El dolor y la depresión pueden crear una experiencia cíclica de la cual es difícil escapar.
Muchos estudios han confirmado que el dolor y la depresión están estrechamente relacionados. De hecho, se sabe que el dolor puede causar depresión, y la depresión puede causar dolor. En algunas personas, el dolor y la depresión pueden incluso crear un círculo vicioso en el que el dolor empeora los síntomas de la depresión, y la depresión resultante aumenta las sensaciones de dolor.
La depresión puede causar síntomas físicos inexplicables como dolor de espalda o dolor de cabeza. Este dolor puede ser el primer signo de depresión o incluso el único signo. Puede ser que las personas ni siquiera se den cuenta que están sufriendo una depresión.
Cuando las personas tienen que lidiar con el dolor, esto con el tiempo puede afectar su estado de ánimo. El dolor crónico puede generar varios problemas que conducen a la depresión, entre ellos el estrés y los problemas para dormir. Varios investigadores también han encontrado una relación no solo con el dolor resultante de una lesión, sino también en pacientes con problemas de salud como enfermedades cardíacas o diabetes.
Para quienes sufren de depresión y dolor, es muy importante centrarse en tratamientos que ofrezcan ayuda para ambas condiciones. Es posible que se necesiten tratamientos separados para el dolor y la depresión, pero si se trabajan conjuntamente mejorarán los resultados.
Tratamientos para la depresión y el dolor
La terapia de conversación, también llamada asesoramiento psicológico (psicoterapia), puede ser eficaz en el tratamiento de ambas afecciones. Las técnicas de reducción del estrés como la meditación, el ejercicio, llevar un diario y otras estrategias han demostrado ser muy prometedoras para quienes buscan tratamientos para la depresión y el dolor.
Los programas de rehabilitación para el dolor pueden ofrecer un enfoque de conjunto para el tratamiento, incluyendo aspectos psiquiátricos y médicos. Los expertos creen que el tratamiento para el dolor y la depresión co-ocurrentes puede ser más efectivo cuando involucra varios tratamientos.
Los medicamentos antidepresivos pueden ayudar a aliviar tanto la depresión como el dolor debido a los mensajeros químicos compartidos en el cerebro. Sin embargo, estos tienen un precio. Los efectos secundarios de los antidepresivos pueden incluir náuseas, aumento de peso, problemas de sueño, diabetes e incluso pensamientos de suicidio. Este tipo de medicación para la depresión se debe tomar como último recurso después de haber intentado hacer cambios positivos en el estilo de vida.
Es importante recibir el tratamiento adecuado antes que empeoren los síntomas. A la primera señal de depresión o dolor, hable con su médico y examine sus opciones antes que empeoren.
Mat Lecompte es un periodista independiente especializado en salud y bienestar. Este artículo fue publicado por primera vez en Bel Marra Health.
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