Justo cuando la preocupación pública por el COVID-19 parece estar descendiendo, las autoridades de salud pública de todo el mundo se están alarmando una vez más—esta vez por un brote de viruela del mono.
Se han informado unas pocas docenas de casos confirmados y sospechosos en toda Europa en las últimas semanas, así como un caso confirmado en Massachusetts. Aunque el brote parece actualmente pequeño, ha sido inusual en múltiples aspectos
La viruela del mono es una enfermedad viral de la misma familia que la viruela, pero es menos grave. Las personas pueden contagiarse de animales salvajes—no solo de monos—y es endémico en algunos países africanos. Sin embargo, rara vez aparece en otros lugares y, si lo hace, suele ser en personas que viajaron recientemente a África.
En esta ocasión, la mayoría de los casos detectados corresponden a personas sin antecedentes de haber viajado a África, lo que indica que fue una transmisión de persona a persona. Según el Departamento de Salud Pública de Massachusetts, no se tiene conocimiento de que la viruela del mono se propague fácilmente entre las personas, ya que requiere contacto directo con fluidos corporales, fluidos de lesiones o contacto prolongado cara a cara.
«No es una situación en la que si uno se cruza con alguien en la tienda de alimentos, vaya a estar en riesgo de contraer la viruela del mono», dijo la Dra. Jennifer McQuiston, subdirectora de la División de Patógenos de Alta Consecuencia y Patología de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Las personas en riesgo serían los miembros de la familia o los trabajadores de la salud que atienden a un paciente con viruela del mono, dijo durante una conferencia telefónica con los medios el 23 de mayo.
Hubo un brote notable en los Estados Unidos en 2003, cuando casi 50 personas se infectaron, aunque las autoridades sanitarias lo relacionaron entonces con la transmisión desde animales en lugar de humanos.
Varios países han notado que la mayoría de los casos actuales han sido entre hombres que tienen actividad sexual con otros hombres, lo que no es una vía de infección que anteriormente destacara para la viruela del mono. Durante las primeras etapas de la infección, a veces se producen erupciones y lesiones en la zona genital y el perineo, señaló durante la conferencia telefónica el Dr. John Brooks, jefe médico de la División de Prevención del VIH de los CDC. El contacto directo con las lesiones es una de las formas de contagio del virus.
La naturaleza inusual del brote actual ha planteado la pregunta de si el comportamiento del virus ha cambiado. Eso sería significativo porque la viruela del mono es un virus de ADN, lo que significa que su información genética está codificada en un ADN de doble cadena, en lugar de un ARN de una sola cadena y, como tal, muta mucho más lentamente que virus como el SARS, el SARS-CoV-2, o la gripe.
La secuencia genética del caso de Massachusetts está “muy estrechamente relacionada” con la variante conocida del virus que se ha estado propagando en África occidental, dijo McQuiston.
La viruela del mono en detalle
La viruela del mono pertenece a la familia de los ortopoxvirus, que incluye la viruela, así como la viruela bovina, la viruela equina y otras. La varicela, a pesar del nombre, no pertenece a esta familia. La viruela, la más peligrosa para los humanos, se considera erradicada mediante la vacunación desde la década de 1980.
Los síntomas de la viruela del mono comienzan con dolores de cabeza, fiebre, dolores corporales, ganglios linfáticos inflamados y erupciones características, a veces agrupadas, a veces extendidas, a veces incluso en las palmas de las manos. Es menos letal que la viruela y, por lo general, desaparece después de dos a cuatro semanas sin un tratamiento específico.
Se sabe que se propaga solo a través de las lesiones, que también pueden estar en la boca o la garganta y, por lo tanto, no ser visibles, dijo McQuiston.
La Organización Mundial de la Salud afirma que el primer caso humano de viruela del mono detectado data de 1970 en la República Democrática del Congo (RDC). Desde entonces, se han detectado dos variantes principales—una de la República Democrática del Congo, con una tasa de mortalidad de hasta el 10 %, y otra en África occidental, con una tasa de mortalidad de menos del 1 %. Los casos actuales en Europa y Estados Unidos son la variante de África Occidental, según McQuiston.
En 2020, la República Democrática del Congo informó cerca de 4600 casos sospechosos de viruela del mono, incluidas 171 muertes, una tasa de mortalidad del 3.7 %, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, es probable que solo se hayan informado los casos más graves, según el Dr. Robert Malone, investigador de virología e inventor de la tecnología de vacunas de ARNm. Tener en cuenta los casos no denunciados probablemente reduciría la tasa de mortalidad, escribió en una publicación reciente de blog.
Aparte del único caso confirmado, en Estados Unidos se han visto recientemente otros cuatro casos de virus orthopox no definidos, según McQuiston.
“Sin embargo, a los efectos de esta respuesta, los proveedores de atención médica deben asumir que se trata de viruela del mono y manejarlos como casos de viruela del mono”, dijo.
Uno de los “presuntos” casos se reportó en Florida el 22 de mayo.
La secuencia genética del caso de Massachusetts «coincidió estrechamente» con la secuencia de un paciente en Portugal, dijo. Pero el paciente de EE. UU. solo informó que viajó recientemente a Canadá, afirmó el departamento de salud del estado.
Es probable que se identifiquen más casos en Estados Unidos, dijo McQuiston.
El año pasado, hubo dos casos registrados en Estados Unidos.
En 2019, Bavarian Nordic autorizó una vacuna—llamada Jynneos—en Estados Unidos contra la viruela y la viruela del mono para las personas mayores de 18 años que se determinó que tienen un alto riesgo de infección. El gobierno federal de EE. UU. tiene alrededor de 1000 dosis disponibles y a las que se añadirán más, dijo McQuiston.
Durante el brote de 2003, las personas consideradas en riesgo recibieron una vacuna contra la viruela. El gobierno federal de EE. UU. tiene un depósito de 100 millones de dosis de una vacuna contra la viruela, dijo, y señalando que tiene “algunos efectos secundarios potenciales significativos”.
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