino en el mar de China Meridional.
El presidente Biden anunció los acuerdos, incluidos lo que los líderes denominaron los «Principios de Camp David», al término de sus conversaciones con el presidente surcoreano Yoon Suk Yeol y el primer ministro japonés Fumio Kishida.
«El objetivo de nuestra cooperación trilateral en materia de seguridad es y seguirá siendo promover y mejorar la paz y la estabilidad en toda la región», afirmaron en una declaración conjunta.
El presidente Biden mantuvo, al igual que los funcionarios estadounidenses, surcoreanos y japoneses, que la cumbre «no trataba sobre China», sino que se centraba en cuestiones de seguridad más amplias.
En una declaración conjunta de la cumbre, los tres países se comprometieron a consultarse sin demora en caso de crisis y a coordinar sus respuestas a los desafíos, provocaciones y amenazas regionales que afecten a los intereses comunes.
También acordaron realizar anualmente ejercicios trilaterales de entrenamiento militar y compartir información en tiempo real sobre los lanzamientos de misiles norcoreanos para finales de 2023. Los países prometieron celebrar cumbres trilaterales anualmente.
Los tres líderes también acordaron cooperar en la «resistencia de la cadena de suministro», especialmente en semiconductores y baterías, así como en otras tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial y la computación cuántica.
La asociación apunta a China y Corea del Norte
Las tres potencias llamaron específicamente por su nombre a la China comunista y a Corea del Norte, y prometieron la oposición de las tres potencias a cualquier cambio unilateral del actual statu quo en el Indo-Pacífico.
«En relación con el peligroso y agresivo comportamiento en apoyo de reivindicaciones marítimas ilegales que hemos presenciado recientemente por parte de la República Popular China (RPC) en el mar de China Meridional, nos oponemos firmemente a cualquier intento unilateral de cambiar el statu quo en las aguas del Indopacífico», dice la declaración.
«En particular, nos oponemos firmemente a la militarización de las zonas reclamadas; al uso peligroso de buques guardacostas y milicias marítimas; y a las actividades coercitivas», añadía.
«Reafirmamos la importancia de la paz y la estabilidad a través del estrecho de Taiwán como elemento indispensable de seguridad y prosperidad en la comunidad internacional. No hay ningún cambio en nuestras posiciones básicas sobre Taiwán, y pedimos una resolución pacífica de las cuestiones a través del estrecho».
En este sentido, el presidente surcoreano afirmó que la solidaridad entre las tres potencias era necesaria para garantizar que no se atentara contra la libertad de todos.
«El presidente Roosevelt afirmó una vez: La libertad no es algo dado, sino algo por lo que se lucha», dijo el Sr. Yoon. «Para asegurarnos de que cada una de nuestras libertades no se vea amenazada ni dañada, nuestras tres naciones deben reforzar nuestra solidaridad. Tal es también nuestra promesa y nuestro mandato hacia nuestras generaciones futuras».
Compromiso de consulta
Entre los principios adoptados el viernes figura también un «compromiso de consulta», por el que la asociación trilateral acordó consultarse mutuamente y coordinar las respuestas a los «desafíos, provocaciones y amenazas regionales que afecten a nuestros intereses y seguridad colectivos».
Se espera que estas consultas incluyan el intercambio de inteligencia, la alineación de los mensajes y la coordinación de las acciones de respuesta a las amenazas emergentes.
Junto a Kishida y Yoon, el presidente Biden elogió a los líderes por su valentía política en la búsqueda de un acercamiento. Dijo que comprendían que el mundo se encontraba «en un punto de inflexión, en el que estamos llamados a liderar de nuevas formas, a trabajar juntos, a permanecer juntos».
«Fundamentalmente, todos nos hemos comprometido a consultarnos rápidamente en respuesta a las amenazas que se ciernan sobre cualquiera de nuestros países, cualquiera que sea su origen», afirmó. «Eso significa que tendremos una línea directa para compartir información y coordinar nuestras respuestas siempre que haya una crisis en la región, o que afecte a cualquiera de nuestros países».
