DUBÁI—El ministro de Asuntos Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, concluyó el domingo una visita poco habitual a Irán con un llamamiento a poner fin a la escalada de violencia y a que la región pueda vivir en “paz, seguridad y estabilidad”.
La visita de Safadi a Irán se produce tras los continuos contactos diplomáticos mantenidos por Estados Unidos y sus socios, entre ellos Francia, Gran Bretaña, Italia y Egipto, para evitar una nueva escalada regional tras el asesinato del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán.
En una reunión con Safadi, el presidente iraní Masoud Pezeshkian dijo que el asesinato de Haniyeh fue un “gran error del régimen sionista [Israel] que no quedará sin respuesta”, informó la televisión estatal iraní.
Irán y Jordania también intentan mejorar sus relaciones tras las recientes tensiones relacionadas con el hecho de que Ammán acusara a las milicias proiraníes en Siria de introducir narcóticos de contrabando en el país, y su participación en la interceptación del primer ataque directo de Irán contra Israel el pasado mes de abril.
“Mi visita a Irán tiene por objeto realizar consultas sobre la grave escalada en la región y entablar un debate franco y claro sobre la superación de las diferencias entre ambos países con honestidad y transparencia”, declaró Safadi en una conferencia de prensa en Teherán junto a su homólogo iraní.
“Jordania siempre ha sido proactiva en la defensa de la causa palestina y los derechos del pueblo palestino. Ha condenado la ocupación israelí a los territorios palestinos y rechazado todas las medidas de escalada de Israel que impiden alcanzar la seguridad, la estabilidad y una paz justa”, afirmó.
Safadi condenó el asesinato de Haniyeh el pasado miércoles, calificándolo como un “crimen atroz y escalada que constituye una violación al derecho internacional y del derecho humanitario, y una violación a la soberanía del Estado. Lo rechazamos por completo”.
“Exigimos una acción efectiva para detener la agresión israelí a Gaza, para poner fin a estas medidas ilegales israelíes y para impedir los crímenes contra el pueblo palestino, con el fin de proteger a toda la región de las consecuencias de una guerra regional que tendría un impacto devastador para todos”, afirmó.
“Queremos que nuestra región viva en paz, seguridad y estabilidad, y queremos que termine la escalada”.
Las tensiones regionales se han disparado tras el asesinato de Haniyeh, el cual se produjo un día después de un ataque israelí en Beirut en el que murió Fuad Shukr, alto mando militar del grupo terrorista libanés Hezbolá, respaldado por Irán.
El grupo terrorista Hamás e Irán han acusado a Israel del asesinato de Haniyeh y han prometido tomar represalias. Israel no ha reivindicado la autoría de la muerte ni la ha desmentido.
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