Funcionarios estadounidenses han expresado su preocupación a Moscú por una nave espacial rusa, que parece estar siguiendo a un satélite espía estadounidense cuyo costo oscila en miles de millones de dólares, según informes.
El general John «Jay» Raymond, comandante de la Fuerza Espacial de EEUU, recientemente creada, le dijo a TIME que la nave espacial rusa comenzó a seguir el satélite de estadounidense después de su lanzamiento en noviembre, y que a veces lo ha seguido tan cerca como a 160 kilómetros.
«Vemos este comportamiento como inusual e inquietante», dijo Raymond a la publicación en una entrevista publicada el lunes.
Raymond dijo que el gobierno se ha puesto en contacto con Moscú a través de canales diplomáticos para expresar su preocupación por la medida que «…tiene el potencial de crear una situación peligrosa en el espacio».
El jefe de operaciones espaciales dijo que los analistas militares de EEUU se alertaron, por primera vez de la supuesta situación amenazante, dos semanas después de que Moscú lanzó su nave espacial a la órbita, el 26 de noviembre, desde el Cosmódromo de Plesetsk acoplado a un cohete Soyuz, cuando de repente se partió en dos.
«La forma en que me lo imagino, en mi mente, es como las muñecas rusas que anidan», dijo Raymond, y agregó que los analistas describieron cómo un segundo satélite más pequeño «nació» del primero. «El segundo satélite salió del primer satélite».
El 6 de diciembre, el Ministerio de Defensa de Rusia dijo en un comunicado, según la agencia de noticias rusa TASS, que la separación de los dos satélites, Cosmos 2542 y Cosmos 2543, era parte de un experimento «…para continuar trabajando en la evaluación de las condiciones técnicas de satélites domésticos».
Sin embargo, en enero, los dos satélites parecían estar siguiendo el satélite de EEUU, USA 245, también conocido por los expertos espaciales como KH-11.
El rastreador de satélite aficionado, Michael Thompson, especuló sobre los movimientos peculiares de Cosmos 2542 y Cosmos 2543 en Twitter, utilizando datos abiertos al público.
«La órbita relativa en realidad está diseñada de manera bastante inteligente, donde el Cosmos 2542 puede observar un lado del KH11 cuando ambos satélites llegan por primera vez a la luz del sol, y para cuando entran en la penumbra, ha migrado al otro lado», tuiteó Thomspon.
«Todo esto es evidencia circunstancial, pero hay muchos eventos en los que parece que el satélite de inspección ruso está inspeccionando un satélite espía estadounidense».
Personally, I think the intelligence value of observations of optical spy satellites like this one are probably marginal. Their mirror dimensions are publicly known, and from there, it’s just basic optics to calculate approximate capabilities.
— Michael Thompson (@M_R_Thomp) January 30, 2020
Raymond le dijo a TIME que el comportamiento del par de satélites es similar a los que Rusia denominó «satélites inspectores» en 2017.
«Los satélites exhibieron características de un sistema de armas cuando uno de ellos lanzó un proyectil de alta velocidad al espacio».
El movimiento «…se interpretaría como un comportamiento potencialmente amenazante» en cualquier otro dominio, agregó Raymond.
«Los costos iniciales para la creación de la Fuerza Espacial son probablemente un pequeño pago inicial de un proyecto que podría costar decenas de miles de millones de dólares en los próximos años», dijo a TIME, William D. Hartung, director del proyecto de armas y seguridad del Centro para Política internacional.
“Lo último que necesitamos es más burocracia en el Pentágono, pero eso es exactamente lo que la Fuerza Espacial probablemente nos dará. Crear una rama separada de las fuerzas armadas para el espacio también corre el riesgo de militarizar la política espacial de EEUU y promover proyectos, peligrosos y desaconsejados, que podrían involucrar el despliegue de armas en el espacio”, agregó Hartung.
The Epoch Times contactó a la Embajada de Rusia en Washington, D.C., pero no recibió respuesta inmediata.
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