Lai Xiaomin, expresidente de China Huarong Asset Management Co., una de las mayores firmas financieras de su tipo en el país, fue ejecutado por un tribunal en la ciudad de Tianjin el 29 de enero.
La firma fue fundada en Beijing el 8 de noviembre de 1999. Desde septiembre de 2012, Lai también se desempeñó como jefe del Partido Comunista Chino de la compañía.
En abril de 2018 fue investigado por primera vez por el organismo de control anticorrupción.
El 5 de enero de 2021, fue sentenciado a muerte sin indulto por el tribunal intermedio de Tianjin, por cargos de soborno, malversación de fondos y bigamia.
El tribunal señaló que la mayor parte de la actividad en cuestión tuvo lugar después del XVIII Congreso del Partido, cuando Xi llegó al poder a fines de 2012. Xi lanzó una amplia campaña anticorrupción con la que ha estado eliminando a muchos de sus rivales políticos.
Lai fue eliminado en medio de una reorganización dentro de las agencias relacionadas con las finanzas del gobierno central, un indicio de que las autoridades apuntarían a la corrupción en el sector financiero.
Aunque Lai apeló el veredicto ante la Corte Suprema de Tianjin, el 21 de enero, la Corte Suprema determinó que se debía mantener el fallo del primer juicio.
El tribunal más alto de China, la Corte Suprema revisó su caso y confirmó la pena capital para él.
La declaración de revisión del tribunal explica que Lai se aprovechó de sus cargos para buscar beneficios indebidos para quienes lo sobornaron. Fue acusado de tomar activos por un total de 1788 millones de yuanes (unos USD 276.72 millones), malversar activos públicos por un total de 25.13 millones de yuanes (unos USD 3.9 millones) y cometer bigamia.
Tras el veredicto, el tribunal intermedio de Tianjin llevó a cabo la ejecución en la mañana del 29 de enero.
Antes de su ejecución se le concedió la oportunidad de ver a sus parientes cercanos por última vez.
La emisora estatal CCTV describió la corrupción de Lai en un documental que se emitió el 13 de enero.
Entre sus relatos, dijo que una de sus propiedades se utilizó como almacén para el dinero ilegal en efectivo que había tomado de las personas como soborno. Varias cajas fuertes en la cámara, contenían alrededor de 200 millones de yuanes en efectivo, alrededor de USD 31 millones.
Lai tenía un hábito, aceptaba sobornos solo en efectivo, deseando evadir una posible investigación. Cada vez que recibía dinero en efectivo ilegal, lo transportaba él mismo con su propio automóvil a ese «almacén».
También usó un nombre en clave para esta propiedad, «el supermercado», que solo conocían sus contactos cercanos.
Además distribuyó su dinero en casas, autos de lujo, relojes, oro y pinturas.
«Él tiene varios coches de lujo para él, por valor de un millón de yuanes (unos USD 160.000 dólares) cada uno, incluyendo un Bentley, un Benz y un Alphard, todos ellos en el garaje subterráneo», dijo un funcionario del organismo de control anticorrupción de China en el documental.
Personas que lo conocían dijeron que Lai dispuso a los hijos de altos funcionarios del PCCh en puestos de su empresa, dependiendo del nepotismo para buscar capital político para sí mismo, según los informes de los medios de comunicación chinos
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