El equipo legal del expresidente Donald Trump presentó varias respuestas el 22 de noviembre, insistiendo en que la juez de la Corte de Distrito de Estados Unidos Tanya Chutkan desestime la acusación del Departamento de Justicia (DOJ) porque, argumentaron, la administración Biden lo atacó selectiva y vengativamente mientras abusaba de su autoridad estatutaria y buscaba violar múltiples protecciones constitucionales.
Los tres escritos son los últimos de una serie de presentaciones previas al juicio provocadas por las diversas peticiones del expresidente Trump de desestimar el caso. Además de presentar alegaciones constitucionales, estatutarias y de enjuiciamiento selectivo, el expresidente también ha argumentado que el caso debe ser desestimado debido a la protección que recibió bajo la doctrina de la inmunidad presidencial.
Sin embargo, las presentaciones del 22 de noviembre se centran en disposiciones constitucionales relativas a la doble incriminación, la libertad de expresión y el debido proceso, así como en supuestas pruebas de una acusación selectiva dirigida por el presidente Joe Biden, presunto candidato demócrata y principal rival del presidente Trump para la Casa Blanca en 2024.
«La fiscalía pretende erigirse en el censor de Estados Unidos, con autoridad itinerante para procesar penalmente a todos los que se manifiesten en contra de sus narrativas aprobadas», reza un escrito del equipo legal del expresidente Trump.
«La fiscalía no tiene ese mandato. En consecuencia, la acusación es inconstitucional a primera vista y debe ser desestimada. Además, incluso si la Primera Enmienda permitiera cargos sobre esta base -que enfáticamente no lo hace- la absolución del expresidente Trump ante el Senado de los Estados Unidos impide un nuevo juicio ante esta Corte, al igual que las garantías constitucionales de debido proceso y notificación justa.»
Las interpretaciones contrapuestas de la Primera Enmienda han sido centrales en las mociones para desestimar el caso del DOJ, ya que los abogados del expresidente Trump alegan que varios aspectos de la acusación se derivan del discurso político básico protegido por la Constitución de los Estados Unidos. Además, argumentan sus abogados, no debería ser acusado porque no se le avisó con suficiente antelación de que su conducta violaría la ley.
El DOJ había defendido su acusación el 6 de noviembre alegando que el equipo legal del expresidente Trump había tergiversado su acusación, que apuntaba a un discurso supuestamente fraudulento y engañoso no protegido por la Primera Enmienda.
«Las acusaciones de que el acusado trató de anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 recurriendo al fraude, el engaño y la corrupción colocan su conducta muy lejos de las protecciones otorgadas por la Primera Enmienda y, del mismo modo, lo pusieron plenamente sobre aviso de que su conducta era criminal y, por lo tanto, sujeta a enjuiciamiento», escribió el DOJ en una oposición combinada a las mociones del presidente Trump para desestimar por motivos estatutarios y constitucionales.
«Por último, la absolución previa del acusado en un juicio del Senado después de su destitución en la Cámara no excluye este enjuiciamiento penal, y su confianza particular en la Cláusula de Doble Enjuiciamiento es frívola.»
La moción de desestimación del presidente Trump por enjuiciamiento selectivo y vengativo aprovecha la información de los medios sobre los intereses de la administración Biden en la conducta del ex presidente y alega que el Asesor Especial Jack Smith sirvió como un «caballo de acecho» para el presidente Biden.
«A pesar de todos los comentarios engreídos del abogado especial sobre la naturaleza supuestamente sin precedentes de sus acusaciones fabricadas contra el expresidente Trump, el aspecto verdaderamente sin precedentes de este caso es que un presidente en ejercicio instó con éxito al Departamento de Justicia … para tratar de derribar a su principal rival político y, ahora, el principal candidato a ser el próximo presidente», escribió el equipo legal del expresidente Trump en una presentación del 22 de noviembre.
«El presidente Biden tuvo tanto éxito, de hecho, que el Asesor Especial presentó dos casos profundamente defectuosos contra el expresidente Trump y ha participado en un esfuerzo imprudente para proceder a juicio en ambos tan pronto como sea posible, incluso mientras el presidente Biden espera ansiosamente saber si será acusado de delitos por un Asesor Especial diferente.»
El presidente Biden está siendo investigado por el abogado especial Robert Hur por el manejo indebido de documentos clasificados durante su mandato como vicepresidente. CNN y The Wall Street Journal han informado de que es poco probable que se presenten cargos contra él. Otro abogado especial, David Weiss, está investigando actualmente la conducta del hijo del presidente Biden, Hunter, cuya actividad empresarial ha suscitado dudas sobre la implicación y la relación de su padre con potencias extranjeras.
El DOJ argumentó en una presentación del 6 de noviembre que el equipo legal del expresidente Trump se involucró en especulaciones rancias mientras ofrecía «nada más que narrativas conspirativas de sesgo y abuso fiscal.»
«Estos rumores e insinuaciones no sustituyen a las pruebas, y distan mucho de ser el tipo de prueba clara y objetiva que se requiere para apoyar una acusación selectiva o vengativa», añadió. «El acusado no satisface el estándar para apoyar una solicitud de descubrimiento, y mucho menos el paso extraordinario de desestimar la acusación».
La fiscalía también alegó que «no hay pruebas de que la acusación en este caso se basara en otra cosa que no fueran los hechos y la ley.»
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