El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) está considerando una lista de recomendaciones destinadas a prevenir la violencia contra las comunidades religiosas después de una serie de ataques de sinagogas, iglesias y otros lugares de culto.
El secretario interino del DHS, Chad Wolf, ha pedido a los jefes de las agencias, en un memorando obtenido por los medios de comunicación, que elaboren un plan para reforzar la seguridad de los lugares de culto y proteger a los grupos religiosos de ataques violentos.
“Las casas de culto y las organizaciones basadas en la fe dedican recursos a las comunidades locales y a menudo sirven como faros sociales y morales en los que las personas confían en momentos de alegría y necesidad. El derecho a practicar la religión libre de interferencia o miedo es uno de los derechos más fundamentales e indelebles de nuestra nación” , escribió Wolf en su memorando enviado el 2 de enero.
«Como tal, el ataque a los lugares de culto por extremistas violentos de cualquier ideología es particularmente aborrecible y debe evitarse», agregó.
Las recomendaciones son parte de un informe del Consejo Asesor de Seguridad Nacional (HSAC) (pdf), que se adjuntó a la nota de Wolf, con el objetivo de analizar el papel del DHS en la prevención y mitigación de estos ataques. En mayo de 2019, el entonces secretario interino de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, solicitó al HSAC que estableciera un subcomité para investigar la seguridad de las organizaciones religiosas en todo el país.
Se le pidió al subcomité, copresidido por John R. Allen, presidente del Brookings Institute, y Paul Goldenberg, presidente y director ejecutivo de Cardinal Point Strategies, que revisara el intercambio de información entre el DHS y las organizaciones religiosas para evaluar los esfuerzos de protección para comunidades basadas en la fe, evalúe el papel de las comunidades basadas en la fe en los esfuerzos preventivos, y observe los impactos de los extremistas violentos y los terroristas domésticos.
Como parte de su revisión, el subcomité dijo que realizaron siete visitas a lugares de culto en todo el país, celebraron reuniones en persona y conferencias telefónicas, y también fueron informados por más de 100 expertos.
El informe se finalizó y se presentó en diciembre de 2019, solo unos días antes de un violento ataque punzante en la casa de un rabino en Nueva York y un tiroteo en una iglesia de Texas.
El informe describe una serie de hallazgos y medidas que podrían ayudar a mejorar la preparación, la comunicación y la financiación del DHS y las organizaciones religiosas en caso de un ataque.
Las recomendaciones en el informe de 2019 incluyen la designación de un punto central de contacto dentro del DHS para grupos basados en la fe, la creación de un enfoque de paquete para la seguridad de las organizaciones basadas en la fe, alentar a las organizaciones basadas en la fe a trabajar con la policía para desarrollar sistemas de intercambio de información en tiempo real, y buscar fondos adicionales del Congreso para proporcionar un mayor dinero de subvención de seguridad para organizaciones religiosas.
El informe también hace referencia a dos informes similares realizados en 2012 y 2014 que contienen recomendaciones relevantes que ayudaron al subcomité a llegar a sus conclusiones en el nuevo informe. El subcomité dijo que aunque las recomendaciones se hicieron hace varios años, «no hay evidencia de que se hayan aplicado alguna de las recomendaciones».
«Con este tercer informe de esta naturaleza, y en vista de la urgencia de nuestro momento, y la impronta de este Subcomité, este informe debería convertirse en un plan de implementación lo antes posible para la adopción sistemática de las recomendaciones viables», advirtió el subcomité al departamento.
Algunas fuerzas del orden también respondieron con sus propias medidas tras el ataque a la iglesia en Texas. La policía de Fort Worth publicó en Twitter que el jefe Ed Kraus está alentando a los oficiales a usar sus uniformes cuando asistan a lugares de culto.
«Tras el ataque local contra la Iglesia de Cristo West Freeway el domingo pasado, así como los ataques contra comunidades judías y servicios religiosos a nivel nacional, el Jefe Kraus está autorizando y alentando a nuestros oficiales que asisten a los servicios de adoración que lo hagan con uniforme de policía completo», decía la publicación.
Un hombre disparó contra feligreses que asistían a una misa en la Iglesia de Cristo West Freeway en White Settlement, Texas, el 29 de diciembre, matando a dos personas.
El sospechoso, Keith Thomas Kinnunen, fue detenido después de que un miembro del equipo de seguridad de la iglesia le disparó.
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