El astronauta Scott Kelly participó 340 días en el espacio a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS) mientras su hermano gemelo estaba en Tierra. Su experiencia sirvió para que más de 80 expertos de todo el mundo organizados en 10 equipos de estudio investigarán los cambios del cuerpo humano después de un largo período sin gravedad,
La muestra celular reveló que Scott ‘rejuveneció’ en el espacio y ‘envejeció’ a su retorno. Además perdió ciertas características epigenéticas relacionadas a la inmunidad y la capacidad de reparación del ADN celular entre muchos otros cambios esperados.
La Nasa definió los resultados como “interesantes, sorprendentes y tranquilizadores” sobre cómo un cuerpo humano se adapta y recupera en el espacio.
Entre los gemelos, Mark proporcionó una línea de base para la observación en la Tierra, y Scott, el primer astronauta estadounidense en pasar casi un año en el espacio, proporcionó las pruebas de la vida 340 días en el espacio en las Expediciones 43, 44, 45 y 46 del ISS, dijo la Nasa.
Uno de los interesantes hallazgos demostraron que el astronauta Scott se hizo en cierta manera ‘más joven’ en el espacio y ‘más viejo’ al volver a Tierra.
Los investigadores observaron como cambiaban los telómeros de los glóbulos blancos de Scott, ya que estos revelan la estabilidad celular y sirven como un indicador de envegecimiento.
Los telómetros se acortan con la edad pero en el espacio a Scott sorpresivamente se le alargaron. “Fueron inesperadamente más largos en el espacio y luego más cortos después de su regreso a la Tierra con la longitud promedio de los telómeros volviendo a la normalidad seis meses después”, destacó la Nasa.
Su hermano en Tierra no tuvo cambios en ese período.Por esta razón los científicos propusieron nuevos estudios para un próximo viaje espacial.
Un segundo hallazgo importante es que mientras Scott estaba en el espacio, los investigadores observaron cambios en la expresión de los genes de sus genes, los que están relacionados a las reacciones con el entorno. El problema es que no todos los cambios volvieron a la normalidad después de seis meses en la Tierra,
“Un pequeño porcentaje de genes relacionados con el sistema inmunológico y la reparación del ADN -un 7%- no regresaron a la línea de base después de su regreso a la Tierra».
Además, los resultados identificaron los genes clave que hay que monitorear en los futuros astronautas para controlar posibles enfermedades y el desarrollo potencial de contramedidas necesarias para cada viajero espacial.
Es el comienzo
«Estudio de los gemelos» o Twin Study, publicado en la revista Science, permitirá comprender el impacto en el cuerpo humano en las futuras misiones a Marte.
“Durante el vuelo espacial se producen una serie de cambios celulares y fisiológicos», dijo Jennifer Fogarty, científica en jefe del Programa de Investigación Humana en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston.
“Solo hemos arañado la superficie del conocimiento sobre el cuerpo en el espacio. El Estudio de los Gemelos nos dio la primera visión molecular integrada de los cambios genéticos, y demostró cómo un cuerpo humano se adapta y permanece robusto y resistente incluso después de pasar casi un año en la Estación Espacial Internacional”.
Scott participó en varios estudios biomédicos, incluida la investigación sobre cómo el cuerpo humano se adapta a los peligros conocidos, como la ingravidez y la radiación espacial. Mientras tanto, Mark participó en estudios paralelos en la Tierra para ayudar a los científicos a comparar.
Muchos de los hallazgos son consistentes con los datos recopilados en estudios anteriores y otras investigaciones en curso. “como la pérdida de densidad ósea, alteraciones en la microbiota, aumento en marcadores de inflamación y cambios en la estructura del globo ocular”.
Por ejemplo el astronauta creció unos centímetros por la falta de gravedad y luego al volver a Tierra recuperó su estatura pero pasó por largos sufrimientos de “agujetas musculares, dolor de articulaciones y de columna vertebral”.
“Me sorprende lo difícil que está siendo. Sabía que iba a ser algo distinto (respecto a viajes espaciales de menos duración), pero esto va más allá”, confesó Kelly en una conferencia de prensa de la Nasa a su regreso a casa. En el pasado se había ausentado hasta seis meses de la Tierra.
Scott también confesó que a los tres meses en los cielos pasó su momento psicológico muy crítico cuando pensó ‘ya llevo aquí mucho tiempo y te das cuenta de que aún te quedan otros nueve. Te da vueltas la cabeza”.
Uno de los problemas era que se sentía viviendo en una caja. “No me quejo, solo digo que deberíamos hacerlo mejor (…). Tampoco es un gran reto”, concluyó.
“Hay quienes se ponen muy mal en el espacio, yo simplemente no fui de esos”, dijo el cosmonauta, aunque “nunca se sintió del todo normal”.
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