NATIONAL HARBOR, Md. – La creciente amenaza que el régimen comunista chino representa para Estados Unidos fue un tema candente en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) de este año, la mayor reunión anual de conservadores de la nación.
En un panel de discusión del 27 de febrero, titulado «El peligro actual: China», moderado por Frank Gaffney, presidente ejecutivo del Center for Security Policy, un legislador republicano calificó al régimen comunista de «insidioso», mientras que los expertos de China criticaron a Beijing por sus intentos de desviar la culpa del brote de coronavirus a Estados Unidos.
En su intervención en el evento, el representante Scott Perry (R-Pa.) dijo que después de cuatro décadas los estadounidenses comenzaron a darse cuenta de la amenaza que representa el ascenso militar y económico de China. Comparó la estrategia del Partido Comunista con el «caballo de Troya» en la mitología griega, un enorme caballo de madera construido por los griegos para entrar a escondidas en la ciudad de Troya durante la guerra de Troya.
Lo que China ha hecho es peor que el caballo de Troya, dijo, culpando a las administraciones anteriores por ayudar al régimen.
«Nosotros salimos fuera del portón y construimos el caballo de Troya para China».
Perry continuó describiendo el robo de secretos comerciales y de tecnología por parte de China. Con el fin de reducir la brecha tecnológica, señaló, China robó secretos comerciales de empresas estadounidenses, incluyendo diseños relacionados con el avión del transporte militar C-17 de Boeing y los aviones de combate F-22 y F-35 de Lockheed Martin.
Empresas chinas como Huawei son parte del plan de hegemonía global del régimen, agregó. Por otra parte, los estadounidenses están financiando involuntariamente estas entidades a través de sus fondos de pensión y jubilación como el Thrift Savings Plan.
«Cada vez que invertimos en nuestra jubilación, estamos invirtiendo en China», dijo Perry.
Un informe de 2018 de la Casa Blanca delineó las tácticas que China ha utilizado durante décadas para robar tecnologías clave y propiedad intelectual (PI) de empresas estadounidenses, incluyendo el robo físico y cibernético, las transferencias forzadas de tecnología, la evasión de los controles de exportación de Estados Unidos, las restricciones a la exportación de materias primas y las inversiones en empresas de alta tecnología.
«Hace diez años, no había ninguna empresa china entre las diez principales empresas del mundo», dijo Perry. «Ahora, son cinco de las diez».
En su intervención en el panel, Gordon Chang, analista de China y autor de «The Coming Collapse of China» («El colapso que se viene en China»), expresó que el brote de coronavirus ha expuesto las vulnerabilidades del régimen comunista chino. El brote de COVID-19, que se originó en la ciudad central china de Wuhan, se ha extendido rápidamente a través de China y a otros países, desencadenando el pánico en los mercados financieros mundiales.
Los economistas predicen que el virus tendrá un impacto significativo en la economía china, ya que incluso las fábricas abiertas están funcionando con un personal reducido y una serie de medidas han ralentizado la producción. Las ventas de automóviles cayeron un 92 por ciento en la primera mitad de febrero y solo alrededor de un tercio de los trabajadores chinos volvieron a sus puestos de trabajo, dijo Chang.
«Una economía en contracción, por supuesto, es una amenaza existencial para un régimen que depende de la continua entrega de prosperidad como base principal de su legitimidad», indicó Chang.
Además expresó que la gente ha recurrido a las redes sociales para desahogar su ira ante la respuesta del régimen al coronavirus y ha empezado a comprender por primera vez en décadas que «la verdadera enfermedad es el comunismo».
También acusó a Beijing de «sentar las bases teóricas para la noción de que Estados Unidos propagó deliberadamente» el coronavirus en China. Chang relató que un famoso médico chino anunció que «los primeros casos diagnosticados del virus fueron en China, pero el origen no fue en China», lo que sentó las bases para atacar a Estados Unidos.
«Estamos en guerra y el enemigo es la República Popular China», dijo Chang.
‘Enemigo de toda la humanidad’
Sean Lin, un exmicrobiólogo del ejército de Estados Unidos y superviviente de la masacre de la Plaza de Tiananmen, destacó en el panel de la CPAC que el régimen comunista chino es «el enemigo del pueblo chino» y «el enemigo de toda la humanidad».
Lin explicó el comportamiento del régimen hacia sus propios ciudadanos a lo largo de la historia. Contó que como estudiante universitario, en 1989 fue a Beijing para apoyar el movimiento democrático y vio a un tanque chino pasando por sobre la cabeza de un estudiante.
«Su cabeza era como un pedazo de papel en el suelo. Fue una escena muy horrible», recordó Lin.
La naturaleza del Partido Comunista nunca ha cambiado a lo largo de la historia, manifestó, añadiendo que todos los tipos de persecución son parte de un esfuerzo de «ingeniería social» del régimen desde la Revolución Cultural.
También advirtió que el régimen ha lanzado una guerra integral contra todas las religiones y creencias espirituales en China, «y Falun Gong es un ejemplo».
El partido utiliza varios métodos de persecución, dijo, y uno de sus «mayores crímenes» es la extracción forzada de órganos de prisioneros de conciencia.
Lin, que también es microbiólogo y exdirector de laboratorio de la oficina de enfermedades virales del Instituto de Investigación Walter Reed del Ejército, dijo que el coronavirus es otro ejemplo de cómo China ha estado tratando a su propio pueblo, tomando medidas draconianas y suprimiendo el libre flujo de información.
China nos «estrangulará»
Con un presupuesto de defensa que se ha disparado en la última década, China ha ampliado su fuerza aérea, ejército, marina y mano de obra. La expansión militar y las ambiciones de política exterior de China son una amenaza para Estados Unidos, según los expertos.
Steven Kwast, teniente general retirado de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, expresó en el panel que China está en el camino a una estrategia para «estrangularnos».
«De manera sutil y lenta, [están] apoderándose de nuestras empresas, comprando nuestra deuda, dominando los mercados que les dan dominio de información. Huawei y 5G es una manifestación de ese dominio de información que se va a trasladar al espacio», dijo.
«Van a dominar los mercados energéticos al dominar el espacio y el espectro electromagnético», añadió, lo que daría a los chinos el poder de «paralizar los mercados».
«Ellos planean tener esas plantas de generación de energía en el espacio en los próximos diez años».
Kwast dijo que los chinos están desarrollando estos ambiciosos planes aprovechándose de «nuestro mercado abierto, nuestra economía libre y nuestra sociedad abierta».
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