«No hay ni una sola evidencia que pruebe que una dada cantidad de aumento de CO2 cause un gran aumento de la temperatura», afirma Nir Shaviv, profesor del Instituto Recah de Física en la Universidad Hebrea de Jerusalén.
Esta idea socava directamente la narrativa de que hay un «consenso científico» sobre que la actividad humana es el conductor principal del cambio climático planetario.
Shaviv, entre cuyos intereses de investigación están los efectos del Sol en el clima, es uno de un gran grupo de científicos que cuestionan la narrativa oficial sobre el cambio climático. Lo que hace único a este grupo de personas es que a pesar de tener credenciales y publicar frecuentemente en revistas científicas, son ignorados por la corriente principal cuando se trata de discusiones sobre el cambio climático—relegados a la oscura periferia de la academia, a pesar de tener datos que apoyan sus posturas.
En Estados Unidos, es precisamente esta colección de datos lo que lleva a muchos—a menudo conservadores en lo político—a cuestionar la noción de que el cambio climático hecho por el hombre es una «ciencia establecida». Este punto de vista no siempre se considera favorable.
La gente que cuestiona la narrativa principal del cambio climático causado por el hombre, frecuentemente causa ira en seguidores del cambio climático y son a menudo catalogados como «negadores», a pesar que el análisis objetivo muestra que el debate sobre el grado al cual la actividad humana afecta el clima no está definido.
En publicaciones muy difundidas, en noticias principales, e informes oficiales del gobierno, raramente se oyen opiniones que sugieran que hay otros factores que pueden explicar el aumento de temperatura. Uno de tales reportes es la Evaluación Nacional de Clima de EE. UU., cuya cuarta edición fue publicada recientemente.
Cuando se le preguntó sobre la evaluación del clima 2018, el presidente Donald Trump declaró abiertamente su posición sobre muchos escépticos del clima diciendo: «En cuanto si es causada o no por humanos, y si los efectos de los que hablas están allí, yo no los veo». Trump y la gente que lo apoya sufren continuos embates por su respuesta.
A pesar del escarnio público que reciben los conservadores y libertarios por cuestionar el grado al cual la humanidad afecta el cambio climático, es razonable que cuestionen los hallazgos del reporte.
He aquí solo algunos de las muchas razones por las que la gente en la derecha simplemente no puede subirse al tren del cambio climático causado por el hombre.
1. Algunos estudios muestran que el CO2 no afecta en absoluto a la temperatura
Un argumento clave del cambio climático causado por el hombre es que la actividad humana, tal como quemar combustibles fósiles, aumenta los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera, lo cual tiene el efecto de elevar la temperatura del planeta hasta niveles preocupantes.
Al Gore, ex vicepresidente de EE. UU., prominente por el documental «Una verdad incómoda», dijo en la película que durante la historia, aumentos en el dióxido de carbono estaban correlacionados con aumentos de la temperatura. Lo que no mencionó es que las muestras de hielo núcleo muestran que el aumento de temperatura en realidad precede al aumento en los niveles de CO2.
En una entrevista para la película «Climate Hustle», Robert Giegengack, un geólogo y expresidente del Departamento de Tierra y Ciencia Ambiental en la Universidad de Pensilvania, reconoció este hecho, diciendo que el CO2 no causa aumentos de temperatura, en cambio «la temperatura maneja al CO2».
2. Lo que se dice sobre el 97 por ciento de los científicos en acuerdo sobre el cambio climático probó ser mentira
Los dichos sobre el consenso del 97 por ciento, comenzó con un informe de un hombre llamado John Cook, que afirma haber examinado unas 12.000 publicaciones sobre la materia. Él dice que el 97 por ciento respalda el «calentamiento global causado por los humanos», pero solo 41 de las publicaciones en realidad lo apoya.
Aunque otros han intentado inventar estudios que muestran resultados similares, Richard Tal, profesor de Economía de Cambio Climático en la Vrije Universiteit de Amsterdam, dijo: «Este 97 por ciento, esencialmente sale del aire, no está basado de ninguna manera en una investigación creíble«.
