Los cuerpos de los miembros de la tripulación que murieron en el accidente de un avión militar estadounidense en la provincia afgana de Ghazni fueron recuperados, según las autoridades afganas.
El jefe de la policía de Ghazni, Khaled Wardak, dijo el martes a Radio Free Europe que los helicópteros militares estadounidenses aterrizaron en el lugar del accidente mientras las fuerzas de seguridad afganas los reforzaban.
«Tras la retirada de los cuerpos, nuestras fuerzas han regresado a sus bases. No sabemos a dónde se han llevado los cuerpos los extranjeros», dijo Wardak a la emisora. Nasir Ahmad Faqiri, el jefe del consejo provincial de Ghazni, confirmó que los funcionarios estadounidenses pudieron recuperar al menos dos cuerpos.
Esto ocurrió un día después de que Sonny Leggett, portavoz de las Fuerzas Armadas de EE.UU. en Afganistán, confirmara que un avión de vigilancia se había estrellado.
A U.S. Bombardier E-11A crashed today in Ghazni province, Afghanistan. While the cause of crash is under investigation, there are no indications the crash was caused by enemy fire. We will provide additional information as it becomes available.
— USFOR-A Spokesman Col Sonny Leggett (@USFOR_A) January 27, 2020
«Un bombardero estadounidense E-11A se estrelló hoy en la provincia de Ghazni, Afganistán. Aunque se está investigando la causa del choque, no hay indicios de que haya sido causado por fuego enemigo. Proporcionaremos información adicional a medida que esté disponible», dijo en un comunicado. Sin embargo, estipuló que las afirmaciones de los talibanes sobre el accidente de otros aviones eran falsas.
Las fotos obtenidas por The Associated Press y Reuters muestran un avión derribado con lo que parecen ser marcas de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.
Zabiullah Mujahid, un portavoz talibán, dijo a Reuters que la organización terrorista permitiría que un equipo recuperara los cuerpos.
«Los combatientes talibanes en tierra contaron seis cuerpos en el lugar del accidente del avión estadounidense», dijo.
El Bombardero E-11A era operado por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y fue usado como un avión de vigilancia electrónica.
Ariana Afghan Airlines, la compañía aérea estatal del país, emitió un comunicado y negó rotundamente los informes anteriores de que uno de sus aviones se hubiera estrellado. «Todos los vuelos de Ariana Afghan operan con normalidad», dijo la aerolínea en las redes sociales.
Mirwais Mirzakwal, el jefe de Ariana, dijo a Reuters, «No pertenece a Ariana porque los dos vuelos gestionados hoy por Ariana de Herat a Kabul y de Herat a Delhi son seguros».
El Comando Central de los EE.UU. no ha respondido a la solicitud de comentarios sobre el accidente de avión.
Más de 2,400 estadounidenses en servicio han muerto en Afganistán. Y el año 2019 fue uno de los más mortíferos para los Estados Unidos en los últimos tiempos, sumando 23 soldados estadounidenses muertos, incluso cuando Washington entabló conversaciones de paz con los talibanes.
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