El ejército estadounidense anunció el 17 de enero que lanzó otra andanada de misiles contra los hutíes en Yemen tras una reciente serie de ataques contra buques de guerra y buques civiles estadounidenses.
Las fuerzas militares estadounidenses “llevaron a cabo ataques contra 14 misiles hutíes respaldados por Irán que estaban cargados para ser disparados en áreas controladas por los hutíes en Yemen”, dijo el Mando Central de Estados Unidos en un comunicado a última hora del 17 de enero. “Estos misiles sobre raíles de lanzamiento presentaban una amenaza inminente para los buques mercantes y los buques de la Armada estadounidense en la región y podrían haber sido disparados en cualquier momento, lo que llevó a las fuerzas estadounidenses a ejercer su derecho inherente y su obligación de defenderse”.
Los ataques se producen cuando el Departamento de Estado de EE.UU. volvió a colocar a los hutíes en su lista de organizaciones terroristas extranjeras designadas, después de que el grupo islamista chiita fuera retirado después de que el presidente Joe Biden asumiera el poder a principios de 2021. Colocar al grupo en la lista tiene como objetivo separarlo de sus fuentes de financiación y aislarlo del sistema bancario mundial.
“Las acciones de los terroristas hutíes respaldados por Irán continúan poniendo en peligro a los navegantes internacionales e interrumpiendo las rutas marítimas comerciales en el sur del Mar Rojo y las vías navegables adyacentes”, dijo en el comunicado el general Michael Erik Kurilla, comandante del Comando Central de Estados Unidos. «Continuaremos tomando medidas para proteger las vidas de marineros inocentes y siempre protegeremos a nuestra gente».
A pesar de las sanciones y los ataques militares, incluida una operación a gran escala llevada a cabo el 12 de enero por buques y aviones de guerra estadounidenses y británicos que alcanzaron más de 60 objetivos en todo Yemen, los hutíes continúan su campaña de acoso a buques comerciales y militares.
El último incidente ocurrió el 17 de enero cuando un dron de ataque unidireccional fue lanzado desde un área controlada por los hutíes en Yemen y golpeó el M/V Genco Picardy, de propiedad y operación estadounidense, con bandera de las Islas Marshall, en el Golfo de Adén.
El 17 de enero, el secretario de prensa del Pentágono, mayor general Patrick Ryder, dijo que Estados Unidos continuaría tomando medidas militares para evitar nuevos ataques.
“Están aprovechando esta situación para llevar a cabo ataques contra barcos y embarcaciones de más de 50 países… en todo el mundo. Por eso, continuaremos trabajando con nuestros socios en la región para prevenir o disuadir esos ataques en el futuro”, dijo el general Ryder.
En los últimos días, los hutíes dispararon un misil de crucero antibuque contra un destructor de la Armada estadounidense durante el fin de semana, pero el barco lo derribó. Luego, los hutíes atacaron un barco de propiedad estadounidense en el Golfo de Adén el 15 de enero y un granelero con bandera de Malta en el Mar Rojo el 16 de enero.
En respuesta, Estados Unidos atacó el 16 de enero cuatro misiles balísticos antibuque que estaban preparados para ser lanzados y que representaban una amenaza inminente para los buques mercantes y de la Armada estadounidense en la región. Horas más tarde, los hutíes reivindicaron el ataque al granelero Zografia, con bandera de Malta. El barco fue alcanzado, pero no hubo heridos y continuó su camino.
La costa Este de América del Sur también se ve afectada con el bloqueo de los hutíes, según Peter Sand, especialista en jefe de Xeneta, una empresa de entrega de datos sobre tarifas marítimas. El experto dijo que que la afectación al comercio latinoamericano se debe a que «las líneas navieras ahora necesitan redistribuir capacidad para mantener sus niveles de servicio”.
Designación como grupo terrorista
El 17 de enero, el gobierno de Estados Unidos designó a los hutíes como una organización “terrorista global especialmente designada”. Dicha designación entrará en vigor en febrero.
La medida tiene como objetivo “impedir la financiación terrorista a los hutíes, restringir aún más su acceso a los mercados financieros y hacerlos responsables de sus acciones”, dijo el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan en un comunicado.
«Si los hutíes cesan sus ataques en el Mar Rojo y el Golfo de Adén», afirmó Sullivan, «Estados Unidos reevaluará inmediatamente esta designación».
Los ataques del grupo contra barcos en el Mar Rojo desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás son “la definición de libro de texto de terrorismo”, dijo la Casa Blanca. Han “puesto en peligro al personal estadounidense, a los marineros civiles y a nuestros socios, han puesto en peligro el comercio global y amenazado la libertad de navegación”, dijo.
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hossein Amir-Abdollahian, cuyo país respalda a Hamás en el conflicto de Israel, dijo que la guerra debe terminar antes de que desaparezca la amenaza al transporte marítimo mundial.
«La seguridad del Mar Rojo está ligada a los acontecimientos en Gaza, y todos sufrirán si los crímenes de Israel en Gaza no cesan… todos los frentes [de resistencia] seguirán activos», declaró Amir-Abdollahian en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), según Reuters.
Los funcionarios estadounidenses han dicho durante mucho tiempo que Irán es un respaldo militar y financiero tanto de los hutíes como de Hamás, así como de Hezbolá. Tanto Hamás como Hezbolá también están en la lista de terroristas designados por Estados Unidos.
Con información de Associated Press.
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