3. Las predicciones (como el derretimiento de los cascos polares) nunca parece ocurrir
Una predicción común que se acostumbra a oír de los apocalípticos del clima es que los cascos de hielo polares se derretirán. En 2007, la BBC informó sobre una predicción de que el hielo alrededor del Polo Norte se derretiría completamente en el verano de 2013. Llegado el 2014, los cascos de hielo polares estuvieron más gruesos y cubrieron un número récord de kilómetros cuadrados, debido al aumento de hielo.
Forbes informó que «Los datos actualizados contradicen uno de los dichos más frecuentemente citados en el calentamiento global—que el calentamiento global está causando que los cascos polares retrocedan».
4. El calentamiento no ha ocurrido en unas dos décadas
Los investigadores han provisto evidencia que muestra que las temperaturas atmosféricas globales no han aumentado realmente en unos 20 años. De hecho, la pausa en el calentamiento es en gran parte la razón del cambio de nombre de «calentamiento global» a «cambio climático». Múltiples publicaciones científicas afirman que estamos ahora en un periodo de enfriamiento global. Y Peter Ferrara, luego de asistir a la Conferencia Internacional 2012 sobre Cambio Climático del Instituto Heartland, escribió en un artículo para Forbes: «Las temperaturas globales están declinando por más de 10 años, y las temperaturas globales continuarán declinando por otras dos décadas o más».
Estos datos contrastan con los informes de agencias gubernamentales como la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), que frecuentemente afirma que estamos en el «año más caluroso registrado». Sin embargo se han planteado serias dudas sobre la supuesta manipulación de datos de la agencia para aumentar artificialmente la temperatura.
En 2015, el Comité de Ciencia, Espacio y Tecnología de la Casa de Representantes confirmó que NOAA había «alterado retroactivamente datos históricos del cambio climático que resultó en la eliminación de un fenómeno conocido como el ‘hiato en cambio climático'».
Forbes informó que «las temperaturas de EE. UU. eran significativamente más cálidas durante los 30 en comparación a hoy», y que «NOAA solo puede afirmar que estamos experimentando las temperaturas más cálidas registradas adulterando los datos crudos de temperatura».
Resumen
El caso del cambio climático causado por el hombre está lejos de cerrarse. El debate es tan abierto a preguntas que libros enteros aún se escriben para refutar la historia oficial.
Reportes como la estimación del clima de EE. UU. no hacen más que provocar una respuesta emocional del lector. Estas publicaciones casi nunca o nunca dan información nueva, o convincente al menos, que apoye la narrativa oficial sobre el clima. Tercamente refuerzan una narrativa que ya está en todos lados, a costa de cualquier otra información, sin importar cuan creíble sea.
El informe 2018 sobre el clima, sugiere que hechos como los incendios forestales de California son causados o exacerbados por los efectos del cambio climático, pero ignora asuntos clave, como los mencionados anteriormente. No habla sobre la acusación de que la falta de sólidas prácticas de administración de bosques en California, fue lo que contribuyó en mayor medida a estos incendios. Y apresura, sin evidencia, a culpar a los seres humanos por respirar CO2 simplemente como consecuencia de estar vivo.
Tenemos una miríada de razones para ser escépticos sobre los alarmistas del clima. Mucha gente se da cuenta, por esta razón una encuesta Pew de 2016 halló que solo un 39 por ciento de los estadounidenses «tienen ‘mucha’ confianza en la información de científicos del clima». Organizaciones noticiosas como CNN llaman a los informes claramente sesgados «ciencia casi universalmente aceptada». Pero la fachada de consenso es creada excluyendo metódicamente datos y opiniones que contradicen la narrativa establecida.
Para aquellos que aún creen ciegamente en los profetas apocalípticos del cambio climático, en vez de vapulear a los que se preguntan por datos distorsionados, deberían preguntarse por qué se deja fuera de documentos como la evaluación climática, tanta ciencia real.
Es casi como si hubiera un plan secreto detrás.
Las opiniones expresadas en este artículo son la opinión del autor y no reflejan necesariamente las opiniones de La Gran Época.
Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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