La eficacia de la vacuna contra el COVID-19 para todos los grupos de edad ha sido mucho menor contra las variantes del virus ómicron que contra las variantes anteriores, en particular las subvariantes actualmente dominantes, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE. UU. presentados el 1 de septiembre.
Los datos, en gran parte nunca antes publicados, muestran que la protección contra la infección sintomática y la enfermedad grave no es tan fuerte contra ómicron, surgido en diciembre de 2021, y sus subvariantes.
Los datos del programa Increasing Community Access to Testing de los CDC, un programa de pruebas sin costo, mostraron que la eficacia de la vacuna para un refuerzo en comparación con una serie primaria contra la infección sintomática disminuyó rápidamente en todos los grupos de edad, bajando al 50% en dos meses y volviéndose negativa alrededor de los seis meses.
Una cuarta dosis, o segundo refuerzo, aumentaba la protección, pero esta caía rápidamente por debajo del 40%, según las estimaciones para los mayores de 50 años.
Las estimaciones extraídas de la Red VISION de los CDC mostraron que las visitas a los servicios de urgencias y a atención de urgencia aumentaron con el tiempo para los vacunados, y las estimaciones ajustadas de la eficacia de la vacuna para los niños de 5 a 11 años cayeron de solo el 51% entre 14 y 59 días después de una serie primaria al 18% 150 días o más después de la segunda inyección.
En el caso de los niños de 12 a 15 años, la eficacia pasó del 60% a solo el 14% en el mismo período de tiempo desde la vacunación.
Los patrones muestran que la eficacia de la vacuna estaba «disminuyendo sustancialmente», dijo la científica de los CDC Ruth Link-Gelles mientras presentaba los datos al panel asesor de vacunas de la agencia.
Los datos de otro sistema, Cosmos, estimaron que la eficacia de la vacuna contra las visitas a urgencias y al departamento de emergencias entre los niños de 5 a 11 años era del 48% después de una segunda dosis, y que la protección descendía al 11% pero aumentaba al 52% con un refuerzo.
Los niños de 12 a 15 años tuvieron una mejor protección al principio, un 65 por ciento, pero la protección bajó al 21 por ciento después de 120 o más días. Un refuerzo restauró parte de la protección, pero 120 o más días después del refuerzo, la protección bajó al 18 por ciento.
La protección es menor contra la hospitalización en los últimos meses
Durante los últimos meses, dos subvariantes de ómicron, BA.4 y BA.5, han desplazado cada vez más a otras variantes del virus.
Los datos extraídos de esos meses indican que la protección otorgada por la vacuna fue menor durante ese tiempo.
Los adultos designados como inmunocompetentes —población a la que se llega excluyendo a los inmunodeprimidos— tuvieron solo un 44% de protección frente a las visitas a urgencias y al servicio de emergencias durante el periodo en el que dominaban las BA.4 y BA.5, según los datos de VISION. Ese periodo comenzó a mediados de junio.
La protección descendió al 26% después de 150 días o más.
Una inyección de refuerzo aumentó la protección al 59%, pero la protección disminuyó al 33% después de 120 o más días. Según Link-Gelles, las estimaciones para un segundo refuerzo no fueron concluyentes debido al limitado seguimiento.
La protección contra la hospitalización también disminuyó durante el periodo BA.4/Ba.5, según los datos de VISION. Los adultos inmunocompetentes solo tenían un 25% de protección contra la hospitalización 150 o más días después de una segunda dosis, y un refuerzo solo aumentó esa cifra al 49%. Además, los que recibieron una dosis de refuerzo 120 o más días antes solo tenían un 34% de protección.
Una cuarta dosis aumentó la protección hasta el 60% y esa protección disminuyó más lentamente, según las estimaciones preliminares.
Otros datos de la red de Eficacia de la Vacuna Antigripal en Enfermos Críticos de los CDC, fijaron la eficacia de la vacuna contra la hospitalización entre los adultos inmunocompetentes en un 62% a partir de una serie primaria, pero solo en un 33% después de 150 o más días.
Una dosis de refuerzo aumentó la protección al 77%, pero se redujo al 36% después de 120 o más días.
Una cuarta dosis elevó la protección al 62% entre siete y 120 días después de la segunda dosis de refuerzo para los adultos de 50 años o más.
Las estimaciones para los adultos inmunodeprimidos solo estaban disponibles para tres dosis, o una serie primaria y una de refuerzo. Estimaron la eficacia en un 66 por ciento después de la tercera dosis. La protección bajaba al 37% después de más de 120 días.
Los refuerzos actualizados fueron autorizados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. esta semana. Los reguladores dijeron que los refuerzos, que se dirigen a BA.4 y BA.5, reemplazarán a los refuerzos que habían estado en circulación desde 2021.
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