El ataque de la izquierda a la familia tradicional y el crecimiento de la mentalidad colectivista en Estados Unidos se hace eco de las narrativas del Partido Comunista Chino (PCCh), dijo Morgan Zegers, fundadora de Young Americans Against Socialism (Jóvenes Estadounidenses contra el Socialismo).
«El ataque de la izquierda a la familia nuclear (…) está relacionado con el creciente apoyo al socialismo, esa mentalidad colectivista que estamos viendo en Estados Unidos», declaró Zegers al programa Crossroads de The Epoch Times en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) en Orlando, Florida, la semana pasada.
Young Americans Against Socialism es una organización sin fines de lucro dedicada a exponer los fracasos del socialismo mediante la creación de vídeos educativos que son virales en las redes sociales.
Zegers dijo que cada vez le preocupa más el discurso utilizado en las convenciones socialistas que se centran en los temas de la unidad familiar y los embarazos.
«Si uno mira lo que pasa en las convenciones socialistas, discuten cómo tienen que deshacerse de la estructura de la familia nuclear estadounidense para implantar el socialismo, es más fácil», dijo en la entrevista. «De lo que hablan específicamente es de cómo el embarazo es una herramienta de opresión y que tienen que liberar a las mujeres de ser ‘máquinas de hacer bebés'».
«Hace poco vimos que la China comunista utilizó ese mismo discurso, por lo que me resulta muy preocupante», añadió.
En el comunismo, la unidad familiar es un obstáculo para la liberación humana. El comunismo clásico considera que los factores económicos son la clave para determinar la formación de las relaciones familiares y exige que la unidad familiar privada se revolucione hasta convertirse en una forma de propiedad pública.
La «liberación de la humanidad» está en el centro de la ideología comunista. El pensamiento comunista sostiene que la opresión no es meramente económica o social, sino que está arraigada en la propia cultura de una sociedad. Para los comunistas, la «liberación» significa la destrucción de las normas culturales «impuestas» por la moral social tradicional. En su opinión, el patriarcado de la estructura familiar tradicional oprime a las mujeres y la moral sexual tradicional reprime la naturaleza humana.
«Dicen que nos están empoderando, pero al final, en realidad solo intentan crear esa mentalidad colectivista, así que eso es contra lo que tenemos que luchar», dijo Zegers.
En particular, añade, el discurso de la izquierda y la iniciativa Black Lives Matter (BLM) alimentan esta narrativa.
«Nosotros desbaratamos la exigencia de la estructura de la familia tradicional prescrita por Occidente apoyándonos unos a otros como familias extensas y ‘pueblos’ que se cuidan colectivamente unos a otros, especialmente a nuestros hijos, hasta el punto de que las madres, los padres y los niños se sientan cómodos», declaró una vez el sitio web oficial de BLM, según el Instituto Mises.
Ese posteo ahora está borrado.
«En esa convención de la que hablaba antes, se habló de cómo quieren reemplazar la familia nuclear con un programa más al estilo de los vientres de alquiler puesto en marcha por el gobierno, para que las mujeres no estén oprimidas por tener que dar a luz a sus propios hijos. Si han leído «The Giver» (El dador) —esa novela distópica— es literalmente eso», declaró Zegers. «Black Lives Matter dijo que quieren utilizar la crianza comunitaria para criar a los niños en lugar de la familia, así que si conectamos los puntos, es bastante preocupante».
«Esto realmente dio un giro de 180 grados y superó el empoderamiento de la mujer y el apoyo a las mujeres y de no convertirnos solo en amas de casa. Se convirtió en una forma completa de decir, en realidad, rechazar todos los aspectos que te hacen ser mujer».
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