El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) anunció el 8 de agosto la restricción de las importaciones de otras cinco empresas chinas por prácticas de trabajo forzoso con uigures y otras minorías de Xinjiang.
La nueva prohibición, que entrará en vigor el 9 de agosto, forma parte de los esfuerzos continuos del gobierno estadounidense por eliminar de las cadenas de suministro de Estados Unidos los productos fabricados mediante trabajo forzoso con base en la República Popular China (RPC) a la Ley de Prevención del Trabajo Forzoso de Uigures (UFLPA, por sus siglas en inglés).
Esta ley bipartidista restringe las importaciones vinculadas a un genocidio en curso de uigures en la región occidental china de Xinjiang identificado por el gobierno estadounidense.
El DHS dijo que tres de las cinco empresas chinas recientemente sancionadas compraron materiales de Xinjiang «o de personas que trabajan con el gobierno de Xinjiang o el Cuerpo de Producción y Construcción de Xinjiang para fines del programa de ‘alivio de la pobreza’ o el programa de ‘asistencia por parejas’ o cualquier otro esquema de trabajo gubernamental que utilice trabajo forzoso», lo que viola el artículo relacionado en la UFLPA.
Estas empresas son: Rare Earth Magnesium Technology Group Holdings, con sede en Hong Kong, y Century Sunshine Group Holdings, fabricante de fertilizantes de magnesio y aleaciones de magnesio, y Tengxiang Magnesium Products, con sede en Xinjiang.
El DHS identificó a las otras dos empresas —Kashgar Construction Engineering y Xinjiang Habahe Ashele Copper— por la infracción de colaborar con el gobierno de Xinjiang «para reclutar, transportar, transferir, albergar o recibir uigures, kazajos, kirguisos o miembros de otros grupos perseguidos fuera de la XUAR [Región Autónoma Uigur de Xinjiang]», así como a Xinjiang Tengxiang Magnesium Products.
Dilxat Raxit, portavoz del Congreso Mundial Uigur, declaró a The Epoch Times el 9 de agosto que acogían con satisfacción la inclusión de estas empresas en la Lista de Entidades de la UFLPA, ya que «envía un mensaje claro a China de que Estados Unidos no tolerará el trabajo forzoso, ilegal, inhumano y explotador en sus cadenas de suministro».
Sin embargo, señaló que la persecución de los uigures por parte del gobernante Partido Comunista Chino (PCCh) no ha cambiado a pesar de la presión de la comunidad internacional. Pide al gobierno estadounidense que tome más medidas «para combatir las importaciones de bienes vinculados al trabajo forzoso chino y evitar cualquier transacción económica que apoye a las empresas chinas [implicadas] y beneficie al gobierno chino».
Las empresas chinas no han respondido inmediatamente a la prohibición.
Desde que el gobierno estadounidense aprobó la UFLPA en 2021, se han añadido 73 empresas chinas a la lista de prohibición de importaciones.
Chen Shih-min, profesor asociado de Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Taiwán, dijo a The Epoch Times el 9 de agosto que la continuación de las sanciones basadas en la UFLPA es importante, ya que mantiene la atención internacional sobre los abusos de los derechos humanos del PCCh en Xinjiang.
Chen dijo que desde que el PCCh intensificó la persecución de los uigures: «ha implantado un bloqueo total en Xinjiang durante unos 10 años y ha adoptado un alto grado de control. Es casi imposible que los reporteros extranjeros entren en Xinjiang para realizar entrevistas y reportajes sin restricciones. Así que el mundo exterior, la comunidad internacional, no tiene ni idea de lo que ocurre en Xinjiang, y eso es en realidad lo que más preocupa a la gente».
Dijo que a juzgar por el testimonio dado por algunos uigures que escaparon de Xinjiang en las audiencias del Congreso de Estados Unidos, «la situación en Xinjiang se está deteriorando realmente, y todo el grupo étnico uigur está en peligro de genocidio».
Chen subrayó que la violación de los derechos humanos en Xinjiang sigue siendo muy grave y que las sanciones económicas occidentales no han logrado hasta ahora detenerla o paliarla. «Estas condenas y sanciones no tienen mucho efecto, a lo sumo son simbólicas». Pide al mundo occidental que «se una como una fuerza más fuerte para imponer sanciones más serias al PCCh para presionarlo lo suficiente [para que ponga fin a sus abusos contra los derechos humanos]».
Wu Se-Chih, investigador de la Asociación de Política a través del Estrecho, pronosticó que en el futuro las sanciones y contramedidas estadounidenses contra el PCCh seguirán ampliándose.
«Porque China no mejorará a causa de algunas críticas al historial de derechos humanos de China por parte de Estados Unidos. Teniendo en cuenta la presión socioeconómica a la que se enfrenta actualmente el líder del PCCh, Xi Jinping, y su consideración de poder sostener su régimen en el futuro, es poco probable que muestre alguna debilidad hacia Estados Unidos en este momento. Por lo tanto, parece imposible que la relación entre Estados Unidos y China mejore en esta situación. Así pues, es probable que la competencia entre Estados Unidos y China se intensifique en el futuro», afirmó.
Luo Ya y Lin Yan contribuyeron a este artículo.
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