Una delegación militar, encabezada por el comandante del Ejército de EE.UU. y de la coalición internacional en Afganistán, el general Austin «Scott» Miller, se reunió en Doha con representantes políticos talibanes para hablar de como reducir la violencia en Afganistán.
El encuentro concretado el viernes entre las partes, más de un mes después de la firma de un histórico acuerdo con el que EE.UU. se comprometió a retirar sus topas en 14 meses, se da tras varias semanas de aumento de la violencia como resultado de las operaciones militares, un pico violento luego de una semana de reducción de los ataques lograda en las vísperas del pacto.
«El general (Austin Scott) Miller se reunió con los líderes talibanes anoche como parte del canal militar establecido en el acuerdo (Doha). La reunión fue sobre la necesidad de reducir la violencia (en Afganistán)», indicó a Efe la oficina portavoz de las fuerzas estadounidenses en Kabul.
La reunión también fue confirmada a Efe por el portavoz talibán Zabihullah Mujahid.
«En la reunión, la mayoría de las conversaciones se centraron en las violaciones militares posteriores al acuerdo por parte de los estadounidenses y sus fuerzas de títeres (Gobierno afgano) y sus incursiones y ataques aéreos en áreas donde no ha habido guerra activa», dijo.
Mujahid explicó que el encuentro con el jefe de la OTAN para Afganistán se llevó a cabo porque Miller «es un comandante militar y los problemas militares le pertenecen principalmente a él».
«A Miller se le dijo seriamente que deben detener estas violaciones porque dañan el acuerdo y deberían ser serios y no tomar medidas irresponsables», dijo el portavoz talibán al referirse a las operaciones militares que se llevan a cabo principalmente en apoyo de las fuerzas afganas.
Los ataques armados de los talibanes se reanudaron en el país el 2 de marzo, luego de una semana de reducción de la violencia que llevó a la firma del acuerdo de paz entre los Estados Unidos y los talibanes en Doha.
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Esta vez, los ataques talibanes se han centrado principalmente en las zonas rurales del país y en pequeños puestos de control remotos, en lugar de las zonas urbanas, las grandes ciudades o las grandes bases militares de las fuerzas de seguridad afganas.
Sin alto el fuego
Para respetar el acuerdo que promete allanar el camino a un diálogo de paz duradera, y tras un mes de postura totalmente defensiva, el 19 de marzo las fuerzas afganas cambiaron al modo de «defensa activa», un movimiento que permitió a las fuerzas afganas llevar a cabo operaciones en aquellas áreas desde las cuales los talibanes lanzan y planean su ataques armados.
Las fuerzas afganas anunciaron hoy la muerte de 27 miembros talibanes en operaciones militares en la provincia nororiental de Badakhshan.
«La operación se llevó a cabo para evitar ataques planeados por los talibanes», dijo hoy el Ministerio de Defensa en un comunicado.
Aunque desde el Ministerio de Defensa afgano se aseguró que ningún ciudadano fue dañado en esta operación, los talibanes afirmaron que hubo víctimas civiles en esta operación militar.
Para reducir la violencia, el Gobierno afgano en el último mes sugirió en varias ocasiones un alto el fuego con los talibanes, pero el grupo continuó sus ataques y declaró que solo acordaran un alto el fuego con las tropas extranjeras y no contra fuerzas afganas.
«Hasta que haya un acuerdo separado con las partes afganas (Gobierno) y se acuerde un alto el fuego integral, el Emirato Islámico (como se hacen llamar los talibanes) puede llevar a cabo ataques contra todas las instalaciones y bases militares de la administración de Kabul», dijeron los insurgentes hace una semana.
El inicio del diálogo de paz intraafgano, en el que discutirán un alto el fuego, ha sido bloqueado por constantes diferencias en el proceso de intercambio de prisioneros, 5000 presos talibanes y 1000 prisioneros de las fuerzas afganas, pactado en el acuerdo de Doha.
«Podemos discutir la liberación de prisioneros y sus problemas relevantes con las partes estadounidenses en una reunión de alto nivel en el futuro», dijo a efe Mujahid cuyo grupo se retiró de las conversaciones de liberación de prisioneros con el Gobierno afgano el martes, luego de culpar a Kabul y a los Estados Unidos de retrasar el proceso de liberación.
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