EE. UU. se recupera de lluvia y nieve mientras espera otro temporal para semana de Acción de Gracias

Por The Associated Press
24 de noviembre de 2024 2:24 PM Actualizado: 24 de noviembre de 2024 2:24 PM

WINDSOR, California—Estados Unidos se tambaleaba el sábado debido a la nieve y la lluvia, con una segunda ronda de mal tiempo que amenazaba con interrumpir los viajes antes del Día de Acción de Gracias. Una persona fue encontrada muerta en un vehículo sumergido en las aguas por inundación en California, que se preparaba para más precipitaciones mientras aún lidiaba con inundaciones y pequeños deslizamientos de tierra de una tormenta anterior. Y miles de personas en el noroeste del Pacífico permanecieron sin electricidad después de varios días en la oscuridad.

Según la oficina del Servicio Meteorológico Nacional de Sacramento, el sábado se emitió una advertencia de tormenta invernal en la Sierra Nevada de California hasta el martes. Se esperan fuertes nevadas en las zonas más altas y ráfagas de viento que podrían alcanzar los 88 km/h. Se pronostica una nevada total de aproximadamente 1,20 metros, y las acumulaciones más intensas se producirán el lunes y el martes.

Los meteorólogos dijeron que las regiones del Medio Oeste y los Grandes Lagos verán lluvia y nieve el lunes, y la Costa Este será la más afectada el Día de Acción de Gracias y el Black Friday.

Un sistema de baja presión traerá lluvia al sureste a primera hora del jueves antes de dirigirse al noreste, donde áreas desde Boston hasta Nueva York podrían ver lluvia y fuertes vientos. En algunas partes del norte de New Hampshire, el norte de Maine y las Adirondacks podría caer nieve. Si el sistema avanza más hacia el interior, el pronóstico indicaría menos nieve en las montañas y más lluvia.

Mortal «ciclón bomba» en la costa oeste

La tormenta llegó a la costa oeste del Pacífico a principios de esta semana, matando a dos personas y dejando sin electricidad a cientos de miles, principalmente en el área de Seattle, antes de que sus fuertes vientos atravesaran el norte de California. El sistema tocó tierra en la costa oeste el martes como un «ciclón bomba», que ocurre cuando un ciclón se intensifica rápidamente. Desató vientos feroces que derribaron árboles sobre carreteras, vehículos y casas.

Santa Rosa, California, vivió el período de tres días más lluvioso de su historia, con aproximadamente 32 centímetros de lluvia el viernes por la noche, según el Servicio Meteorológico Nacional en el Área de la Bahía. El sábado, los viñedos de Windsor, a unos 16 kilómetros al norte, se inundaron.

Al oeste, los equipos de rescate en Guerneville recuperaron un cuerpo dentro de un vehículo que flotaba en las aguas de la inundación alrededor de las 11:30 a.m. del sábado, según Rob Dillion, un agente del sheriff del condado de Sonoma y portavoz. Se presume que el fallecido fue víctima de la tormenta, pero aún no se ha realizado una autopsia.

Dominick Conti, un bombero voluntario de 19 años, y un amigo recorrieron el viernes la zona de Santa Rosa ayudando a las personas cuyos vehículos estaban inundado. Con su camioneta Dodge Ram modelo 2006 y un juego de cuerdas, pudieron rescatar al conductor de un sedán que se había quedado atascado en el agua, a un camión atascado en un gigantesco lodazal y a un agricultor varado en un camino de tierra.

Decenas de miles de personas siguen sin electricidad en el área de Seattle

Unas 80,000 personas en el área de Seattle seguían sin electricidad después del río atmosférico más fuerte de esta temporada, una larga columna de humedad que se forma sobre un océano y fluye sobre la tierra. Los equipos trabajaban para limpiar las calles de cables caídos, ramas y otros escombros, mientras que las ciudades abrieron centros de calentamiento para que las personas que se encaminaban a su cuarto día sin electricidad pudieran obtener alimentos calientes y enchufar sus teléfonos celulares y otros dispositivos.

Katie Skipper volvió a tener electricidad por la tarde en su casa de North Bend, a unos 50 kilómetros al este de la ciudad, en las estribaciones de las Cascadas, después de haber estado sin electricidad desde el martes. Skipper dijo que era agotador tomar duchas frías, depender de una estufa de leña para calentarse y usar un generador para mantener frío el refrigerador, pero esos inconvenientes fueron menores en comparación con los daños que sufrieron otras personas, como los causados ​​por la caída de árboles.

«Es realmente triste y aterrador», dijo.

El noreste recibe precipitaciones muy necesarias

Otra tormenta trajo lluvia a Nueva York y Nueva Jersey, donde se han desatado incendios forestales poco comunes en las últimas semanas, y fuertes nevadas al noreste de Pensilvania. Algunas partes de Virginia Occidental estuvieron bajo advertencia de tormenta de nieve hasta el sábado por la mañana, con hasta 60 centímetros de nieve y fuertes vientos que dificultaron el tránsito.

A pesar del desorden, se esperaba que las precipitaciones ayuden a aliviar las condiciones de sequía después de un otoño excepcionalmente seco.

«No acabará con la sequía, pero definitivamente ayudará cuando todo esto se derrita», dijo Bryan Greenblatt, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional en Binghamton, Nueva York.

En el noreste de Pensilvania, incluidas las montañas Pocono, cayeron fuertes nevadas. En las zonas más altas se registraron hasta 43 centímetros de nieve, con acumulaciones menores en ciudades del valle como Scranton y Wilkes-Barre. Menos de 80,000 clientes en 10 condados se quedaron sin electricidad y el departamento de transporte del estado impuso restricciones de velocidad en algunas carreteras.

Algunas partes de Virginia Occidental también sufrieron su primera nevada importante de la temporada el viernes y durante la noche del sábado, con hasta 25 centímetros en las elevaciones más altas de las montañas Allegheny. Algunas áreas estaban bajo advertencia de tormenta de nieve.

Las precipitaciones ayudaron a frenar la peor sequía del estado en al menos dos décadas. También fue un incentivo para las estaciones de esquí de Virginia Occidental que se preparan para abrir sus pistas en las próximas semanas.

Por Godofredo A. Vásquez y Olga R. Rodríguez


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