«Juntos vamos a defender el derecho internacional» y a oponernos a la «coacción», dijo el presidente Biden.
Sin mencionar a China por su nombre, el Sr. Kishisa afirmó: «Continúan los intentos unilaterales de cambiar el statu quo por la fuerza en los mares de China Oriental y Meridional», al mismo tiempo que añadió que la amenaza nuclear y de misiles de Corea del Norte «no hace sino aumentar».
«Reunión sin precedentes»
El régimen comunista de China ha atacado el acercamiento entre las tres potencias, acusando a los socios de «aumentar las tensiones», y ha prometido «oponerse» a cualquier medida que considere contraria a sus propios intereses.
El portavoz adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel, declaró a principios de esta semana que la cumbre trilateral no es un acto de «provocación».
«No hay ninguna razón para considerar esta cumbre como una provocación o cualquier tipo de paso o esfuerzo para incitar a las tensiones», declaró Patel en una rueda de prensa celebrada el 15 de agosto.
«De lo que se trata es de profundizar nuestra asociación y colaboración en una serie de áreas que creemos que son de interés mutuo compartido para nuestros tres países».
Estados Unidos mantiene sólidas alianzas tanto con Japón como con Corea del Sur. Sin embargo, sólo recientemente ha empezado a surgir la posibilidad de una cooperación defensiva entre Tokio y Seúl.
Las tensiones históricas que se remontan a la ocupación japonesa de Corea en la primera mitad del siglo XX impidieron anteriormente una cooperación mucho más profunda entre ambas naciones. Pero en los últimos años, la creciente agresividad de la China comunista y de Corea del Norte ha servido para descongelar esas tensiones y empujar a las dos potencias hacia una postura más cooperativa.
Denis Wilder, investigador principal de la Iniciativa para el Diálogo EE .UU.-China sobre Cuestiones Globales de la Universidad de Georgetown, declaró que la medida se debe a la labor sin precedentes de los líderes surcoreanos y japoneses.
«Se trata de una reunión sin precedentes», declaró Wilder durante una entrevista concedida el 18 de agosto a NTD, medio de comunicación asociado de The Epoch Times. «Los tres líderes nunca se habían reunido así. Normalmente, los encuentros han sido al margen de otras reuniones».
«Pero el presidente surcoreano, en particular, ha hecho mucho este año para suavizar la relación con Japón».
A tal fin, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, afirmó que los líderes estaban adoptando medidas audaces para cimentar esa relación cada vez más cálida y crear marcos institucionales para una cooperación trilateral en materia de seguridad más sólida entre las tres potencias. No obstante, subrayó que la asociación «explícitamente no era una OTAN para el Pacífico».
«Estamos abriendo una nueva era, y nos estamos asegurando de que esa era tenga capacidad de permanencia», declaró el Sr. Sullivan durante una rueda de prensa celebrada por la mañana.
La asociación, dijo el Sr. Sullivan, promoverá una visión positiva del futuro del Indo-Pacífico y trabajará para garantizar una región más justa y estable.
«Esta asociación no va en contra de nadie, sino a favor de algo», declaró el Sr. Sullivan. «Es por una visión del Indopacífico libre, abierta, segura y próspera».
A la pregunta de si la asociación trilateral invertiría la tendencia contra la creciente agresión de la China comunista en la región, el Sr. Wilder se mostró optimista, y añadió que los esfuerzos de Estados Unidos iban mucho más allá de estas dos alianzas.
«Esto ayuda, pero Estados Unidos también está reforzando a sus aliados y socios en toda la región», declaró el Sr. Wilder.
«Estamos reforzando nuestras defensas ante la creciente amenaza militar china».
Con información de Emel Akan, Reuters y The Associated Press.
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