Un ejecutivo de informática acusado de irregularidades y un abogado estadounidense que trabajó para la campaña de Hillary Clinton respondieron el 15 de febrero a las nuevas acusaciones presentadas y detalladas en su contra por el fiscal especial John Durham.
Durham, que está investigando los orígenes de la investigación de contrainteligencia contra la campaña de Donald Trump, dijo en una presentación judicial reciente que un ejecutivo de informática espió a la Casa Blanca con el propósito de «recopilar información despectiva sobre Donald Trump». Se cree que el espionaje tuvo lugar mientras Trump era presidente.
Aunque Durham no nombró al ejecutivo, los medios de comunicación, incluido The Epoch Times, lo identificaron como Rodney Joffe, quien hasta hace poco dirigía una empresa con sede en Estados Unidos llamada Neustar. Joffe dijo una vez que le ofrecieron un puesto de alto nivel en la administración de Clinton, siempre que Clinton, a quien Trump derrotó en las elecciones de 2016, se convirtiera en presidente.
Un portavoz de Joffe, quien no ha sido acusado de ningún delito, cuestionó la presentación de Durham en una declaración a los medios de comunicación.
«Contrariamente a las acusaciones en esta presentación reciente, el Sr. Joffe es un experto en seguridad de Internet apolítico con décadas de servicio en el gobierno de Estados Unidos que nunca ha trabajado para un partido político y que legalmente proporcionó acceso a datos DNS obtenidos de un cliente privado que por separado estaba brindando servicios DNS a la Oficina Ejecutiva de la Presidencia (EOP)”, dijo el vocero.
DNS se refiere al sistema de nombres de dominio, una base de datos de los nombres de dominio de internet. Durham dice que Joffe explotó el acceso al tráfico de Internet del DNS no solo de la oficina ejecutiva, sino también de la Torre Trump y el departamento cercano de Trump, y que Joffe hizo que un grupo de investigadores universitarios explorara los datos de Internet con el objetivo de establecer «una inferencia» y una «narrativa» que vinculara a Trump con Rusia. Joffe estaba tratando de «complacer a ciertos ‘VIP'», dijo Durham.
«Según los términos del contrato, se podría acceder a los datos para identificar y analizar cualquier violación o amenaza de seguridad», dijo el portavoz de Joffe. “Como resultado de los ataques de hacker a los servidores EOP (Oficina Ejecutiva de la Presidencia) y DNC (Comité Nacional Demócrata) en 2015 y 2016, respectivamente, hubo serias y legítimas preocupaciones de seguridad nacional sobre los intentos rusos de infiltrarse en las elecciones de 2016. Al identificar las consultas de DNS de los teléfonos Yota de fabricación rusa en las proximidades de la campaña de Trump y el EOP, los respetados investigadores de seguridad cibernética estaban profundamente preocupados por las anomalías que encontraron en los datos y prepararon un informe de sus hallazgos, que luego se compartió con la CIA”.
Durham dijo que su equipo “no ha encontrado apoyo para” las alegaciones de que los datos reflejaban búsquedas sospechosas de DNS por parte de direcciones de Internet afiliadas a un proveedor de telefonía móvil ruso, o Yota.
Los abogados de Michael Sussman, el abogado de la campaña de Clinton que fue acusado de mentir al FBI, también respondieron el lunes a la presentación de Durham.
Ellos argumentaron que la moción de Durham, que aparentemente se refería a posibles conflictos de intereses, incluía «alegaciones perjudiciales -y falsas- que son irrelevantes para su moción y para el delito imputado y tienen la clara intención de politizar este caso, inflamar la cobertura de los medios y contaminar el jurado”.
Las acusaciones relacionadas con el tráfico de DNS, por ejemplo, no se incluyeron en la acusación de Sussman y «no fueron necesarias para identificar ninguno de los posibles conflictos de intereses con los que supuestamente se relaciona la moción», agregaron los abogados. “¿Por qué entonces incluirlos? La pregunta se responde sola».
Sussman quiere que el tribunal elimine la parte de la moción que describe las acusaciones contra Joffe y que le permita retener a su asesor juridico, Latham & Watkins, un bufete de abogados que ha representado a otras partes que están siendo o han sido investigadas por Durham.
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